Virus del papiloma humano masculino: lo que hay que saber

Durante el año 2011, pese a los informes encontrados de reacciones adversas a la vacuna contra el virus del papiloma humano genital (HPV), y a que las pruebas en el ser humano no han concluido, éstas se aplicaron en muchos países. Los jóvenes se preguntarán que significa el papiloma virus masculino.

De acuerdo al Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, el virus del HPVse propaga por las relaciones sexuales con alguna persona portadora del virus, por lo que se descartan las personas que no han tenido relaciones o juegos sexuales.

A algunos de estos virus del PVH se les asocian incidencias de cáncer y éste riesgo se aplica tanto a quienes practican relaciones extra genitales normales, como también a las anales u orales.

Principales síntomas

Hay más de 40 tipos de virus del PVH, y la mayoría de ellos sólo producen el síntoma más común: unas verrugas no dolorosas en la zona genital. Estas aparecen días o semanas después del contagio.

• Las verrugas se manifiestan en el 1% de los varones que son sexualmente activos, al menos una vez en su vida.
• Pueden aparecer en el pene, testículos, muslos, ingle o ano.
• Tienen forma plana, elevadas, se asemejan a una coliflor y pueden estar solas o en grupo.
• Su tratamiento es con medicamentos, aunque también pueden extirparse o destruirse por congelación.
• “De no ser tratadas, las verrugas genitales pueden desaparecer por sí solas, mantenerse igual o crecer (en número o en tamaño). Las verrugas no se convertirán en cáncer”, señala el CDC.
• No hay vacunas que prevengan la enfermedad para quienes ya son portadores del virus.
• Las verrugas no se transforman en cáncer, confirma el CDC.

¿Quiénes tienen mayor riesgo?

Otro efecto de algunos VPH, es la aparición de cáncer en pene, ano y cavidad bucal. Afecta a las personas que son sexualmente activas y su incidencia aumenta entre aquellas personas que no tienen una pareja estable, tienen relaciones sexuales no genitales; como es el caso de relaciones anales y orales, o entre quienes tienen relaciones homosexuales masculinas.

En el caso de personas con relaciones sexuales genitales estables entre hombre y mujer, la incidencia de tener verrugas disminuye y se evita la propagación.

Cáncer de pene

• 135 de cada 100 millones de personas sexualmente activas contrae cáncer de pene en Estados Unidos cada año.
• El pene cambia de color, se engruesa la piel o crece el tejido propio del pene.
• En signos avanzados, aparece una masa o una úlcera, no dolorosa en la mayoría de los casos, pero que a veces puede sangrar y doler.
• Se pueden tratar con cirugía, radioterapia y quimioterapia y a menudo se combinan dos de esos tratamientos.
• No existe cura, solo pueden tratarse los síntomas y problemas asociados.

Cáncer de ano

• En Estados Unidos, cada año, 500 de cada 100 millones de hombres contraen cáncer en la región anal.
• Se produce en personas que tienen relaciones sexuales anales.
• En los hombres que tienen relaciones homosexuales la incidencia aumenta un 17%.
• Sus síntomas son: sangrado, dolor, picazón o flujo del ano.
• Puede haber inflamación de los ganglios linfáticos.
• Pueden producirse cambios en la frecuencia de las deposiciones y en las heces.
• Se pueden tratar con cirugía, radioterapia, quimioterapia aunque a menudo se combinan dos de esos tratamientos.
• No existe cura, solo pueden tratarse los síntomas y problemas asociados.

Cáncer oral

• 1800 de cada 100 millones de habitantes sexualmente activos tienen cáncer oral asociado al VPH, cada año en Estados Unidos.
• Se presenta desde la cavidad bucal posterior hasta la garganta, en la base de la lengua y en las amígdalas.
• Algunos casos se confunden con lesiones por el tabaco y alcohol.
• Presentan cáncer quienes mantienen relaciones sexuales no genitales, en este caso orales.
• Las personas sufren de dolor de garganta o de oído que no desaparece, tos constante, dolor o problemas al tragar o respirar.
• Pérdida de peso, ronquera o cambios de voz de más de dos semanas, o sentir una masa en el cuello.
• Se pueden tratar con cirugía, radioterapia, quimioterapia aunque a menudo se combinan dos de esos tratamientos.
• No existe cura, solo pueden tratarse los síntomas y problemas asociados.

Prevención

La mejor prevención es la vieja receta de mantener relaciones sexuales con una pareja estable, ya que el virus se contrae casi de manera exclusiva con el contagio sexual o con tocar las zonas genitales afectadas. Aunque se han informado casos de transmisión por vía del parto, éstos no están informados en las incidencias del CDC de Estados Unidos.

“La única manera segura de prevenirlo es no tener relaciones sexuales”, señala CDC.

En el caso que su pareja tenga verrugas puede esperar hasta que estas sean tratadas y realizarse ambos exámenes para descartar otras enfermedades de transmisión sexual como VIH.

“Las personas que  han tenido una sola pareja sexual en toda su vida pueden contraer el VPH si su pareja estaba infectada por el VPH”, agrega CDC, pero en esos casos el virus no será propagado y se puede recurrir a los tratamientos médicos.

Vacunas

Existe una vacuna que sirve para los 4 virus más comunes de los cuarenta virus conocidos, pero no cura a quien ya está enfermo o contagiado, informa el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos

En el caso de personas que se mantienen sin tener relaciones sexuales no sería necesaria, según informa dicho organismo.

La vacuna puede ayudar a prevenir a personas que no tienen cáncer y que no son portadoras del virus, pero que tienen relaciones homosexuales, anales y orales.

Esta vacuna produce síntomas en uno de cada 100 personas, según el portal Vacunación en Argentina, y éstos incluyen: fiebre, dolor, enrojecimiento, hemorragia y picazón.

Hay que considerar además que según la Asociación Española de Personas Afectadas por la Vacuna del Papiloma Humano, (AAVP) -una de las asociaciones preocupadas por los efectos adversos- la vacuna provoca síntomas como convulsiones, alteraciones de la marcha, mareos, parálisis de partes del cuerpo entre otras.

La razón de esto puede ser porque los ensayos sobre la vacuna no han podido ver el efecto en la prevención del cáncer, ya que éste tarda mucho en desarrollarse, indica AAVP.

«Hay posibilidades reales, comprobadas, de cortar el proceso antes de que el cáncer se desarrolle, tanto mediante la inmunidad natural como con el cribado de lesiones precancerosas y su tratamiento”, explica AAVP.

El ensayo con la vacuna que ha tenido más tiempo de seguimiento de la enfermedad ha sido, hasta ahora, de 6 años y tan solo 3 años en otros estudios.

«Dado que el cáncer que se pretende prevenir tarda a veces 30, 50 o más años en desarrollarse, la brevedad de los ensayos es obvia. Por tanto, hará falta aún bastante tiempo para ver si las personas vacunadas en los ensayos clínicos desarrollan o no menos cánceres que las no vacunadas. En países como España, con una incidencia tan baja del problema, esperar debería ser la conducta lógica”, concluye AAVP.

El Nobel de Medicina Richard J. Roberts, aseguró en una entrevista al medio Vanguardia, que la industria farmacéutica tiene grandes intereses financieros, y no todos están en el interés de la cura de las enfermedades, sino en volverlas crónicas con medicamentos rentables. Hay curas más eficaces para ciertas patologías y con menos riesgos que no se han podido patentar.