“Si Dios creó el mundo, Él ciertamente se preocupó de no hacerlo fácilmente comprensible para nosotros”, destacó Albert Einstein en una carta enviada a su colega David Bohm, la cual fue subastada el 20 de junio por 84.000 dólares junto a otros documentos del gran científico.
El Premio Nobel de Física no sólo sorprendió al mundo al exponer la teoría de la relatividad, la física cuántica y la gravedad, sino que también demostró profundo interés a la gran inteligencia de Dios cómo creador del Universo. Lo demuestran algunas de la siguientes palabras que escribió o mencionó a sus colegas y amigos.
Carta del 12 de julio de 1925
Con esta fecha Einstein escribió a su amigo el físico italiano Giovanni Giorgi, docente del Instituto Sapienza de Roma y experto internacional en electromagnetismo:
“Dios ha creado el mundo con más elegancia e inteligencia”
Él tenía entonces 46 años, y escribió estas palabras, luego de concordar con su estimado colega, que era imposible aceptar unas fórmulas propuestas por terceros, en las que se trataba de demostrar la existencia del éter. En 2015, este documento fue subastado en un asta de la RR Auction de Boston, según el medio Repubblica.
Hay que recordar que Einstein (1879 -1955), de origen hebreo, nació en Alemania, y se nacionalizó suizo y estadounidense. La carta la escribió en italiano, lengua que él conocía porque cuando era adolescente pasó un año en Pavia, donde firma su primer artículo científico. Además en 1921 pasó tres días en Boloña invitado por el matemático Federico Enriques, para dar conferencias sobre su teoría de la relatividad.
Carta del 4 de diciembre de 1926
Con esta fecha Einstein escribe las siguientes palabras al físico matemático alemán Max Born, según cita la Universidad de Pittsburgh:
«La mecánica cuántica es muy digna de consideración. Pero mi voz interior me dice que aún así todavía no es el camino correcto. La teoría rinde mucho, pero difícilmente nos acerca a los secretos del “Único Padre” (refiriéndose a Dios). Yo, en cualquier caso, estoy convencido de que El no juega a los dados”..
Einstein expuso su teoría de la relatividad, la fórmula E = mc 2, y señaló el quantum de luz, pero en sus últimos años fue muy crítico de sus propios análisis y afirmaciones.
El pensaba que en el futuro su teoría ayudaría a descubrir y desarrollar un nuevo enfoque más geométrico de la relatividad, abarcando la «teoría del campo unificado», dentro de la cual se derivaban los resultados de la nueva teoría cuántica.
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Carta del 21 de marzo de 1942
El documento fue destinado al matemático y físico Cornelius Lanczos, a quien expone su imposibilidad de creer que las cosas ocurran con la lógica de un juego de dados, y que existan estados que sólo se explicarían con la telepatía. La carta, como los demás, se encuentra entre los archivos de Einstein (15-294),
«Parece difícil echar un vistazo a las cartas de Dios. Es como si él jugara a los dados y usara métodos de ‘telepatía‘ (como lo requeriría la teoría cuántica actual), lo que es algo que no puedo creer en ningún momento”.
Einstein mencionó esta frase al analizar la localidad y separabilidad de dos estados de la materia.
Carta del 30 de marzo de 1952
Con esta fecha Einstein escribe al matemático y filósofo Maurice Solovine, sobre la maravillosa natura, manifestada con leyes extremadamente inteligentes. Si bien no menciona la palabra Dios, da entender que detrás de todo existe una gran inteligencia creadora, a la que llama ‘el milagro’. Dice a su vez que este ‘milagro’ no es aceptado por los científicos de la época, menos por los ateos.
“Incluso si los axiomas de la teoría ( de la relatividad de Newton) son definidos por el hombre, el éxito de una construcción de este tipo requiere un alto grado de orden del mundo objetivo, y eso es algo que, a priori, no es en absoluto algo que estemos autorizados a esperar. Este es el ‘milagro’ que se fortalece cada vez más con el desarrollo de nuestro conocimiento».
«Aquí es donde radica la debilidad de los positivistas y ateos profesionales, felices sólo porque tienen la conciencia de haber, con gran éxito, no sólo privado al mundo de los dioses (entgöttert), sino también de los milagros (entwundert). Lo curioso es que debemos estar contentos de reconocer «el milagro»”…”, dice Einstein, de acuerdo al texto citado por la organización Disf.
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Carta de 1951
Einstein envió varias cartas a su amigo y colega, el eminente físico David Bohm, Entre ellas una que dice:
“Si Dios creó el mundo, Él ciertamente se preocupó de no hacerlo fácilmente comprensible para nosotros”.
Este documento junto a otras varias cartas de Einstein fueron subastadas el 20 de junio de 2017 en Jerusalén, en la casa de astas Winner’s Aunction, por un total de 210.000 dólares.
La carta en que menciona a Dios se asignó a un nuevo dueño por $ 84.000, y otra de ellas, en que le dice a su colega que no ha logrado unificar la teoría cuántica con la teoría de relatividad, recibió $50.400.
“Debo confesar que no fui capaz de adivinar cómo se podría lograr la unificación», escribió Einstein, según Israel National News.
La ciencia no elimina a Dios
Una frase célebre de Einstein referida al debate si son compatibles la ciencia con la creencia en Dios, es una en la cual manifiesta que la ciencia no descarta a Dios.
“La ciencia, contrariamente a la creencia generalizada, no elimina a Dios. El físico debe perseguir fines incluso teológicos, ya que tiene que presentarse a sí misma no sólo para conocer la forma en la naturaleza, sino también para saber por qué la naturaleza es así y no de otra manera, con la intención de llegar a entender si Dios tenía antes otras opciones cuando se creó el mundo“, dijo Einstein.
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