La presión que ejerce cada persona al escribir, la forma de las letras o la inclinación es única y además de reflejar la personalidad, ofrece información sobre su salud física y mental, según Visually. La esquizofrenia, la enfermedad de Alzheimer y el párkinson pueden detectarse en la escritura.
Si la presión que ejerce una persona sobre el papel cuando escribe es variable podría indicar que tiene la tensión arterial alta.
La escritura propia de los enfermos de alzhéimer es irregular o las letras se emparejan y alternan con temblores en la escritura. Esta enfermedad provoca un deterioro progresivo de las facultades mentales, y por tanto, de la escritura.
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Las diferencias en la inclinación de las letras en una misma frase o en palabras que se usan frecuentemente indican que esa persona no siempre está en contacto con la realidad. Este tipo de escritura es característica de personas que sufren esquizofrenia.
La enfermedad de Parkinson también puede detectarse en la escritura, muy pequeña e ilegible. En ocasiones es tan pequeña que ni el propio enfermo es capaz de leerla.
El estado de ánimo también se refleja en la escritura. Así, por ejemplo, las personas energéticas tienden a ejercer una mayor presión sobre el papel cuando escriben. Producen mucho texto junto, que se ve más oscuro cuando se mira desde lejos. Estas personas también suelen tomarse los asuntos de forma más seria. No obstante, una presión excesiva indica nerviosismo y significa que esa persona reacciona rápidamente a las críticas.
En cambio, la escritura más ligera es característica de personas más sensibles y empáticas pero también refleja falta de vitalidad y energía o cansancio.
Repoducido bajo la licencia Creative Commons. Artículo original aquí.
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