La policía en China generalmente no puede portar armas automáticas. La excepción es la Policía Armada del Pueblo. Esta fuerza paramilitar a menudo es usada por funcionarios corruptos para llevar a cabo el trabajo sucio. Esto incluye la expropiación forzada de terrenos a los granjeros, la represión a disidentes chinos y el ataque a las minorías étnicas.
Pero según un informante en Beijing dentro de los cuarteles de la Policía Armada del Pueblo, podría estar llegando un cambio. El líder del Partido Comunista Chino, Xi Jinping, está preparándose para poner la fuerza bajo su comando en la próxima ola de su campaña anti corrupción.
Con el control de la fuerza paramilitar, Xi Jinping se acercaría aún mas a su objetivo de hacer caer a Jiang Zemin, el ex líder del partido comunista. Jiang tramó una cultura de corrupción en China y estuvo a cargo de violaciones a los derechos humanos en gran escala.
La Policía Armada del Pueblo está aún bajo la facción de Jiang, aunque su control fue debilitado por el arresto de un alto aliado, el ex zar de la seguridad, Zhou Yongkang, quien fue sentenciado a cadena perpetua en 2015.
La fuerza paramilitar ha estado también profundamente ligada a los abusos y luchas de poder de Jiang. Los funcionarios del partido comunista movilizaron unidades en 2012 para interceptar a un exiliado y facilitar un intento de golpe. La Gran Época también informó que la Policía Armada del Pueblo, como también otras organizaciones del partido comunista, estuvieron involucradas en hospitales donde se usaban prisioneros de conciencia (a menudo practicantes de Falun Gong) como fuentes vivas de trasplante de órganos.
La fuente en Beijing dice que varios departamentos de la fuerza paramilitar recibieron notificación de que Xi pasará una enmienda legal en marzo, que lo pondrá bajo el ejército del régimen. La fuerza ahora recibe órdenes del ejército y del Consejo del Estado.
Como Xi es el comandante en jefe del ejército, la policía armada estará directamente bajo su orden. Su separación del Consejo del Estado significará que los funcionarios chinos ya no podrán usarlo para su propio beneficio.
Una lucha por el control
En febrero de 2002, una fuerza policial de la Policía Armada del Pueblo de Chongqing rodeó al consulado estadounidense en Chengdu. Allí intentaba desertar un hombre llamado Wang Lijun. Wang era secuaz de Bo Xilai, el ex secretario del partido de Chongqing y leal de Jiang. Fue justamente Bo Xilai quien estuvo detrás de la movilización policial. El 20 de marzo, el antes mencionado zar de la seguridad de Jiang, Zhou Yongkang, aparentemente puso tropas policiales cerca de Zhongnanhai, los edificios centrales chinos, en un intento fallido de golpe de Estado.
En discursos recientes, Xi Jinping acusó a Bo, Zhou y otros socios de Jiang de estar implicados en conspiraciones políticas para «destruir y dividir» al partido comunista. La enmienda propuesta, si se aprueba, disminuirá mucho la probabilidad de otro golpe armado.
La fuente en la Policía Armada del Pueblo también dijo que Xi «básicamente ha limpiado» elementos de la facción de Jiang en el alto liderazgo de la Policía Armada del Pueblo. Mencionó la investigación de Wang Jianping, un ex comandante paramilitar, aliado de Zhou Yongkang. Aunque no hay anuncios oficiales sobre una investigación a Wang, el periódico en inglés de Hong Kong, South China Morning Post, reportó su arresto a fines de agosto.
La Policía Armada del Pueblo tiene oficialmente la tarea de controlar las fronteras y el trabajo contra incendios, así como también el control de disturbios y el contraterrorismo. La fuerza cuenta con más de 600.000 efectivos y está equipada con armas automáticas, automóviles blindados y helicópteros.
Cuando Zhou Yongkang era el zar de seguridad entre 2007 y 2012, frecuentemente se movilizaban las fuerzas paramilitares para perseguir a los practicantes de Falun Gong, una disciplina espiritual tradicional china. En un informe actualizado, investigadores de la sustracción de órganos en China encontraron que varios hospitales y médicos de la Policía Armada del Pueblo participaron del horrendo crimen de la sustracción de órganos a personas vivas.
Xi Jinping ha cambiado de posición y purgado a muchos altos rangos de la Policía Armada del Pueblo que entraron cuando Jiang era la figura dominante en la política china. Tan sólo en últimos dos años, doce altos oficiales, 11 generales mayores y un lugarteniente general, fueron removidos de su cargo. Y en las vísperas de un importante cónclave en octubre, la prensa china del exterior informó sobre más purgas.
La información de que Xi pronto tendrá control completo sobre los paramilitares del régimen, se da en un contexto de declaraciones y revelaciones que parecen dirigidas a dejar el camino libre a una movida contra el mismo Jiang Zemin.
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