Una familia británica pasó su precioso tiempo al aire libre durante el cierre del virus del PCCh limpiando las lápidas de más de 20 desconocidos en el último mes.
Ryan van Emmenis, el propietario de Cleaning Helps, de Cheshire, Inglaterra, y sus tres hijos pequeños han estado trabajando duro para hacerle el bien a otros en medio de la propagación de la pandemia del virus del PCCh (Partido Comunista Chino), conocido comúnmente como el nuevo coronavirus.
En los tiempos en que muchos no pueden visitar las lápidas de sus seres queridos, el servicio de limpieza de lápidas de los cementerios locales de la familia Van Emmenis hace que valga la pena apreciarlo. Ya sea que las lápidas sean nuevas o tengan siglos de antigüedad, el padre de limpieza profesional y sus tres hijos han trabajado duro, al mismo tiempo que presentaban sus respetos a los fallecidos.
Van Emmenis tuvo la idea por primera vez de empezar a limpiar lápidas cuando un amigo publicó una foto de las tumbas de su hermana en las redes sociales, informó The Gazette.
En la foto del amigo se veía una lápida sucia y desgastada, y Van Emmenis sabía que podía hacer algo al respecto. Así que se ofreció a usar el tiempo libre en el que le permitían salir cada día como parte del cierre de cuarentena para ir a limpiar la lápida.
«Pensé que podía más de esto», dijo a la agencia de noticias PA.
Van Emmenis tuvo la idea por primera vez de empezar a limpiar lápidas cuando un amigo publicó una foto de las tumbas de su hermana en redes sociales, informó The Gazette.
En la foto del amigo se veía una lápida sucia y desgastada, y Van Emmenis sabía que podía hacer algo al respecto. Así que se ofreció a usar el tiempo libre en el que le permitían salir cada día como parte del cierre de cuarentena para ir a limpiar la lápida.
«Pensé que podía hacer esto más», dijo a la agencia de noticias PA.
Van Emmenis dijo que cuando sale a caminar, se encuentra con algunas iglesias que tienen «algunas lápidas antiguas y lápidas». Él planeó llevar un pequeño cepillo y algunos productos de limpieza y ayudar a limpiar «un poco cada día» en sus cortos descansos. Él pasa alrededor de una hora cada día en cada lápida, lo que puede tomar unas cuantas sesiones por piedra para limpiar completamente.
«Usted ve los resultados y dice: ‘oh, esto es genial’, así que solo quise seguir haciéndolo», dijo.
Los tres hijos de Van Emmenis —Brooke, de 12 años, Lana, de 4, y Larsson, de 3— han encontrado una manera de involucrarse en este acto de bondad.
Los niños no manejan ningún producto de limpieza profesional cuando ayudan a su padre. Sin embargo, mientras Van Emmenis ordena todo, los pequeños expertos en ciernes trabajan en cepillar las lápidas mientras aprenden de su padre sobre el respeto a la historia y a los que han fallecido.
«Hay que respetar el hecho de que es un miembro de la familia de alguien, son los recuerdos de alguien», dijo.
«Usted se tiene que asegurar que está usando los productos adecuados y que está siendo cuidadoso y delicado con ellos», añadió. «Algunas de estas lápidas que estoy limpiando tienen más de 100 años».
Van Emmenis dijo a la agencia de noticias que la gente se ha acercado a él para agradecerle el que haya podido limpiar las lápidas de sus seres queridos; algunos incluso dijeron que no pudieron pasar por aquí y prestarles la debida atención desde hace tiempo.
«Cuando una tumba está opaca y tiene algas y no se puede leer», dijo, «nadie parece dedicarle mucho tiempo si no conoce a la persona».
«Una vez que se ha limpiado una de estas tumbas, se nota mucho, lo que significa que la gente se detiene y toma un momento para leer y recordar a estas personas», añadió.
«Un poco de paciencia, cuidado y atención y un cepillo de cerdas suaves [sic] con un poco de agua j con jabón harán un trabajo fantástico», dijo Van Emmenis al medio de comunicación.
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