Las dietas ricas en grasas no solamente engordan, sino que contribuyen a obstruir las arterias, algo que médicos y pacientes conocen desde hace décadas, pero hasta ahora se desconocían las causas que vinculan algunas patologías oncológicas, como el cáncer de colon, con el mayor consumo graso.
Un estudio que publica la revista “Nature”, muestra ahora que las ingestas grasas excesivas, predisponen definitivamente a los tejidos intestinales a convertirse en cancerosos. La grasa, estimula la producción de células madre intestinales, y hace que otras células también empiecen a comportarse del mismo modo, reproduciéndose de forma indefinida, con lo que entran en el camino de los tumores y el cáncer.
Cambiando la biología del funcionamiento intestinal
“Una dieta rica en grasa no solo cambia la biología de las células madre también altera la biología de poblaciones de células diferentes y ambos procesos, de forma colectiva conduce a la formación de tumores”, afirma uno de los cuo-autores del trabajok, el profesor Omer Yilmaz, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en declaraciones que recoge el diario ABC de España.
Las células madre que viven en el epitelio que recubre el intestino, son más proclives a acumular mutaciones, lo que facilita que también puedan degenerar en cáncer, señala la investigación.
En laboratorio, los cobayos alimentados con una dieta de hasta 60% de grasas, superior a la media más alta del hombre occidental, tuvieron una ganancia de peso de hasta el 50%, pero también aumentaron significativamente la cantidad de tumores, en relación con otros animales que tuvieron una dieta equilibrada.
La relación entre el cáncer de colon, el sobrepeso y las dietas desequilibradas podrían ser extensivas también a otras patologías oncológicas en mama, endometrio, vesícula biliar, riñón, páncreas, tiroides, etc.
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