Los chinos son conocidos por sus altos índices de ahorro, y por años las empresas occidentales han estado deseando que gasten más y ahorren menos. Pero hay una razón por la que los chinos son tan buenos ahorrando: la imprevisibilidad y la inequidad de su sistema de previsión social.
En la mayoría de los países la gente tiene dos colchones financieros: sus ahorros personales y el sistema de previsión social brindado por el Estado.
Los ahorros personales pueden ser necesarios para realizar grandes compras, tomar vacaciones, educar a los hijos, suplementar los ingresos de jubilación del futuro o cubrir gastos médicos inesperados y emergencias. Se supone que la previsión social provee en tiempos de desempleo, enfermedad y edad avanzada. Con un sistema generoso de previsión social, la gente no necesita ahorrar tanto dinero para cubrir emergencias.
En el pasado, el pueblo chino solía burlarse de los bajos índices de ahorro de los occidentales y de su forma de vivir de sueldo en sueldo. Parecía que los occidentales eran menos pudientes que los chinos y no sabían cómo ahorrar. De hecho, no es que no sepan ahorrar, sino que ahorran mucho dinero en la forma de previsión social.
En la mayoría de los países desarrollados, la previsión social es ubicua. La gente tiene cuentas de jubilación, una variedad de planes de seguro, en los que se incluyen seguros de vida, salud, educación y planes de cuidado de ancianos. Estos son beneficios con los que pueden contar para su disfrute.
En China, la gente raramente considera la previsión social como ingreso personal porque es difícil determinar con qué previsión social cuenta, sólo saben que no es abundante y que no se puede depender de ella como sustituto de los ahorros personales.
Los impuestos deberían financiar programas de previsión social
Por supuesto que el Estado no crea la riqueza y no puede hacerse cargo de la gente por sí solo. Todos los países se apoyan en los impuestos para pagar una variedad de gastos administrativos. Los contribuyentes alimentan el país, no viceversa. El propósito primario y fundamental de los impuestos no es financiar la burocracia, sino proveer de previsión social a la gente.
En los países desarrollados, la mayor parte de la previsión social es para proveer de educación y atención médica, además de subsidios habitacionales, reducción de impuestos para los empleadores y planes de retiro. En Reino Unido, este tipo de gasto es significativo: en 2014 y 2015 representó el 33% del desembolso anual, o el 12,5% del PBI.
La inequidad social china
En los años recientes, la previsión social en China se ha polarizado. La mayoría de la gente siente que la previsión social gradualmente se ha desplazado de brindar apoyo a la clase trabajadora a servir sólo a un pequeño grupo privilegiado.
Por un lado están los millones de trabajadores migrantes que no tienen la garantía de poder tomarse días libres, recibir compensación por horas extra y seguro de previsión social. Por el otro lado están los funcionarios del estado y la gente que trabaja en las empresas estatales, los cuales reciben prestaciones, subsidios y muchos beneficios. Ellos también pueden tener planes de seguro privados además de sus beneficios habituales de previsión social. Los funcionarios del estado todo tipo de beneficios ocultos sobre los que el común de la gente sólo puede soñar, como comida, vestimenta, habitación, transporte, atención médica, educación, pensión y más.
El Diario del Pueblo recientemente publicó un artículo titulado ¿Cuánto dinero hay en tu cuenta de previsión social? El mismo reveló cómo los beneficios para los empleados de las empresas estatales están completamente fuera de control. Por ejemplo, descontados los impuestos, los ingresos anuales de un empleado medio de una institución financiera estatal es de alrededor de 700.000 yuanes (U$S 107.716). Pero sólo el 50 por ciento proviene de su salario y bonificaciones, el resto está constituido de una variedad de beneficios. Su pensión anual es de alrededor de 50.000 yuanes, los subsidios habitacionales y fondos de pensión son de más de 70.000 yuanes, el subsidio de traslado y combustible es de 24.000 yuanes, el reembolso anual de gastos médicos es de 5.000 yuanes, la tarjeta de biblioteca y tasas de viajes son de 20.000 yuanes. Adicionalmente, hay un seguro comercial para compensar cualquier disminución repentina de ingresos luego de la jubilación.
Quiero decirle al régimen chino: “¡No agoten los ahorros de previsión social de la gente! ¡La previsión social pertenece a la gente; son sus ahorros de toda la vida y algo con lo que se debería poder contar! No debería ser vago e impredecible”.
¿Es China pobre o rica?
Cuando se habla sobre reformar o aumentar los beneficios de previsión social, algunos funcionarios del estado responden diciendo que el país está pasando por algunas dificultades financieras. Pero cuando se hacen discursos sobre crecimiento de China, el régimen repentinamente parece ser súper acaudalado. A lo largo de los años, China invirtió en el desarrollo de infraestructura a gran escala, resultando en un exceso de capacidad y un problema de inventario. Además, donamos dinero a países pobres e incluso invertimos mucho en países desarrollados.
Así que, cuando tratamos el tema del sistema de previsión social chino, se dice que el país es pobre, pero cuando se trata de inversiones nacionales y extranjeras ¡el país es rico! Desde mi perspectiva, no es que el país no tenga dinero, sino que al estado no le importa el bienestar de la sociedad e ignora el principio de que su propósito es proveer a la gente de seguridad.
La insuficiencia en el consumo nacional es causada por la ausencia de ingresos disponibles. De hecho, el pueblo chino en realidad no es pobre, es sólo que necesita ahorrar su dinero para atención médica, educación y jubilación. Si el gobierno aumentara los gastos en previsión social, la gente podría reducir los gastos personales en estas áreas y tendría más dinero para bienes de consumo, etc.
China podría andar con menos rascacielos y más seguridad social. No usen el dinero de la previsión social de la gente para crear la imagen de un país poderoso. Un buen sistema de previsión social es la clave para la estabilidad social, la armonía, la ecuanimidad y la justicia. Una reforma del sistema de previsión social es imprescindible para China.
Fan Di es un economista independiente y profesor a tiempo parcial de la Universidad de Beijing y de la Universidad Sun Yat-sen. Obtuvo su Doctorado en la Universidad de California, Berkeley, supervisado por Li Yining de la Universidad de Beijing y por el ganador del Premio Nóbel, Arthur Arkelof. Fan se ha desempeñado como alto ejecutivo y consultor en grandes bancos, empresas y financieras. Esta es una versión abreviada de un artículo publicado el 12 de abril de 2015 en su cuenta pública de la red social WeChat.
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