Con el apoyo de las autoridades gubernamentales, un cirujano chino realizó recientemente una cirugía de trasplante de pulmón a un paciente infectado con el nuevo coronavirus.
Los medios de comunicación chinos dijeron que el par de pulmones fue una donación voluntaria de una persona que murió.
Los expertos en ética y virología cuestionaron la eficacia del tratamiento y expresaron su preocupación por el hecho de que la cirugía podría haber implicado la sustracción de órganos forzada.
En un fallo de junio de 2019, un tribunal popular independiente en Londres concluyó unánimemente «más allá de toda duda razonable» que los prisioneros de conciencia en China habían sido—y continúan siendo— asesinados por sus órganos «a una escala significativa».
Trasplantes de pulmón
El periódico gubernamental de Beijing, Beijing Daily, informó el 1 de marzo que el principal especialista chino en trasplantes de pulmón, Chen Jingyu, pasó cinco horas y completó la primera operación de trasplante de pulmón para un paciente con virus en la ciudad de Wuxi, situada en la provincia de Jiangsu, al este de China.
El paciente era un hombre de 59 años que empezó a mostrar síntomas el 23 de enero. Se le diagnosticó la enfermedad COVID-19 el 27 de enero. Días después, el 7 de febrero, recibió un procedimiento médico para insertar sondas en sus vías respiratorias.
La situación del paciente continuó deteriorándose. El 22 de febrero, comenzó a recibir tratamiento de oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO, por sus siglas en inglés). El ECMO es un equipo colocado fuera del cuerpo humano que reemplaza la función de los pulmones. Utiliza una bomba para hacer circular la sangre a través de un pulmón artificial y en el torrente sanguíneo del cuerpo del paciente.
El 24 de febrero, el paciente fue trasladado al Hospital de Enfermedades Infecciosas de Wuxi.
«Después del tratamiento [ECMO], los kits de pruebas de diagnóstico de coronavirus salieron continuamente negativos. Pero los pulmones del paciente estaban seriamente dañados y no podían ser reparados», decía el informe de prensa.
En cuanto a la fuente del órgano para el trasplante, «Los pulmones fueron donados por un paciente con muerte cerebral (…) los pulmones fueron enviados a Wuxi desde otra provincia a través de un tren de alta velocidad de siete horas».
Chen es subdirector del Hospital de Enfermedades Infecciosas de Wuxi. Él le dijo al reportero del Beijing Daily: «La operación es muy arriesgada. El personal médico debe usar trajes protectores, y realizar la cirugía en un quirófano con presión de aire negativa».
El mismo Chen no pudo confirmar que el paciente estuviera libre del nuevo coronavirus.
El 1 de marzo, Chen le dijo a otro medio de comunicación estatal, The Paper: «El resultado negativo de la prueba de ácido nucleico no significa que no haya coronavirus en sus pulmones. Así que usamos una protección estricta cuando hicimos la operación».
Chen dijo que propondrá al gobierno central la creación de un equipo para realizar operaciones de trasplante de pulmón en «pacientes relativamente jóvenes de COVID-19 en estado crítico, como los pacientes de 20, 30, 40 y 50 años».
Los medios de comunicación estatales chinos anunciaron el 2 de marzo que el 1 de marzo se realizó una segunda operación de trasplante de pulmón para una paciente con COVID-19 en el Primer Hospital Afiliado de la Facultad de Medicina de la Universidad de Zhejiang.
La paciente era una mujer de 66 años que se le diagnosticó el nuevo coronavirus el 31 de enero, y ha recibido tratamiento en el hospital desde el 2 de febrero, según las noticias. La paciente también pasó por el tratamiento ECMO, pero el 1 de marzo, ambos pulmones fallaron.
El informe de noticias dijo que el órgano trasplantado vino de la provincia de Hunan y fue transportado por avión. El donante fue un paciente con muerte cerebral.
Han Weili, director del departamento de trasplantes de pulmón del hospital, realizó la operación.
Los informes de los medios de comunicación no dieron detalles sobre el estado de salud actual de los dos pacientes trasplantados.
Preguntas
Chen dijo que las operaciones de trasplante pueden ser un modelo para otros pacientes con coronavirus cuyos pulmones están gravemente dañados y cuyos resultados de las pruebas de diagnóstico son negativos.
Pero el Dr. Sean Lin, un exinvestigador de virología del Ejército de los EE.UU., dijo que es poco probable que un trasplante ayude a tratar a esos pacientes con virus, ya que su grave estado indica que todavía tienen el virus.
«Hacer esto [la cirugía de trasplante] es completamente blasfemo», dijo Lin a The Epoch Times en una entrevista telefónica.
«De la progresión de los tratamientos que este paciente [del primer trasplante de pulmón] recibió, está claro que sus pulmones, el tracto respiratorio y su cuerpo están llenos del nuevo coronavirus», dijo Lin, señalando que el paciente fue transferido a un hospital de enfermedades infecciosas después de que su condición empeoró, lo que sugiere que la infección viral era grave.
Lin dijo que es poco probable que un par de nuevos pulmones puedan aliviar la enfermedad del paciente, ya que el nuevo órgano probablemente se infectaría pronto.
Debido a la infección viral, es probable que el sistema inmunológico del paciente esté «al borde del colapso», dijo Lin, y agregó que con la cirugía de trasplante, el cuerpo también está luchando contra el rechazo del nuevo órgano.
La operación también conlleva un alto riesgo de infección para el personal médico que la realiza, como lo demuestra la explicación de Chen sobre las medidas de precaución que tomaron.
Por último, la eficacia de los equipos de diagnóstico ha sido puesta en duda por los principales expertos chinos, que dijeron que algunos pacientes que tienen el virus obtienen resultados negativos en las pruebas de diagnóstico.
Origen de los órganos
Aunque los informes de los medios de comunicación chinos afirmaron que los pulmones para ambas cirugías de trasplante procedían de donantes, los expertos que han investigado las prácticas de sustracción de órganos del régimen chino dieron la alarma sobre la procedencia de los órganos.
«Los investigadores han descubierto que es muy probable que la mayoría de los órganos utilizados para trasplantes en China hayan sido sustraídos por la fuerza de personas que no han dado su consentimiento. Por lo tanto, es lógico suponer que los pulmones utilizados también lo fueron», dijo Ann Corson, portavoz de Médicos contra la Sustracción Forzada de Órganos, un grupo de defensa con sede en Washington que ha publicado informes sobre el tema.
Durante más de un decenio, los investigadores han reunido pruebas cada vez más numerosas de que el régimen está matando a presos de consciencia, la mayoría de los cuales son practicantes del perseguido grupo espiritual Falun Gong, para obtener sus órganos y venderlos en el mercado de trasplantes.
Falun Gong, también conocido como Falun Dafa, consiste en enseñanzas morales y ejercicios meditativos, y ha sido fuertemente reprimido desde 1999. Los practicantes están sujetos a detenciones arbitrarias, trabajos forzados y torturas. Miles han muerto en prisión, de acuerdo con el Centro de Información de Falun Dafa.
Un informe de 2016 de la Coalición Internacional para Acabar con el Abuso de Trasplantes en China (ETAC, por sus siglas en inglés) encontró que el régimen chino estaba realizando aproximadamente 60,000 a 100,000 trasplantes cada año, superando con creces la afirmación oficial de 10,000 a 20,000 por año de un sistema de donación pública recientemente establecido. La conclusión se basó en el análisis de los registros públicos de 712 hospitales chinos, incluyendo recuento de camas, tasas de utilización de camas, personal quirúrgico, programas de capacitación y financiación estatal.
David Kilgour, exsecretario de estado canadiense para Asia-Pacífico y coautor del informe ETAC, dijo a The Epoch Times que estaría «muy sorprendido» si los donantes de órganos para esos dos trasplantes fueran auténticos donantes con consentimiento.
Añadió que los observadores independientes deberían ir a China para examinar exactamente lo que ocurrió durante los recientes procedimientos.
Ethan Gutmann, experto en China y coautor del informe de ETAC, señaló que la publicación de estos trasplantes de pulmón por parte de los medios de comunicación estatales era similar a un ejercicio de relaciones públicas.
«Estos trasplantes de pulmón realizados en tiempo récord sugieren que están abiertos al negocio», dijo Gutmann, destacando que la lucrativa industria de trasplantes de China habría recibido un golpe desde el brote de coronavirus.
«Estoy leyendo los anuncios como una publicidad», dijo.
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