WASHINGTON—El Presidente del Comité Presupuestario del Senado Mike Enzi (R-Wyo.) y cuatro colegas republicanos dicen que es hora de «reiniciar» los «suntuosos» salarios realizados por cientos de empleados de la Oficina de Protección Financiera del Consumidor (CFPB).
«La CFPB es una agencia peligrosamente irresponsable, y su suntuoso gasto en los salarios de los empleados es solo un ejemplo», dijo Enzi el martes en una declaración anunciando el proyecto de ley.
La medida —«La Ley de Equidad de Pagos de la CFPB»— fue copatrocinada por los senadores Thom Tillis de Carolina del Norte, Ben Sasse de Nebraska, John Barrasso de Wyoming, y David Perdue de Georgia.
«Hay poco que los representantes elegidos puedan hacer para supervisar a los burócratas no elegidos a cargo de las operaciones de CFPB, excepto hacer preguntas y esperar obtener respuestas», continuó Enzi.
«La agencia funciona esencialmente con piloto automático, sin tener que rendirle cuentas a ninguna rama del gobierno. Esta legislación de sentido común sería un paso hacia una tan necesaria supervisión y transparencia del CFPB», dijo.
La CFPB fue creada por el presidente Barack Obama y un Congreso demócrata bajo la Ley Dodd-Frank de Reforma de Wall Street y Protección al Consumidor de 2010.
En lugar de ser una agencia del poder ejecutivo sujeta a la supervisión del Congreso, la CFPB responde a la Junta de la Reserva Federal, que también la financia, lo que hace de la CFPB prácticamente una isla reguladora en sí misma, que no responde a ninguna asamblea elegida.
La oficina regula los bancos, las compañías de tarjetas de crédito, las empresas hipotecarias, las sociedades de valores, los cobradores de deudas y otras instituciones financieras que ofrecen productos de consumo.
La senadora Elizabeth Warren (D-Mass.) concibió la CFPB y la propuso por primera vez en 2007 mientras enseñaba en Harvard. Luego se convirtió en asistente de Obama y fue la principal defensora de la CFPB al trabajar con el Congreso durante su creación. Comenzó a servir como senadora junior de Massachusetts en 2013.
El novedoso estatus de regulación y supervisión de la oficina se hizo controvertida desde el día en que abrió sus puertas en 2011 a cargo del exfiscal general demócrata de Ohio, Richard Cordray, quien actuaba como director.
Los salarios extremadamente altos de muchos empleados de la CFPB han sido un blanco particularmente frecuente de los críticos. En 2017, una investigación del equipo de vigilancia de la Fundación de Noticias de Llamadas Diarias (DCNF) encontró que «los salarios fluyen tan generosamente en CFPB que cientos de burócratas allí reciben más que la mayoría de los miembros del Congreso». El pago del Congreso era entonces de 174.000 dólares anuales para la mayoría de los senadores y representantes.
La DCNF también encontró que 201 empleados de la CFPB ganaron más de los 193.000 dólares que entonces se pagaba al líder de la mayoría del Senado Mitch McConnell (R-Ky.) y al líder de la minoría del Senado Chuck Schumer (D-N.Y.).
«Otros 170 empleados de CFPB ganan más que los secretarios de defensa y de estado, el fiscal general y el director de Inteligencia Nacional», dijo el DCNF. Los salarios del gabinete tienen un tope de 199.700 dólares.
Treinta y nueve empleados de la CFPB reciben salarios más altos que los 230.000 dólares que gana cada año el vicepresidente Mike Pence. El salario anual de la entonces presidenta de la Junta de la Reserva Federal, Janet Yellin, era menor que el de 198 empleados de la CFPB, según la investigación del DCNF.
«La CFPB que se debió crear hace mucho tiempo para tener más responsabilidad y supervisión del Congreso y eso de permitir que sus burócratas federales ganen significativamente más dinero que otros trabajadores federales debería terminar inmediatamente», dijo Tillis en la declaración.
«Esta legislación acabaría con este desperdicio sin sentido y aseguraría que los empleados de la CFPB estén bajo la escala salarial federal como cualquier otra agencia del gobierno», según Tillis.
«La gente no debería entrar en el gobierno para ganar dinero rápido», dijo Sasse en la declaración. «El servicio público se trata de servir por un tiempo y mejorar las cosas.
«La CFPB se salió de control y quiere convertirse en nuestra cuarta rama del gobierno. Tenemos que asegurarnos de que los salarios de la CFPB coincidan con los de los funcionarios de otras agencias. Los trabajadores de esta agencia no están por encima de cualquier otro empleado del gobierno».
Perdue describió a la CFPB como «una agencia corrupta que está más enfocada en expandir su poder que en proteger al público». Una y otra vez, la agencia ha descartado la política financiera maliciosa y ha creado nuevas reglas y regulaciones sin ninguna supervisión del Congreso. Ningún regulador debería tener este tipo de autonomía».
El organismo también ha sido duramente criticado por gastar más de 200 millones de dólares en renovaciones del edificio que tomó de la Oficina de Supervisión de Ahorros.
Un informe del Inspector General de la Junta de la Reserva Federal de 2014 dijo que la estimación inicial de renovación de $55 millones de la CFPB se disparó a $95 mil millones y que la agencia también gastó $150 millones en mejoras.
Un informe del Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes de ese mismo año dijo que las renovaciones y mejoras costaron «más por pie cuadrado de lo que costaba construir la Torre Trump World (334 dólares/pie cuadrado), el Hotel y Casino Bellagio (330 dólares/pie cuadrado) y el Burj Khalifa en Dubai (450 dólares/pie cuadrado)».
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