El Partido Comunista Chino (PCCh) está «impulsando» la guerra de Rusia contra Ucrania y Moscú «tendría dificultades» para mantener su ataque sin el apoyo chino, declaró el 26 de abril el secretario de Estado Anthony Blinken antes de partir de China, poniendo fin a su viaje de tres días.
Este fue el segundo viaje del Sr. Blinken a China en menos de un año, y en ambas ocasiones mantuvo conversaciones cara a cara con Xi. Antes de concluir su último viaje, el secretario de EE.UU. también se reunió con el máximo diplomático del PCCh, Wang Yi, el ministro de Seguridad Pública, Wang Xiaohong, y el jefe del PCCh de Shanghái, Chen Jining.
El viaje del Sr. Blinken forma parte de los continuos esfuerzos de la Administración Biden por relacionarse con el PCCh, con el objetivo de aprovechar la comunicación cara a cara para evitar conflictos involuntarios. Coincidentemente, el viaje se produce en un momento en el que el Congreso ha vuelto a prestar atención a las campañas en curso de China para infiltrarse en diferentes aspectos de la sociedad estadounidense a través de la guerra política.
Las conversaciones con las partes chinas fueron «francas» y «constructivas», dijo el Sr. Blinken en una conferencia de prensa al concluir su visita el viernes.
Como uno de los logros de sus tres días de conversaciones en Beijing, Estados Unidos y China celebrarán los primeros diálogos sobre inteligencia artificial «en las próximas semanas», dijo Blinken. «Compartiremos nuestros respectivos puntos de vista sobre los riesgos y preocupaciones de seguridad en torno a la IA avanzada y la mejor manera de gestionarlos».
Ayuda de China a Rusia
La ayuda de China a la industria de defensa rusa ocupa un lugar destacado en la agenda de Blinken. El Sr. Bliken dijo que durante las reuniones con funcionarios chinos, reiteró su «grave preocupación por el hecho de que la República Popular China proporcione componentes que están alimentando la brutal guerra de agresión de Rusia contra Ucrania», utilizando el acrónimo del nombre oficial de China, la República Popular China.
«Rusia tendría dificultades para mantener su asalto a Ucrania sin el apoyo de China», afirmó.
Funcionarios estadounidenses han renovado su preocupación por el apoyo de China a los esfuerzos bélicos de Rusia, afirmando que Beijing está enviando máquinas herramienta, chips y otros materiales que tienen usos tanto civiles como militares para ayudar a reconstruir el sector de defensa de Moscú. La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, advirtió que Estados Unidos está dispuesto a sancionar a empresas e instituciones financieras chinas si facilitan el flujo de material militar a Rusia, aunque ha dicho que nada es inminente.
El PCCh ha negado hacerlo, pero mantiene estrechas relaciones con Moscú. El presidente ruso, Vladimir Putin, ordenó la invasión de Ucrania el 24 de febrero de 2022, menos de tres semanas después de que él y Xi declararan una asociación «sin límites». A principios de este mes, Xi se reunió con el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergey Lavrov, en una muestra de solidaridad entre los dos vecinos. Putin confirmó el jueves que visitaría China en mayo.
«China es el principal proveedor de máquinas-herramienta, microelectrónica, nitrocelulosa, que es fundamental para la fabricación de municiones y propulsores de cohetes, y otros productos de doble uso que Moscú está utilizando para impulsar su base industrial de defensa», dijo a los periodistas.
«Alimentar la base industrial de defensa de Rusia no solo amenaza la seguridad ucraniana, sino también la europea».
Exceso de capacidad
Bliken también criticó las prácticas comerciales desleales de China y su exceso de capacidad industrial, que ha amenazado a empresas y trabajadores de Estados Unidos y otros países.
«Solo China está produciendo más del 100% de la demanda mundial» de productos como paneles solares, vehículos eléctricos y las baterías que los alimentan, «inundando los mercados, socavando la competencia [y] poniendo en riesgo los medios de subsistencia y las empresas de todo el mundo», dijo Blinken, describiendo la tendencia como «una película que ya hemos visto antes».
«Sabemos cómo acaba: con el cierre de empresas y la pérdida de puestos de trabajo estadounidenses. El presidente Biden no permitirá que esto ocurra bajo su mandato», afirmó. «Haremos lo necesario para garantizar que los trabajadores estadounidenses puedan competir en igualdad de condiciones».
Durante una visita similar a China a principios de este mes, Yellen también se enfrentó a altos funcionarios chinos por el exceso de capacidad industrial del país, una cuestión que, según dijo, se ha convertido en una de las principales preocupaciones de Washington, Bruselas y algunos mercados emergentes como Nueva Delhi. La secretaria del Tesoro dijo el jueves que para abordar el problema no «quitaría nada de la mesa de negociación».
Blinken subrayó que las medidas de EE. UU. no pretenden «frenar el desarrollo de China».
«Queremos que la economía de China crezca, pero la forma en que China crece importa».
Conversaciones bilaterales
Según una nota china de la charla Xi-Blinken, Xi dijo al diplomático estadounidense de visita que las dos naciones deben ser «socios, no rivales», un comentario que contrasta con los comportamientos agresivos del PCCh en todo el mundo. Los críticos han señalado que el comportamiento de China pretende anular el actual orden internacional basado en normas liderado por Estados Unidos.
Al parecer, Blinken dijo a Xi que Estados Unidos no buscaría una «nueva Guerra Fría», según la nota china. En el momento de redactar este reporte, el Departamento de Estado no había publicado ningún comunicado sobre la reunión entre Xi y Blinken.
El Sr. Wang, dirigiéndose al Sr. Blinken, advirtió a Estados Unidos que no «interfiriera en los asuntos internos de China» y que no traspasara «los límites de China en materia de soberanía, seguridad e intereses de desarrollo de China», según el Departamento de Estado.
Durante años, el PCCh ha desviado las críticas internacionales a sus políticas hacia Taiwán, Hong Kong, Xinjiang y Tíbet, argumentando que son «asuntos internos». El régimen chino también ha legitimado su objetivo de apoderarse de Taiwán, una democracia autogobernada con un gobierno elegido democráticamente, como parte de sus «intereses centrales».
El Sr. Blinken dijo a su homólogo chino que ambas naciones necesitaban una «diplomacia activa». «Somos lo más claros posible sobre las áreas en las que tenemos diferencias, como mínimo para evitar malentendidos, para evitar errores de cálculo», añadió.
Presos políticos
Durante la rueda de prensa del viernes, Blinken afirmó que durante las conversaciones surgieron cuestiones relacionadas con los derechos humanos en China.
«Planteé los casos de los ciudadanos estadounidenses detenidos injustamente y de los que tienen prohibido salir del país», dijo. «El presidente Biden y yo no descansaremos hasta que estén de vuelta con sus familias, donde pertenecen».
Uno de los estadounidenses detenidos actualmente es Mark Swidan, un empresario de Texas que lleva detenido injustamente en China desde 2012. Fue condenado a muerte con un aplazamiento de dos años en 2019 tras ser acusado de delitos relacionados con drogas. Una corte china denegó su apelación y confirmó la sentencia en abril del año pasado.
«También planteo mi preocupación por la erosión de la autonomía y las instituciones democráticas de Hong Kong, así como por la represión transnacional, los continuos abusos contra los derechos humanos en Xinjiang y el Tíbet, y una serie de casos individuales de derechos humanos», añadió Blinken.
Días antes del viaje del Sr. Blinken, más de 40 organizaciones de la sociedad civil, entre ellas Campaign for Uyghurs, Hong Kong Watch, Safeguard Defenders y Friends of Falun Gong, emitieron una declaración conjunta en la que decían al Sr. Blinken que «las palabras enérgicas por sí solas» no bastarán para obligar a China a cambiar su entorno de derechos humanos.
«Los derechos humanos no deben desvincularse del comercio y Estados Unidos no debe aceptar las atroces y continuas violaciones de los derechos humanos por parte de Beijing a cambio de promesas que Beijing incumplirá inevitablemente», dice la declaración.
Las organizaciones afirmaron que Blinken debería aprovechar su viaje a China para «pedir la liberación de todos los presos políticos» en China, Hong Kong, Xinjiang y Tíbet.
Blinken también debería «imponer sanciones selectivas contra funcionarios chinos y de Hong Kong por violaciones de los derechos humanos», según la declaración.
En el último informe sobre derechos humanos en China del Departamento de Estado, publicado el 22 de abril, figuraban numerosos presos políticos, entre ellos el médico uigur jubilado Gulshan Abbas, el abogado chino de derechos humanos Gao Zhisheng, el monje budista tibetano Go Sherab Gyatso, el periodista ciudadano chino Zhang Zhan y el practicante de Falun Gong Zhou Deyong.
El informe también hablaba de las operaciones encubiertas chinas para silenciar y castigar a los críticos en Estados Unidos y en otros lugares, desplegando tácticas que incluyen el acecho y el hostigamiento.
En su anterior viaje a China en 2023, el Sr. Blinken dijo que sacó a relucir las violaciones de los derechos humanos por parte de China en Xinjiang, Tíbet y Hong Kong. Desde entonces, sin embargo, no parece que el régimen chino haya hecho ningún cambio de política para abordar las preocupaciones de Estados Unidos.
«Destrucción de nuestro país»
El Comité de Supervisión y Rendición de Cuentas de la Cámara de Representantes celebró el 17 de abril una audiencia centrada en la guerra política del PCCh contra Estados Unidos.
«¿Qué es el PCCh? Es el régimen autoritario gobernante de China. Mientras esclaviza a su propio pueblo en campos de trabajos forzados en China, también se dedica descaradamente a docenas de formas de guerra contra Estados Unidos. Cada táctica de guerra busca la destrucción de nuestro país», dijo el representante James Comer (R-Ky.), presidente del comité, en la audiencia.
El Sr. Comer dio una larga lista de objetivos en los que el PCCh ha estado tratando de infiltrarse, incluyendo la agricultura, los negocios, las escuelas K-12, universidades, instituciones de investigación, tecnología, industria de defensa, infraestructura crítica, medios de comunicación, redes sociales, Silicon Valley, y Wall Street.
El PCCh está utilizando sus redes de «frente unido» para llevar a cabo las diferentes campañas de influencia, añadió el Sr. Comer.
El Departamento de Trabajo del Frente Unido (UFWD) del PCCh responde directamente ante el Comité Central, dirigido por Xi. El UFWD coordina miles de grupos para llevar a cabo operaciones de influencia política en el extranjero, suprimir voces y actividades disidentes, reunir información de inteligencia y facilitar la transferencia de tecnología a China. En última instancia, el PCCh utiliza el UFWD para promover sus intereses económicos, políticos y de seguridad en todo el mundo.
La Oficina del Director de Inteligencia Nacional reconoce sistemáticamente que el PCCh es «la amenaza» para la seguridad estadounidense y nuestra economía. Sin embargo, demasiadas agencias no están haciendo lo suficiente porque no tienen una estrategia para China, soluciones creativas y métodos proactivos y agresivos», añadió Comer.
El general de brigada retirado de las Fuerzas Aéreas Robert Spalding fue uno de los testigos de la audiencia. Advirtió de cómo las empresas chinas son títeres al servicio del PCCh.
«Las empresas chinas que trabajan en nombre del Partido Comunista Chino influyen en las empresas e instituciones financieras estadounidenses con promesas seductoras», dijo Spalding. «A su vez, estas organizaciones estadounidenses influyen en nuestro proceso político para asegurarse de que mantenemos una conexión económica con la influencia del partido, eliminando simultáneamente puestos de trabajo en el sector manufacturero para la clase trabajadora de Estados Unidos».
«La inversión china y la promesa, a menudo incumplida, de puestos de trabajo en sus distritos influyen en los políticos estatales, locales y federales», añadió el Sr. Spalding.
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