La representante Marjorie Taylor Greene (R-Ga.) fue objeto de una amenaza de bomba, según informó su oficina el 9 de diciembre.
La policía de Rome, Georgia, fue enviada a la residencia de Greene debido a la amenaza, que según su oficina fue «rastreada hasta una dirección IP rusa».
El escuadrón antibombas del departamento estaba en el lugar, según su oficina.
No hay ninguna amenaza activa contra Greene, añadió.
«Debido a la naturaleza internacional y la gravedad de esta amenaza, nuestra oficina está colaborando estrechamente con las fuerzas del orden locales y federales, incluido el FBI, para garantizar que el autor sea llevado ante la justicia», declaró la oficina.
Al parecer, la amenaza contiene lenguaje pro palestino, según las capturas de pantalla compartidas por la oficina de Greene en un comunicado de prensa.
«Utilizando un tubo galvanizado roscado de 1×8 pulgadas, tapas, un temporizador de cocina, algunos cables, clips metálicos y pólvora negra casera, he construido una bomba de tubo que recientemente escondí en el buzón de Marjorie Taylor Greene en [dirección tachada]», decía la amenaza enviada por correo electrónico a la policía.
«Está programada para explotar durante el fin de semana, pero también explotará la próxima vez que alguien abra el buzón», continuaba. «Incluso si Marjorie no abre el buzón ella misma, estoy satisfecho con la perspectiva de que algunos policías cerdos pierdan la vida o resulten heridos. Viva Palestina».
Greene tiene un historial de expresar su apoyo a Israel a pesar de ser crítica con la concesión de ayuda exterior a Israel y Ucrania.
No es la primera vez que la legisladora recibe amenazas que han llevado a las fuerzas del orden a tomar medidas.
Greene fue objeto de un «swatting» en diciembre de 2023.
Se habla de «swatting» cuando alguien denuncia falsamente una amenaza en un domicilio, lo que provoca la llegada de la policía, incluidas las unidades tácticas SWAT. Estos incidentes conllevan el riesgo de que la victima resulte herida o incluso muerta.
La última amenaza contra Greene se produjo después de otras contra miembros del Congreso a finales de noviembre. Hasta ahora, todas han sido falsas alarmas.
La congresista demócrata Jahana Hayes dijo en un comunicado que la policía le informó de que había una bomba de tubo en su buzón de Wolcott (Connecticut).
El representante Jim Himes (D-Conn.) dijo en un comunicado publicado en X que las fuerzas del orden le informaron de una amenaza de bomba contra su casa en Greenwich, donde estaba pasando Acción de Gracias con su familia.
El representante John Larson (D-Conn.) dijo en un comunicado que la policía fue a su casa en East Hartford debido a una amenaza de bomba.
La representante Rosa DeLauro (D-Conn.) dijo en un comunicado que su casa en New Haven fue amenazada con una bomba.
El representante Joe Courtney (D-Conn.) estaba en su casa en Vernon en medio de una amenaza de bomba en su contra, según su portavoz en un comunicado.
La oficina de la presidenta de la Conferencia Republicana de la Cámara de Representantes, Elise Stefanik (R-N.Y.) —nombrada por el presidente electo Donald Trump para ser embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas— confirmó en un mensaje publicado el 27 de noviembre en X que su domicilio familiar había sido objeto de una amenaza de bomba.
Ella y su familia estaban viajando al norte del estado de Nueva York desde Washington en ese momento. La policía del Capitolio de EE. UU., la policía local y la policía del estado de Nueva York respondieron al incidente, declaró su oficina.
El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, y el líder de la minoría en la Cámara, el demócrata Hakeem Jeffries, condenaron las amenazas.
«Este es un comportamiento peligroso y demencial. Independientemente del partido al que pertenezcas, tus oponentes políticos no son tus enemigos. Esto no es lo que somos en Estados Unidos», publicó Johnson en X.
Jeffries dijo en una declaración el 29 de noviembre: «Los demócratas de la Cámara de Representantes no se verán disuadidos ni intimidados de servir al pueblo por amenazas violentas».
«Hemos estado en estrecha comunicación con la oficina del Sargento de Armas y es imperativo que el Congreso proporcione la máxima protección a todos los miembros y sus familias en el futuro».
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