Estados Unidos inculpó a China de no querer consensuar acciones urgentes para resolver la crisis global del sector acerero. Asimismo, la Comisión Europea junto a otros países, criticaron la sobrecapacidad de producción del gigante asiático durante la reciente reunión en Bruselas, informó El Periódico de México, el 20 de abril.
Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea, Japón, México, Corea del Sur, Suiza y Turquía pidieron este martes, a través de una declaración conjunta, establecer en calidad de urgente acciones para frenar la crisis acerera. Según un comunicado firmado por los representantes de estos países y emitido por el Departamento de Comercio estadounidense, es necesaria una reestructuración del sector impulsada por el mercado, agregó este medio.
Un día antes, ante la crisis mundial del acero y con el fin de evitar una guerra comercial entre las economías, se realizó una reunión en Bruselas auspiciada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). El encuentro no llegó a grandes acuerdos, ya que los Estados Unidos y Bruselas acusaron a China de ser el causante de la crisis mundial del acero, mientras que este último país negó sus acciones.
Robert Holleyman -representante adjunto de Comercio de Estados Unidos- señaló en rueda de prensa que la capacidad de producción de su país se ha mantenido en línea con la demanda doméstica, según citó El Comercio de Perú el 18 de abril. No obstante, la producción china «ha superado ampliamente su demanda nacional» y la diferencia entre ambas fue de 400 millones de toneladas netas en 2015, «tres veces la capacidad de EEUU».
Por su parte, la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström, puntualizó que la industria del acero -que en la Unión Europea representa el 1,3 % del PIB- emplea a 340.000 personas altamente capacitadas, además de haber hecho «considerables esfuerzos para modernizarse», citó el mismo medio peruano. No obstante, dijo que «especialmente las masivas importaciones de acero de China golpean a Europa muy duramente y el precio ha caído un 14 % en los últimos años».
Malmström explicó que el problema crucial es la implicación de los Estados y la ayuda estatal frente a las necesidades del mercado, lo que genera incentivos para sobre producir, por lo que que los gobiernos no deben subsidiar ni mantener compañías inviables y deben cumplir las obligaciones que establece la Organización Mundial del Comercio (OMC) sobre los subsidios.
En un comunicado del 13 de abril las asociaciones del acero en México, Estados Unidos y Canadá expresaron su firme apoyo a las declaraciones realizadas por los gobiernos pertenecientes al Tratado del Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), pidiendo «medidas efectivas e inmediatas por los gobiernos de los principales productores de acero para abordar el problema del exceso de capacidad global”.
Las asociaciones expresaron que «una de las consecuencias más importantes del exceso de capacidad mundial de producción del acero ha sido los altos niveles de importación hacia Norteamérica en los últimos años. A medida que la demanda ha bajado en varias partes del mundo, particularmente en China, nuestra región se mantiene como la única en donde el balance comercial del acero es negativa y es cada vez mayor».
«Es importante tomar medidas para hacer frente al daño causado por estas importaciones, muchas de las cuales son objeto de dumping y/o subsidiados», agregaron. En 2015 las importaciones no pertenecientes al TLCAN obtuvieron el 22 por ciento del mercado norteamericano, superior al 21 por ciento que se presentó en el 2014, mientras que la producción de acero líquido en la región bajó 9.3 por ciento, informaron.
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