Un alto funcionario de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU. dio información falsa sobre el seguimiento de la seguridad de la vacuna contra COVID-19 al panel asesor de vacunas de la agencia, y un portavoz de la agencia se negó a corregir la información errónea.
El Dr. Tom Shimabukuro, director de la Oficina de Seguridad de la Inmunización de los CDC, hizo una presentación sobre la seguridad de la vacuna contra COVID-19 ante el Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización el 24 de febrero.
Shimabukuro repasó las actualizaciones de la señal de seguridad de ictus isquémico tras la vacunación de refuerzo bivalente de Pfizer que los funcionarios de los CDC detectaron en uno de los sistemas de seguimiento de la agencia.
Tras compartir las actualizaciones, Shimabukuro hizo la falsa afirmación.
«No se detectaron señales de seguridad de ictus isquémico para la serie primaria o los refuerzos monovalentes de las vacunas contra COVID-19 de Pfizer o Moderna en la monitorización estadounidense y mundial», afirmó Shimabukuro.
Eso no es cierto. Los CDC identificaron el ictus isquémico como una señal de seguridad tras la vacunación con Moderna y Pfizer después de analizar los informes al Sistema de Notificación de Efectos Adversos de las Vacunas (VAERS), un sistema diferente, que la agencia cogestiona.
Shimabukuro no respondió a la petición de comentarios. Pero un portavoz de los CDC reafirmó la falsa afirmación.
«La afirmación de las diapositivas del Dr. Shimabukuro es correcta. En este momento no se ha detectado ninguna señal de seguridad en los EE.UU. de ictus isquémico para la serie primaria o los refuerzos monovalentes», dijo Katherina Grusich, la portavoz, a The Epoch Times en un correo electrónico.
Los CDC han ofrecido anteriormente información errónea y se han negado a corregirla.
Barbara Loe Fisher, presidenta y cofundadora del Centro Nacional de Información sobre Vacunas, dijo que lo ocurrido era preocupante.
«Aquellos de nosotros que trabajamos con el Congreso para garantizar la seguridad de las vacunas informando, registrando y reportando disposiciones en la Ley Nacional de Lesiones por Vacunas Infantiles de 1986 -de la cual VAERS era una- estamos profundamente preocupados de que los funcionarios federales de salud estén ignorando deliberadamente las señales en VAERS y que las inyecciones de ARNm COVID estén causando accidentes cerebrovasculares isquémicos y otras complicaciones potencialmente mortales», dijo Fisher a The Epoch Times en un correo electrónico.
Las vacunas de Pfizer y Moderna utilizan tecnología de ARN mensajero o ARNm.
Los refuerzos bivalentes de ambas compañías se autorizaron en otoño de 2022, pero las series primarias siguen estando compuestas por las vacunas originales, a veces denominadas vacunas monovalentes.
La declaración de Shimabukuro tuvo impacto. Después de su presentación, mientras la diapositiva con la información falsa estaba en la pantalla, un miembro del panel la destacó.
«Creo que es importante señalar [la declaración] para el público», dijo Veronica McNally, presidenta y directora ejecutiva de la Fundación Fanny Strong, antes de leerla íntegramente.
Otra declaración falsa
La Dra. Helen Keipp Talbot, miembro del grupo asesor, también ofreció información falsa sobre la señal de seguridad.
«La vigilancia previa en… los sistemas de EE.UU. no encontró pruebas de un mayor riesgo de accidente cerebrovascular isquémico o AIT después de la serie primaria o la vacunación monovalente de refuerzo contra COVID-19 para los productos de Pfizer-BioNTech o Moderna», dijo Keipp Talbot, profesora asociada de medicina en la Universidad de Vanderbilt, durante la reunión.
AIT significa ataque isquémico transitorio.
Keipp Talbot no respondió a una solicitud de comentarios.
Los CDC anunciaron en enero que habían detectado una señal estadística de ictus isquémico en ancianos tras la vacunación bivalente de Pfizer, basándose en los registros del Vaccine Safety Datalink, un sistema gestionado por los CDC.
La Dra. Evelyn Twentyman, una segunda funcionaria de los CDC, dijo en la reunión que una revisión de la señal no descubrió ninguna señal en ningún otro sistema para las vacunas de refuerzo bivalentes y «cuando se combinan los datos de los dos tipos de vacunas de ARNm». También dijo que no se encontró ninguna señal de accidente cerebrovascular isquémico en otros sistemas de vigilancia, incluido el VAERS.
Twentyman remitió una solicitud de comentarios a Grusich, quien dijo: «Los CDC no han detectado una señal de ictus isquémico tras la vacunación bivalente con Pfizer o Moderna en el Sistema de Notificación de Efectos Adversos de Vacunas (VAERS)».
Shimabukuro dijo que un análisis de 224 informes de ictus isquémico o AIT tras la vacunación bivalente con ARNm, hasta el 6 de febrero, verificó 67 y que otros 130 están en revisión. El número de informes no superaba las tasas de fondo, o la incidencia de ictus entre la población general de edad avanzada.
Hasta el 10 de febrero se habían notificado al VAERS unos 2200 casos de ictus isquémico tras la vacunación con ARNm, incluidas las vacunas bivalentes. Se han presentado millones de informes sobre otros acontecimientos adversos. Según investigaciones anteriores (pdf), los efectos adversos no se notifican al VAERS.
Señales ocultas al público
Los CDC identificaron cientos de señales para las vacunas monovalentes de Pfizer y Moderna cuando realizaron un análisis denominado relación de notificación proporcional sobre los datos del VAERS por primera vez en 2022.
Los CDC no alertaron al público de sus hallazgos. The Epoch Times publicó los resultados del análisis tras obtenerlos a través de una Ley de Libertad de Información.
El análisis se realizó sobre los eventos adversos reportados después de la vacunación desde el 14 de diciembre de 2020 hasta el 29 de julio de 2022.
Brianne Dressen, lesionada por la vacuna contra COVID-19 de AstraZeneca, ayudó a crear un grupo de defensa de los lesionados por la vacuna llamado React19. Afirmó que las autoridades estadounidenses están ignorando a las personas que sufrieron accidentes cerebrovasculares a causa de las vacunas.
«Los propios datos de los CDC muestran sin duda que esto está ocurriendo», dijo Dressen a The Epoch Times por correo electrónico. «¿Por qué negar que esto está ocurriendo? La gente sabe cuando le mienten. Erosiona la confianza del público y su objetivo final de aumentar la aceptación de las vacunas. También perjudica a quienes padecen estos trastornos y necesitan un reconocimiento y una atención adecuados».
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