El presidente Joe Biden «ciertamente apoyaría» a los estados si vuelven a imponer restricciones por COVID-19, dijo el martes la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki.
Cuando un periodista le preguntó a la secretaria si la Casa Blanca volvería a imponer tales restricciones, Psaki se refirió a los estados.
«Sin duda nosotros apoyamos sus decisiones de aplicar las medidas que ellos crean que ayuden a la seguridad de su comunidad [sic]», dijo. «Los estados van a tener que hacer evaluaciones y las comunidades locales van a tener que hacer evaluaciones sobre lo que les interesa».
Después de señalar que ciertos lugares tienen diferentes tasas de vacunación, Psaki indicó que la tasa de vacunación en Estados Unidos, para los adultos mayores de 27 años, es de casi el 70 por ciento.
Las autoridades federales han estado emitiendo advertencias sobre la variante Delta de COVID-19, que se está propagando por todo el país. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) confirmaron que más de la mitad de los casos de COVID-19 nuevos están causados por esta variante, lo que hizo temer que varias agencias estatales, locales y federales decidan aplicar más restricciones.
Hasta ahora, pocos gobiernos municipales, si es que hay alguno, han emitido nuevas restricciones por la variante. Días atrás, el Departamento de Salud Pública del Condado de Los Ángeles pidió a los residentes que usen mascarillas aunque estén vacunados.
Debido a la variante Delta, la Organización Mundial de la Salud (OMS) asimismo recomendó que la población lleve la cara cubierta y algunos países —incluidos Israel y el Reino Unido— extendieron o reimpusieron los cierres.
Sin embargo, las recomendaciones de que las personas vacunadas lleven mascarillas junto a los informes de contagios «posvacunación» desencadenaron la preocupación de que las vacunas COVID-19 no estén funcionando. Las primeras investigaciones realizadas en Israel por el Ministerio de Salud del país sugieren que la vacuna COVID-19 de Pfizer-BioNTech es menos eficaz contra la variante Delta.
En respuesta a los registros israelíes, Psaki dijo a los periodistas que los hallazgos son «preliminares» y afirmó que la «gran mayoría de los datos de evaluaciones y estudios más amplios muestran que [la vacuna] es bastante eficaz”.
En tanto, la secretaria de prensa de la Casa Blanca y el presidente Joe Biden anunciaron el martes que la administración enviaría personal «puerta a puerta» para proporcionar a la población informaciónmsobre las vacunas. Este esfuerzo federal, dijeron, se dirigirá a las zonas con tasas de vacunación relativamente bajas.
El programa de la administración incluirá «a la comunidad una divulgación puerta a puerta para conseguir que el resto de los estadounidenses se vacunen», dijo Psaki. Ni ella ni Biden proporcionaron más detalles, como dónde, cuándo, qué tipo de preguntas se harían o cuánto duraría el programa.
El anuncio suscitó una importante reacción de los comentaristas conservadores, quienes describieron el proyecto como una posible violación del derecho de intimidad de los estadounidenses.
COVID-19 es una enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino).
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