En West Virginia, donde la semana pasada murieron al menos 25 personas a causa de las inundaciones, se esperan aún más tormentas, según indica el Servicio Meteorológico Nacional.
Más de 20 condados se encuentran en alerta de inundación y se advirtió que se esperan tormentas en muchas áreas devastadas por las inundaciones, incluyendo los condados de Kanawha y Nicholas.
Tampoco el pronóstico es alentador para el condado de Greenbrier, donde hasta el momento fallecieron17 personas y las inundaciones todavía tienen que retroceder. Muchos residentes de esas zonas todavía están lidiando con la pérdida de sus hogares y sus seres queridos.
El gobernador Earl Ray Tromblin expresó que aún continúa la búsqueda de algunas personas desaparecidas en el condado de Greenbrier.
El domingo pasado, decenas de residentes de Rainelle permanecían en un refugio a más de 40 km. de distancia del pueblo, en la Iglesia Bautista de Ansted. El gimnasio de la iglesia fue convertido en un refugio –en donde residen alrededor de 129 evacuados- y también en el sitio donde se reciben las donaciones para los afectados de este desastre natural, mientras unos 18.000 hogares y negocios permanecen sin luz.
Las autoridades estatales todavía deben medir el tamaño de los daños y su costo. Se puede tratar de algo similar a la inundación de 1985, cuando hubo daños por unos 570 millones de dólares.
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