Las ventas globales del gigante automotor alemán Volkswagen bajaron en 2015 por primera vez desde 2002, como efecto del escándalo de los motores trucados y la ralentización del mercado chino.
La marca Volkswagen del grupo del mismo nombre, afectada por el escándalo del diésel y por la debilidad del mercado chino, acusó en diciembre un retroceso de sus ventas del ocho por ciento y del cinco por ciento durante el año 2015, dictan las cifras divulgadas el viernes.
En Brasil, las ventas disminuyeron en un 38 por ciento.
La marca VW vendió 5,82 millones de vehículos en el mundo el año pasado, con una caída anual del 5 por ciento en el mercado chino, y del mismo orden en Estados Unidos, de acuerdo a estos datos.
A nivel global, es el primer descenso de sus ventas en 13 años.
A nivel del grupo Volkswagen en su conjunto, que cuenta con 12 marcas y fabrica cerca de 300 modelos, las ventas cayeron 2 por ciento en 2015 respecto al año anterior.
El grupo, sociedad matriz de marcas Volkswagen, Audi o Porsche, vendió 9,93 millones de vehículos en 2015, volviendo a pasar por debajo de los 10 millones de unidades, barrera superada por primera vez el año precedente.
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El retroceso de las ventas mundiales es del cinco por ciento para el mes de diciembre según estas cifras.
El grupo Volkswagen con 12 marcas que fabrica unos 300 modelos aceptó en septiembre que los motores diésel de 11 millones de vehículos en el mundo, fueron equipados con un programa que podía alterar los resultados de los controles de polución.
Un poco menos de 600.000 coches afectados se encuentran en Estados Unidos, donde el escándalo estalló.
A inicios de enero el Departamento de Justicia de Estados Unidos y la Agencia de medio ambiente (EPA) se querellaron contra el gigante del automóvil alemán por este escándalo.
«Cerca de 10 millones de automóviles vendidos. Se trata de un excelente resultado, teniendo en cuenta una situación difícil en ciertas regiones y el tema del diésel en el último trimestre», expresó en un comunicado el director ejecutivo de Volkswagen Matthias Müller.
Müller reconoció que el año que empieza conllevará varios retos para la empresa, refiriéndose a la necesidad de «volvernos más eficientes en aras de un futuro lleno de éxitos».
A estos retos se suma la situación en Estados Unidos, donde dos fiscales estimaron el viernes que VW no ha apoyado en diferentes sitios del país en los estudios sobre la tecnología empleada para falsear la cantidad de gases contaminantes emitidas por sus autos diésel.
La empresa no cumple totalmente con sus promesas de colaborar, dijeron en un comunicado los fiscales generales de Nueva York y Connecticut, que lideran las investigaciones en más de 40 estados que son paralelas a las del gobierno federal.
«Nuestra paciencia con Volkswagen se está agotando», remarcó el fiscal general de Nueva York Eric Schneiderman.
Además, cabe la posibilidad de que el constructor automotor alemán deba comprar nuevamente a sus propietarios unos 115.000 autos con motor trucado en Estados Unidos, según indicó el jueves el diario alemán Süddeutsche Zeitung.
En Europa, Volkswagen iniciará este mes el gigantesco llamado a revisión de 8,5 millones de vehículos por un coste relativamente modesto, de unos 500 millones de euros.
Pero el constructor aún no ha llegado a un acuerdo con las autoridades de Estados Unidos, donde las reglas sobre emisiones son más rígidas.
El viernes, la acción de Volkswagen aumentó 0,09 por ciento en Fráncfort, luego de perder 14 por ciento esta semana y 30 por ciento desde septiembre.
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