No hay registros de quién ha visitado la casa del presidente Joe Biden en Delaware donde se encontraron los documentos clasificados, según la Casa Blanca.
«Como cada presidente en décadas de historia moderna, su residencia personal es personal», dijo el portavoz de la Casa Blanca, Ian Sams, en una declaración enviada a los medios de comunicación.
Los Servicios Secretos de Estados Unidos, que proporcionan seguridad al presidente, no llevan registros de ninguna instalación —incluidas las residencias privadas, según Anthony Guglielmi, portavoz de la agencia.
El servicio examina a los visitantes, pero no lleva un registro de quiénes son investigados, explicó Guglielmi a The Epoch Times. No hay planes para cambiar esto porque cada persona tiene que ser examinada cada vez que ellos hacen una visita, añadió.
El Servicio Secreto, en respuesta a una solicitud de la Ley de Libertad de Información sobre los registros de visitantes a las residencias de Biden en Wilmington y Rehoboth Beach, dijo a The Epoch Times que no habían localizado registros.
En la residencia de Wilmington se encontraron documentos clasificados en tres ocasiones distintas, según el abogado de Biden, Richard Sauber. El primer descubrimiento se produjo en 2022, después de que se localizara otro material clasificado en una oficina en Washington que Biden utilizó entre los años 2017 y 2019, según el Departamento de Justicia. El fiscal general, Merrick Garland, nombrado por Biden, recurrió a un abogado especial para investigar los hallazgos.
El abogado especial, Robert Hur, «investigará si alguna persona o entidad violó la ley en relación con este asunto», dijo Garland en el anuncio de su nombramiento.
El número total de documentos encontrados no está claro.
De acuerdo a la Casa Blanca, un «pequeño número» de documentos con marcas clasificadas fueron encontrados en la oficina Penn Biden Center, que se ubica en la capital de la nación. Según Sauber, en la casa de Wilmington se encontraron seis documentos con esas marcas, cinco de ellos descubiertos este jueves.
El Departamento de Justicia tomó posesión de al menos algunos de los materiales.
Sauber afirmó que los registros, que se dice que datan de la administración Obama-Biden, fueron «colocados inadvertidamente» en varios lugares. Biden fue vicepresidente desde el año 2009 a 2017.
El representante James Comer (R-Ky.), presidente del Comité de Supervisión y Rendición de Cuentas de la Cámara de Representantes, exigió durante el fin de semana que Biden haga públicos los registros de visitas de la propiedad de Wilmington.
«El mal manejo de material clasificado por parte del presidente Biden plantea la cuestión de si ha puesto en peligro nuestra seguridad nacional. Sin una lista de las personas que han visitado su residencia, el pueblo estadounidense nunca sabrá quién tuvo acceso a estos documentos altamente sensibles», dijo Comer en una carta a Ron Klain, jefe de gabinete de la Casa Blanca.
La dirección de Wilmington fue utilizada por el hijo del presidente, Hunter Biden, apenas en 2018, según los documentos que ha obtenido el comité de Comer.
«Al Comité le preocupa que el presidente Biden almacenara documentos clasificados en el mismo lugar en el que residía su hijo mientras participaba en negocios internacionales con adversarios de Estados Unidos», escribió Comer en otra misiva a un abogado de la Casa Blanca.
Otros republicanos, entre ellos los representantes Lance Gooden (R-Texas) y Ken Buck (R-Colo.), también solicitaron los registros.
Un portavoz de Comer no respondió inmediatamente cuando se le pidió un comentario sobre el hecho de que la Casa Blanca dijera que no hay ningún registro de visitas de la casa.
Sams señaló que Biden, después de asumir el cargo, había reanudado la publicación de los registros de visitantes a la Casa Blanca.
El expresidente Donald Trump se negó a publicar la mayoría de los registros de visitantes a la Casa Blanca. Un portavoz de la administración Trump dijo en su momento que la decisión se derivó de «los graves riesgos de seguridad nacional y las preocupaciones de privacidad de los cientos de miles de visitantes anuales».
Una Corte de apelaciones dictaminó en 2013 que los registros podían ocultarse al público. El entonces juez de distrito Garland, designado por Clinton, declaró en parte que permitir las solicitudes de la Ley de Libertad de Información (FOIA) para los registros «podría afectar sustancialmente la capacidad del presidente para reunirse confidencialmente con líderes extranjeros, funcionarios de la agencia o miembros del público».
Una mujer desafió el blindaje de los registros por parte de la administración Trump en 2017 después de que su solicitud de FOIA fuera denegada, pero una Corte de apelaciones diferente en 2020 confirmó la decisión de 2013.
Biden pasó el fin de semana en Wilmington, desde donde partió el lunes por la mañana. No ha hablado con la prensa desde el 12 de enero, cuando dijo que los materiales en su casa estaban en un «garaje cerrado» y en «archivadores en mi casa y mi biblioteca personal».
«Nosotros lo tomamos muy en serio. El Presidente se toma muy en serio la información clasificada, los documentos clasificados», declaró al día siguiente a los periodistas la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre. «Hemos abordado esta cuestión en múltiples ocasiones y en profundidad y hemos cooperado plenamente con el Departamento de Justicia. Ahora haremos lo mismo con la oficina del abogado especial».
Comer dijo el domingo en CNN que no pediría los registros de visitas de Mar-a-Lago, la residencia del expresidente Donald Trump, ni indagaría de otro modo a Trump. Los documentos clasificados fueron encontrados en la casa de Florida en 2022 por agentes del FBI que ejecutaban una orden de allanamiento.
«Ha habido tantas investigaciones sobre el presidente Trump, que no siento que necesitemos pasar mucho tiempo investigando al presidente Trump, porque los demócratas lo han hecho durante los últimos seis años», dijo Comer. «Por lo tanto, nadie ha sido investigado más que Donald Trump. Quien no ha sido investigado es Joe Biden. Es por eso que finalmente estamos lanzando una investigación sobre Joe Biden, por el Comité de Supervisión de la Cámara (…) y espero tenerla terminada lo antes posible».
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