Caso de espía china arroja luz sobre problemas de seguridad estatales, según expertos en inteligencia

El último procesamiento podría ser “la punta del iceberg” de la campaña de influencia de Beijing, según expertos que piden más vigilancia y recursos

Por Lily Zhou y Frank Fang
08 de septiembre de 2024 3:46 PM Actualizado: 08 de septiembre de 2024 3:46 PM

La detención esta semana de Linda Sun, antigua ayudante de la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, puso de manifiesto la vulnerabilidad de los gobiernos estatales a la hora de sortear los intentos de injerencia china mientras Beijing los tiene en su punto de mira, afirman los principales expertos en inteligencia.

Sun trabajó en el gobierno del Estado de Nueva York (NYS) durante más de diez años durante los mandatos del gobernador Andrew Cuomo y de Hochul, incluso como jefa adjunta de personal de Hochul. Fue detenida y acusada el 3 de septiembre de violar y conspirar para violar la Ley de Registro de Agentes Extranjeros, fraude de visados, contrabando de extranjeros y conspiración para el blanqueo de capitales. Su marido, Chris Hu, también fue detenido y acusado de otros delitos.

Sun, ciudadana estadounidense naturalizada que emigró de China cuando tenía cinco años, fue acusada de cumplir las órdenes de cuatro funcionarios del consulado chino y dos agentes del Partido Comunista Chino (PCCh), entre ellas bloquear las comunicaciones entre el gobierno del Estado de Nueva York y representantes de Taiwán, filtrar los mensajes de los gobernadores para evitar referencias al nombre oficial de Taiwán y a las atrocidades contra los derechos humanos del pueblo uigur, introducir a escondidas a un funcionario del consulado chino en una conferencia telefónica privada del gobierno del Estado de Nueva York y proporcionar cartas de invitación no autorizadas para que delegados provinciales chinos obtuvieran fraudulentamente visas estadounidenses, a cambio de beneficios monetarios y de otro tipo por valor de millones de dólares, principalmente a través del negocio de su marido.

La pareja se declaró inocente de los cargos, y el abogado defensor de Sun, Jarrod Schaeffer, dijo que su cliente estaba “comprensiblemente disgustada por la presentación de estos cargos”.

No obstante, el caso sacó a la luz un flagrante problema de seguridad, según dos expertos en inteligencia que ocuparon altos cargos de seguridad nacional en el gobierno.

Los gobiernos estatales han sido “bastante ingenuos” respecto a los agentes extranjeros, afirma Dennis Wilder, investigador principal del Diálogo EE.UU.-China sobre Cuestiones Globales de la Universidad de Georgetown.

“La dificultad con la seguridad a nivel estatal es la siguiente: No tienen la capacidad de investigar de forma tan detallada como lo hace el gobierno nacional de Estados Unidos. No tienen ese tipo de recursos. No tienen personal para hacer ese tipo de investigación en profundidad y, francamente, a nivel estatal, no piensan necesariamente que alguien va a tratar de colocar un agente dentro de su gobierno”, dijo Wilder, añadiendo que los casos emergentes están haciendo que los gobiernos estatales estén más atentos y sean más propensos a solicitar la ayuda del FBI, entre otros.

Nicholas Eftimiades, miembro Senior del Atlantic Council, también dijo que cree que el caso de Sun es “realmente importante” por esta razón, y pidió un “enfoque de todo el país” para responder a las actividades del PCCh en lugar de confiar en el asediado FBI.

Según Eftimiades, la investigación de los funcionarios locales podría limitarse a una única comprobación de los antecedentes penales de una persona, mientras que los que tienen una autorización de seguridad en el gobierno federal son investigados en ciclos de pocos años.

“Mientras tanto, tus finanzas están controladas, tus redes sociales están controladas, si te detienen en cualquier lugar del país, eso se señala… No hay nada equivalente a nivel estatal o municipal, y varían mucho” las formas de control, afirmó.

En declaraciones a NTD, una filial de The Epoch Times, en la Cumbre Anual de Liderazgo 2024 del RJC, el representante Mike Lawler (R-N.Y.), dijo que la idea de que Sun supuestamente “estaba bloqueando a funcionarios taiwaneses para que no se reunieran con funcionarios del gobierno en Nueva York es indignante. Taiwán es nuestro octavo socio comercial en el mundo, y tenemos una gran comunidad taiwanesa en Nueva York”.

Tras la detención de Sun, Hochul criticó a Beijing durante una conferencia de prensa llevada a cabo el miércoles, diciendo que el comportamiento del régimen es “inaceptable”.

“También solicité al Departamento de Estado que tomara las medidas oportunas en respuesta a las peligrosas e indignantes acciones emprendidas por la República Popular China”, declaró Hochul.

La oficina de la gobernadora dijo previamente que Sun fue despedida en marzo de 2023 y denunciada a las fuerzas del orden después de que se descubrieran pruebas de mala conducta.

El PCCh apunta a los estados

El exsecretario de Estado Mike Pompeo dijo el jueves en X sobre el procesamiento judicial a Sun que le había “advertido a todos los gobernadores hace años”, y añadió: “El PCCh está dentro de las puertas”.

En su discurso de 2020 en la reunión de la Asociación Nacional de Gobernadores en Washington, Pompeo pidió a los gobernadores que “no pierdan de vista la competencia de China” y les advirtió sobre la influencia china en los campus estadounidenses y sobre los programas de ciudades hermanas.

Eftimiades también señaló que el PCCh ha estado apuntando conscientemente a los gobiernos estatales en medio de la creciente tensión con Washington.

“A partir de 2019, China ha puesto énfasis en influir de forma encubierta en las personas a nivel estatal y local”, dijo Eftimiades, refiriéndose a un informe chino publicado ese año que clasificaba a los gobernadores estadounidenses según su amabilidad con Beijing.

El informe, fruto de la cooperación entre un think tank chino y la Universidad Tsinghua, afiliada al Estado, clasificaba a los gobernadores estadounidenses como “amistosos”, “ambiguos” o “de línea dura”, tras analizar su historial laboral, sus declaraciones públicas y sus actividades comerciales con China.

En otro documento publicado por la Academia China de Ciencias Sociales ese mismo año, los autores también recomendaban apuntar a los gobernadores.

“La Cámara General de Comercio de China en Estados Unidos ha extendido múltiples invitaciones a miembros del Congreso, incluidos los que mantienen una postura dura hacia China, para que visiten el país”, se lee en el documento.

“La visita de gobernadores a China, en particular de gobernadores conservadores, puede dar lugar a menudo a avances en el comercio entre China y Estados Unidos”, se añade.

“Así que China ha reconocido que el gobierno federal se volvió mucho más consciente de las actividades del PCCh, y el Congreso en particular, ha endurecido su respuesta a China”, dijo Eftimiades.

Señaló iniciativas chinas como los programas de ciudades hermanas, diciendo que el PCCh ha estado tratando de llevar a cabo sus operaciones de influencia “encubierta y abiertamente” en Estados Unidos.

En julio se celebró en Tacoma, Washington, la sexta Cumbre de Ciudades Hermanas entre Estados Unidos y China. Durante el acto, Xie Feng, embajador de China en Estados Unidos, pronunció un discurso en el que hizo un llamamiento a la ampliación de las relaciones entre ciudades hermanas, además de los 286 pares de relaciones de hermandad existentes a distintos niveles.

El senador Chris Murphy (D-Conn.) dijo en 2020, tras presentar una legislación bipartidista para reforzar la diplomacia subnacional con el fin de contrarrestar a China, que Beijing está fomentando su “propia diplomacia subnacional a través de programas de intercambio cultural financiados de forma opaca, coordinando el acercamiento a alcaldes, gobernadores y legislaturas estatales de Estados Unidos”.

Indiana promulgó en marzo una prohibición a los acuerdos de ciudades hermanas con adversarios extranjeros. En respuesta a la nueva medida estatal, el representante Jim Banks (R-Ind.) emitió una declaración en la que aplaudía a los legisladores estatales por centrarse en “deshacerse de la influencia del Partido Comunista” en el estado de los Hoosiers.

La punta del iceberg

Desde el procesamiento de Sun, el senador Jim Risch (R-Idaho), miembro de mayor rango de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, afirmó en un post en X que “no es ningún secreto” que el régimen chino “trabaja para infiltrarse en la sociedad estadounidense a nivel estatal y local”, mientras que un post de la Comisión de Supervisión y Rendición de Cuentas de la Cámara de Representantes afirmó que es “improbable que el caso de Sun sea un incidente aislado”.

A la pregunta de cuántos agentes chinos pueden estar activos en Estados Unidos, el académico Wilder señaló que hay una diferencia entre un espía clásico y un agente de influencia, de lo que se acusaba a Sun, aunque el papel de un agente puede cambiar.

“Hay muchos agentes de influencia por ahí y no sabemos quiénes son, pero definitivamente éste no es el único caso en Estados Unidos”, dijo Wilder. “Creo que ahora que este caso ha salido a la luz, vamos a ver más de ellos porque los gobiernos estatales son ahora más conscientes. Pero podría ser la punta del iceberg”.

Gran parte de las operaciones de influencia del PCCh en el extranjero las lleva a cabo su red del “frente unido”, una compleja red de agencias y organizaciones coordinadas por un organismo del partido llamado Departamento de Trabajo del Frente Unido (UFWD).

En noviembre del año pasado, el Comité Selecto de la Cámara de Representantes sobre el Partido Comunista Chino publicó un memorando sobre el trabajo del Frente Unido de China, diciendo que su red tiene como objetivo “influir en las universidades, grupos de reflexión, grupos cívicos, otras personas e instituciones prominentes, y la opinión pública en general”.

Citando una investigación de Newsweek en 2020 que encontró 600 organizaciones del Frente Unido en Estados Unidos, Eftimiades dijo que si cada una de las organizaciones hubiera reclutado a varias personas, el PCCh podría tener “al menos entre 20,000 y 30,000 [miembros] trabajando activamente (a sabiendas o no) en nombre de China”.

En cuanto a los espías clásicos, Wilder señaló el tamaño de la principal agencia de inteligencia de China, el Ministerio de Seguridad del Estado (MSS), que tiene unos 100,000 empleados, unas 5 veces el tamaño de la CIA.

También señaló que el MSS es “una organización dispersa”.

“Están en niveles provinciales. La Oficina de Shanghái del MSS, por ejemplo, es responsable de Estados Unidos”, dijo añadiendo que las diferentes ramas del MSS tienen “diferentes grados de sofisticación”.

En las últimas semanas, el Departamento de Justicia anunció cargos contra dos estadounidenses de origen chino por actuar presuntamente como espías del SMS. El dúo, Wang Shujun y Tang Yuanjun, son ciudadanos estadounidenses naturalizados.

Haciéndose pasar por activistas prodemocráticos, Wang y Tang supuestamente recopilaban información sobre disidentes chinos en Estados Unidos y compartían sus hallazgos con agentes del MSS, según los fiscales.

Wilder también dijo que una de las funciones de los consulados chinos es “proporcionar cobertura” a los agentes del MSS, “ya sea a través de reporteros de la Agencia de Noticias Xinhua, u otras posiciones dentro de la embajada”.

En julio de 2020, Estados Unidos ordenó el cierre del consulado chino en Houston, en una medida poco habitual. El presidente en funciones del Comité de Inteligencia del Senado, Marco Rubio (R-Fla.), dijo en ese momento que la medida era “demasiado necesaria” porque el consulado era un “centro de espionaje masivo”.

En represalia, Beijing cerró el consulado estadounidense en Chengdu.

Consulado chino en Nueva York

Tras la detención de Sun, Hochul dijo el 4 de septiembre que se había enterado de que el cónsul general chino Huang Ping “ya no estaba en la misión de Nueva York” tras su petición al Departamento de Estado de EE.UU. de que fuera destituido.

Ese mismo día, el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, dijo que le habían informado que Huang había llegado al final de su rotación a finales de agosto y había abandonado el puesto. “El cónsul general no fue expulsado”, añadió.

Sin embargo, el consulado chino en Nueva York publicó un mensaje más tarde por la noche, diciendo que Huang visitó a un veterano de los Tigres Voladores de la Segunda Guerra Mundial en Pensilvania el 3 de septiembre como cónsul general.

La confusión sobre la salida de Huang es el resultado de una “decisión diplomática calculada” para evitar un “incidente diplomático oficial”, dijo Eftimiades, añadiendo que “las cosas siempre son confusas” durante un par de días en estos casos.

En 2022, Zheng Xiyuan, cónsul general chino en Manchester (Reino Unido), dejó su puesto en circunstancias similares después de que él y otros funcionarios de la embajada agredieran al activista prodemocrático de Hong Kong, Bob Chan.

El consulado chino en Nueva York se ha visto implicado en otros casos criminales.

El excónsul general de Nueva York, Peng Keyu, también se enfrentó a peticiones de expulsión tras admitir su participación en actos de violencia contra practicantes de Falun Gong en 2008.

El barrio neoyorquino de Flushing fue escenario de una violencia continuada contra practicantes de Falun Gong que duró varios meses en 2008. Turbas de ciudadanos chinos agredieron físicamente, acosaron verbalmente y arrojaron piedras a practicantes de Falun Gong.

Más tarde, Peng declaró a un investigador encubierto que había alentado la violencia de los grupos pro-PCCh.

En los últimos años, los fiscales estadounidenses han acusado a varios presuntos agentes chinos, aunque algunos casos fueron archivados.

En abril del año pasado, dos ciudadanos chinos, Lu Jianwang y Chen Jinping, fueron acusados de establecer presuntamente una comisaría de policía secreta en Manhattan, en coordinación con el Ministerio de Seguridad Pública del régimen chino.

Según los fiscales, el consulado chino en Nueva York habría ordenado a Lu que publicara material en periódicos contra Falun Gong. Además, Lu habría dicho que recibió dinero del consulado para ayudar a llevar a miembros de su asociación en autobuses a Washington.

Lin Ying, exgerente de la aerolínea estatal china Air China, se declaró culpable de actuar como agente chino en 2019, ya que introdujo equipaje de contrabando a bordo de vuelos para militares chinos. A cambio, el consulado chino en Nueva York le proporcionaba beneficios como compras de licores, cigarrillos y dispositivos electrónicos exentas de impuestos.

En 2020, un agente del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) fue detenido tras ser acusado de espiar a tibetanos en la zona de Nueva York a petición del consulado chino. Los fiscales federales retiraron la acusación contra el agente en 2023.


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