El fiscal estadounidense que investiga la defectuosa investigación de contrainteligencia sobre la campaña de Donald Trump fue nombrado fiscal especial en octubre, dijo el 1 de diciembre el fiscal general William Barr.
Barr ordenó al fiscal federal John Durham el año pasado que hiciera una revisión de la investigación. La revisión de Durham luego se convirtió en una investigación criminal, que sigue en curso.
En una orden del 19 de octubre que se acaba de hacer pública, Barr escribió que «a la luz de circunstancias extraordinarias relacionadas con estos asuntos, el interés público justifica que el Sr. Durham continúe esta investigación de conformidad con los poderes y la independencia que le otorgan las regulaciones de los fiscales especiales».
El nombramiento de Durham le otorga la autoridad para investigar si algún funcionario federal, empleado o cualquier otra persona o entidad violó la ley en relación con actividades dirigidas a las campañas presidenciales de 2016, personas asociadas con las campañas y la administración del presidente Donald Trump.
La autoridad no se limita a Crossfire Hurricane, el nombre en clave del FBI para la investigación de contrainteligencia en la campaña de Trump, pero la incluye. También incluye la investigación realizada por el exfiscal especial Robert Mueller.
Si Durham «cree que es necesario y apropiado», está autorizado para procesar los delitos federales que surjan de su investigación.
Durham también emitirá un informe final a Barr, e informes provisionales que considere oportunos, «en una forma que permitirá la difusión pública», según la orden.
Barr citó los artículos 509, 510 y 515, del Código 28 de EE.UU. que establecen, en parte, que el fiscal general “puede, de vez en cuando, tomar las disposiciones que considere apropiadas para autorizar el desempeño por cualquier otro funcionario, empleado o agencia del Departamento de Justicia de cualquier función del Fiscal General”.
«Decidí que lo mejor sería nombrarlo bajo la misma regulación que cubría a Bob Muller, para brindarle a Durham y a su equipo alguna seguridad para que pueda completar su trabajo independientemente del resultado de las elecciones», le dijo Barr a Associated Press.
Barr fue visto entrando a la Casa Blanca en Washington el martes por la tarde. Además, no ha hablado con el público desde el día de las elecciones.
Barr envió el martes una carta a los presidentes y miembros de alto rango de los comités judiciales del Senado y de la Cámara de Representantes, notificándolos sobre el nombramiento de Durham como abogado especial.
Dijo que estaba proporcionando la notificación «habiendo determinado previamente que era de interés público notificar el cambio, dada la proximidad a las elecciones presidenciales».
El trabajo de Durham ha avanzado entre bastidores desde mayo de 2019. Su equipo rara vez ha filtrado o anunciado contenido sobre su investigación.
La única persona acusada hasta ahora en la investigación criminal de Durham, el exabogado del FBI Kevin Clinesmith, se declaró culpable en agosto. Clinesmith modificó un correo electrónico de la CIA para afirmar que Carter Page, un asociado de campaña de Trump, no era un activo de la CIA a pesar que la agencia había declarado que sí lo era.
Después de la declaración de culpabilidad, Barr dijo que sobre él podían pesar más cargos criminales.
Page demandó al FBI, al Departamento de Justicia y al exdirector del FBI James Comey la semana pasada, alegando irregularidades en la forma en que lo espiaron. Un inspector general del Departamento de Justicia encontró que las órdenes enviadas a un tribunal secreto, para espiar a Page, estaban plagadas de errores, aunque no pudo probar la intensión tras la emisión de las órdenes.
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