China presiona a gobiernos y empresas extranjeros para que ignoren los DD.HH.: Informe de EE. UU.

Por Emel Akan
21 de abril de 2021 10:01 PM Actualizado: 22 de abril de 2021 12:46 AM

WASHINGTON–Las violaciones de la libertad religiosa de China, y su creciente influencia y actividades más allá de sus fronteras fueron «los acontecimientos más preocupantes» del año pasado, según una comisión independiente y bipartidista del gobierno federal estadounidense.

En su informe anual de 2021 publicado el 21 de abril, la Comisión de Libertad Religiosa Internacional de los Estados Unidos (USCIRF) calificó a China como uno de los «violadores atroces» de la libertad religiosa en el mundo, y dijo que las condiciones en China se deterioraron aún más en 2020.

El informe de este año destaca no solo los abusos de Beijing contra su propio pueblo, sino también su creciente influencia internacional sobre la libertad religiosa y los derechos humanos.

La comisión descubrió que la influencia económica y geopolítica de Beijing en el exterior había afectado negativamente los derechos y libertades en otros países.

«Las tácticas incluyen el acoso, la intimidación y la detención de activistas de derechos humanos, minorías étnicas y religiosas, y otros críticos y disidentes», afirmó.

Países como Turquía han cedido a la presión de Beijing al silenciar a los críticos e incluso repatriar a los refugiados uigures a China, según el informe.

Las violaciones de la libertad religiosa por parte del Partido Comunista Chino (PCCh) y sus crecientes amenazas e intimidación en el extranjero «representaron los desarrollos más preocupantes que vimos en 2020», dijo Tony Perkins, vicepresidente de la USCIRF, en una conferencia de prensa virtual el 21 de abril.

El régimen chino también está obligando a las empresas internacionales, incluidas las estadounidenses, a ignorar los abusos de los derechos humanos en China, amenazando a los ejecutivos de las empresas con «elegir entre cumplir con las leyes estadounidenses y las leyes chinas», según el informe.

Perkins dijo a The Epoch Times que es «repudiable» que las empresas estadounidenses se beneficien de productos o servicios que provienen del trabajo forzado en la región noroccidental china de Xinjiang.

Él criticó a las empresas y a la Cámara de Comercio de Estados Unidos por oponerse a la Ley bipartidista de prevención del trabajo forzado uigur.

«Estas cosas ni siquiera deberían estar en duda», dijo Perkins. «Necesitan actuar juntos».

Beijing ha negado repetidamente las acusaciones sobre abusos de trabajo forzado y recientemente alentó un boicot a nivel nacional contra las marcas occidentales de ropa y calzado que se han distanciado de la compra de materiales de Xinjiang.

«De manera alarmante, China también ha estado exportando tanto su modelo de gobernanza de Internet como su tecnología y equipos de vigilancia avanzados a países–como Bielorrusia, Venezuela y Zimbabwe–donde los gobiernos represivos persiguen y oprimen activamente a activistas de derechos humanos y opositores políticos», afirma el informe de la USCIRF.

Los regímenes represivos de todo el mundo que buscan replicar un «modelo de China» e importar el «autoritarismo digital» del régimen están utilizando empresas de tecnología chinas como Huawei y ZTE para implementar y desplegar dicha tecnología, según el informe.

En la conferencia de prensa virtual, el comisionado de la USCIRF, Nury Turkel, dijo que los países de Asia central como Kazajstán y Tayikistán «utilizan cada vez más los métodos chinos para la represión política y la persecución religiosa». Otros países, como Corea del Norte, Venezuela e Irán, también están utilizando tecnología de vigilancia china para reprimir a las minorías religiosas y étnicas, dijo.

La vicepresidenta de la USCIRF, Anurima Bhargava, agregó que la influencia de China también se está manifestando en lugares como Birmania, Vietnam, y otros países vecinos.

Human Rights Watch, un importante grupo de defensa, declaró en enero que China «seguía siendo la mayor amenaza para los derechos humanos mundiales» en 2020.

Sustracción forzada de órganos

La persecución de más de dos décadas por parte del régimen contra los practicantes de la disciplina espiritual Falun Gong, también conocida como Falun Dafa, también se destacó en el informe de este año.

«Según los informes, miles de practicantes de Falun Gong fueron acosados ​​y arrestados durante 2020 por practicar su fe, y algunos probablemente murieron debido a abusos y torturas mientras estaban bajo custodia», declaró la comisión. «Informes internacionales creíbles también sugirieron que la sustracción de órganos, incluso de practicantes de Falun Gong, probablemente continuó».

Siguen surgiendo evidencias de delitos de trasplante de órganos en China, con informes de investigación que indican que la cantidad de órganos sustraídos sigue aumentando y que los órganos están disponibles a pedido, con tiempos de espera cortos.

Según Turkel, la práctica de sustracción forzada de órganos del PCCh se ha «extendido a los prisioneros uigures», incluidos los detenidos en campos de concentración.

“Incluso están comercializando órganos uigures en los países de mayoría musulmana. Ellos tienen un hospital especial en Beijing. Ellos promueven ese hospital a través de mensajes de video, diciendo que los órganos musulmanes están disponibles”, dijo en la conferencia de prensa.

Según los informes, agregó Turkel, los tiempos de espera para algunos trasplantes de órganos se han reducido significativamente a solo 48 horas.

A principios de marzo, un grupo bipartidista de legisladores estadounidenses en la Cámara de Representantes y el Senado presentó la primera legislación para combatir la práctica de la sustracción forzada de órganos promovida por el estado de China, llamada «Ley para poner fin la sustracción forzada de órganos«.

Prioridad de política exterior

El año pasado, la administración Trump dio prioridad a la libertad religiosa en la política exterior de Estados Unidos. En febrero de 2020, Estados Unidos lanzó la primera Alianza Internacional de Libertad Religiosa, que ahora cuenta con 32 países miembros. Y en junio de 2020, el presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva sobre el avance de la libertad religiosa internacional e integró el tema en la política exterior de Estados Unidos y los programas de asistencia exterior.

En enero, la administración Trump declaró como «genocidio» a los abusos del PCCh contra las minorías musulmanas en Xinjiang.

La administración Biden también declaró como genocidio el trato de China hacia los musulmanes uigures y sancionó a los funcionarios chinos por abusos de derechos humanos en marzo. Sin embargo, la nueva administración no ha hecho que la libertad religiosa internacional sea una prioridad de política exterior.

«Todavía no sabemos exactamente dónde aterrizará esta administración en lo que respecta a la libertad religiosa en nuestra política exterior», dijo Perkins a The Epoch Times.

La USCIRF fue creada por la Ley de Libertad Religiosa Internacional de 1998 para monitorear las condiciones de libertad religiosa en países extranjeros.

Este año, la comisión designó a 14 países, incluida China, como países de especial preocupación, ya que son graves violadores de la libertad religiosa. La lista incluye a Birmania, Eritrea, India, Irán, Nigeria, Corea del Norte, Pakistán, Rusia, Arabia Saudita, Siria, Tayikistán, Turkmenistán, y Vietnam.

El informe de la comisión también destacó el alcance global de la pandemia del COVID-19, la cual ha impactado la libertad religiosa internacional.

Si bien los gobiernos tomaron medidas radicales para proteger a sus ciudadanos de la propagación del virus, las restricciones han profundizado las divisiones religiosas e intensificado la persecución religiosa y la violencia en algunos países, de acuerdo con la comisión.

Con información de Eva Fu.

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