En el marco de la VIII edición del Diálogo Estratégico y Económico entre China y Estados Unidos realizado en Pekín, las crecientes disputas por el exceso de capacidad productiva del gigante asiático se han metido de lleno en la agenda.
El exceso de capacidad industrial china ha generado “un efecto enorme en los mercados mundiales”, “especialmente en sectores como el acero o el aluminio”, enfatizó el secretario del Tesoro de EEUU, Jack Lew en una charla con estudiantes de la Universidad Tsinghua, en Pekín.
“Vemos distorsiones en los mercados mundiales”, agregó Lew, que junto con el secretario estadounidense de Estado, John Kerry, se encontraba en la capital del país y afirmó que China corrija este problema es “una preocupación central para la economía global”, como así también para las relaciones entre “Pekín y Washington”.
La sobrecapacidad de producción de acero está impactando desfavorablemente a nivel global, donde China todavía se opone a disminuir su producción por querer conquistar nuevos mercados, ejerciendo una competencia desleal en el mercado, vendiendo sus productos por debajo de los precios internacionales (dumping).
China en 2011 producía un 45% del acero mundial concentrado en empresas estatales alimentadas con subsidios y créditos blandos de bancos del sector público. El enfrentamiento actual aparece en un momento delicado ante una economía mundial estancada y un comercio global que no está en su mejor momento. En los últimos años, China ha sido cuestionada por varias investigaciones por “dumping”, informó la BBC.
Por estas razones, y otras, en la Organización Mundial del Comercio (OMC), Estados Unidos y la Unión Europea (UE) se oponen a concederle a China el estatus de «economía de mercado». El acuerdo de incorporación a la OMC de 2001 incluía una cláusula por la que China recibiría automáticamente, en 15 años, el título de «economía de mercado». En diciembre de 2016 se cumple el plazo, agregó el medio anglosajón.
Gregory Shaffer, director del Centro sobre la Globalización, Derecho y Sociedad de la Universidad de California, en EE.UU., explicó a BBC Mundo que, sumado a la tensión que está generando el debate sobre el estatus de economía de mercado de la nación asiática, “estamos ante un horizonte de guerra comercial abierta en la que los mecanismos de mediación son erosionados de tal modo que pueden volver totalmente irrelevante a la OMC”.
Desempleo en Europa
Europa ha perdido 85.000 empleos relacionados con la siderurgia desde 2008, cerca del 20 por ciento de la fuerza laboral, según la Organización Europea de la Industria del Acero (Eurofer).
Alemania es el séptimo productor mundial de acero y su industria, que emplea a 87.000 trabajadores, ha sentido el impacto de la competencia desleal china. Decenas de miles de trabajadores metalúrgicos alemanes salieron a protestar en abril contra las importaciones baratas de acero del país asiático.
En el Reino Unido, la firma siderúrgica Tata Steel está en negociaciones con el gobierno para evitar un cierre que dejaría a 15.000 trabajadores cesantes. En febrero, más de 5.000 trabajadores de 18 países europeos exigieron en Bruselas que la UE se oponga a que se le conceda status de «economía de mercado» a China.
Ante la creciente presión internacional y cambios internos, el régimen chino anunció en enero que eliminaría unos 400.000 empleos y reduciría la producción de acero en 100 millones de toneladas (casi un 40%) en un período de tres a cinco años, indicó la BBC.
La propuesta del gigante asiático no satisfizo a Estados Unidos, que recientemente aplicó un aumento de casi 300% en impuestos antidumping sobre algunos productos siderúrgicos de origen chino. Con una economía en desaceleración desde hace dos años y un mercado laboral actual menos dinámico, China argumenta que una reconversión del sector le demanda más tiempo, informó el medio londinense.
“Resolver una disputa de esta envergadura en épocas de vacas flacas es un problema adicional que está poniendo en peligro el nuevo orden comercial alcanzado tras la caída del muro de Berlín”, informó BBC.
Repercusiones en Latinoamérica
En América Latina las importaciones de acero chino crecieron un 75% en los últimos años, lo que provocó que países de la región iniciaran 12 demandas por el precio del acero chino.
Las importaciones al país asiático comenzaron a desplazar la producción de acero mundial, afectando las economías de los países de la región. Por ejemplo, Altos Hornos de México (AHMSA), la mayor siderúrgica integrada del país, ya había anunciado a mediados del año pasado una caída de la producción del 20 por ciento, la suspensión de 3.900 millones de pesos (195 millones de dólares) de inversión y el despido de 4.500 empleos directos, a causa de las importaciones desleales.
Por su parte, el CEO de Ternium, Daniel Novegil, cuestionó las prácticas comerciales de China y aseguró que ese país “representa hoy una amenaza para el planeta Tierra, no para la Argentina en particular. Es el mayor receptor de las denuncias de dumping en el comercio mundial”. Novegil afirmó que China «no es una economía de mercado, subsidia la producción de bienes y servicios, y en consecuencia daña a las economías de los países que son receptores de sus bienes subsidiados».
“No tiene que ser tratada como una economía de mercado y las prácticas de dumping y subsidios deben ser combatidas en la Argentina, y en los demás países emergentes, donde las estructuras industriales son particularmente vulnerables», agregó el CEO.
Desilusionados con China
En abril de este año representantes de los principales gobiernos del mundo, junto a representantes de la industria global del acero, se reunieron en Bruselas para abordar la grave crisis que está provocando la sobrecapacidad en la industria siderúrgica. La “Reunión de Alto Nivel sobre Exceso de Capacidad y Ajuste Estructural en el Sector Siderúrgico”, organizada por la OCDE y auspiciada por el Reino de Bélgica, determinó un importante acuerdo de los gobiernos de Canadá, Unión Europea, Japón, México, República de Corea, Suiza, Turquía y los Estados Unidos con respecto a las políticas a seguir en el mercado mundial del acero. China no quiso unirse a esta declaración.
Los productores de acero junto a los representantes de los principales países del mundo han expresado su inquietud ante la negativa de China de no haberse unido a esta declaración conjunta, a pesar de que el gigante asiático produce la mitad de la capacidad mundial de acero y sigue siendo denunciado por sus prácticas desleales.
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