Kenia ha pasado por proyectos de ayuda a la inversión tanto de China como de Japón. Hay 50.000 chinos y 700 japoneses viviendo y trabajando en Kenia, pero estos dos grupos asiáticos no se mezclan entre sí, y su conducta y enfoque en los negocios difieren considerablemente. A pesar de que las inversiones chinas son mucho mayores, lo kenianos prefieren la forma japonesa de hacer negocios.
Los kenianos son capaces de distinguir entre japoneses y chinos. Me preguntaba cómo podían diferenciarlos y les pregunté a algunos de ellos. Me dijeron que aquellos que llevan camisas con mangas cortas y pantalones de vestir son japoneses, y que aquellos que visten camisetas para ir al trabajo son chinos. Además, los japoneses juegan al golf en sus días libres, mientras que los chinos se reúnen a beber.
¿Y cómo perciben los japoneses que viven en Kenia a los chinos? Un líder de una empresa de comercio me dijo: “Sólo los chinos se atreven a ir a Kenia a hacer negocios con un maletín desgastado y sin saber nada de inglés”.
La mayoría de los 50.000 chinos están ahí para realizar exploración de oro. Algunos son empleados de empresas estatales y grandes empresas privadas, y otros son hombres de negocios independientes que venden productos chinos para satisfacer necesidades diarias.
Diferentes propósitos
Los datos muestran que hay más de un millón de chinos en África, y la mayoría está involucrado en hacer negocios. Por otro lado, hay menos de 5.000 japoneses en África. Su objetivo es ayudar a que África desarrolle sus sistemas de educación y agricultura así como construcción de hospitales en áreas rurales.
La capital de Kenia, Nairobi, es el hogar de dos oficinas de Naciones Unidas. Adicionalmente, las oficinas para el este y sur de África de la Organización de Aviación Civil Internacional también están ubicadas en Nairobi. Es por ello que Nairobi atrae la inversión de alrededor del mundo, incluida la de China y Japón.
Proyectos de construcción de caminos
En 2008, el gobierno chino comenzó a financiar la construcción de un proyecto de autopista que conecte con la ciudad industrial de Thika, hacia el norte. La autopista fue construida por tres empresas, China Wuyi, SinoHydro y Shengli Oilfield. El costo total fue de 31 mil millones de chelines kenianos (alrededor de U$S 360 millones). La autopista de 50 km extiende la tradicional carretera de dos direcciones y cuatro carriles en una autopista de dos direcciones y ocho carriles e incluye los puentes de autopista más largos del este de África, pasos subterráneos, puentes peatonales, etc. Las empresas chinas construyeron esta autopista en cuatro años.
El mismo año, el gobierno japonés invirtió 2,5 mil millones de yen (U$S 24 millones) para financiar la construcción de la carretera Kileleshw, de 15 km de largo, que atraviesa Nairobi. El plan original era de cuatro carriles, pero los japoneses finalmente lo convirtieron en uno de dos carriles, y les tomó seis años construirlo.
Los medios de comunicación chinos informaron cómo el equipo de construcción chino superó al japonés en completar su proyecto de construcción de carreteras más rápido y mejor. No obstante, la historia resultar ser un poco diferente si uno echa una mirada más de cerca a ambos proyectos.
¿Por qué los japoneses decidieron cambiar el plan de cuatro carriles por uno de dos carriles? El gobierno japonés condujo una investigación y descubrió que a los residentes locales les encanta correr. Es por ello que convencieron al gobierno keniano de convertirla en una carretera de dos carriles, incluyendo espaciosas aceras para que las personas caminen y corran. Al mismo tiempo, construyeron dos diques de drenaje en pendiente de ambos lados para permitir que pequeños animales se escapen de los desagües durante épocas de inundación.
Debido a que la carretera atraviesa el centro de la ciudad, también crearon un monumento para que muchos kenianos puedan recordar y apreciar a Japón por ayudar en este proyecto de carretera.
Según Laban Onditi Rao, vicepresidente de la Cámara Nacional de Comercio e Industria de Kenia en Nairobi, los japoneses contrataron compañías locales para construir la carretera y compraron materia prima local, mientras que los chinos importaron materia prima y mano de obra de China.
China de hecho estaba vendiendo el exceso de suministros en Kenia; y mientras llamaba a su actividad una ayuda, ganaba dinero con ello. En la actualidad, la asistencia y el modelo de inversiones de Japón trajeron mayores beneficios económicos a Kenia, con mejores efectos sociales, dijo el Sr. Rao. Él sugirió que si China pudiera ser más como Japón, emplear más kenianos, utilizar materia prima de Kenia y dejar dinero en Kenia, eso cambiaría la opinión del pueblo de Kenia sobre China.
Xu Jingbo es un reconocido periodista chino que vive en Japón. Es el fundador de ribenxinwen.com, un sitio web chino que informa sobre noticias japonesas. Esta es una traducción resumida del artículo de Xu publicado en su blog personal el 28 de agosto de 2016.
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