Las vacunas contra COVID-19 fabricadas en China están bajo debate desde que los reguladores aprobaron por primera vez su uso general el 31 de diciembre de 2020. En esos momentos varias compañías farmacéuticas del país todavía estaban llevando a cabo los ensayos clínicos de sus productos.
Una contraindicación es un síntoma o condición que hace que el tratamiento sea arriesgado y potencialmente desaconsejable.
El gobierno central chino publicó recientemente una lista de contraindicaciones que se aplican a las vacunas contra COVID-19 de fabricación nacional. En primer lugar están las personas con posibles riesgos y problemas de salud, incluidas las mujeres embarazadas o en período de lactancia, personas con fiebre aguda, infección, trastornos de inmunodeficiencia, enfermedades graves del hígado o riñones, hipertensión resistente, diabetes complicada y tumores malignos.
En segundo lugar restringe la vacuna como población elegible a las personas de 18 a 59 años de edad. El gobierno además recomienda que la inoculación se haga con al menos dos dosis, tomadas con 14 días de diferencia.
El Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Beijing también emitió recientemente un aviso específico para CoronaVac, la nueva vacuna producida por la empresa farmacéutica estatal Sinovac Biotech. El aviso también se publicó en los periódicos chinos el 12 de enero, pero la información no fue ampliamente difundida por el gobierno central.
El aviso relacionado de Sinovac es una lista completa de contraindicaciones o renuncias médicas de la vacuna contra COVID-19, advirtiendo a las personas con ciertas condiciones de salud a tomar precauciones.
Las personas con antecedentes de alergias, rinitis, dermatitis, asma y otras enfermedades graves no deben aplicarse la vacuna, dice el aviso. Las reacciones adversas graves a la vacuna incluyen dolor abdominal, eccema de la piel, urticaria, disnea y angioedema.
La compañía también advierte a quienes padecen enfermedades autoinmunes, trastornos hemorrágicos, enfermedades neurológicas progresivas y enfermedades mentales, que no se apliquen la vacuna.
A la vez aconseja que no se vacunen las personas que se han sometido a un procedimiento de stent cardíaco o una cirugía de bypass, que han recibido cualquier otra vacuna en un plazo de 14 días o que han tomado medicamentos antialérgicos o antivirales en los últimos tres meses.
Las autoridades chinas se apresuraron a vacunar a la población desde julio de 2020, en virtud de una política de emergencia para ciertas poblaciones de alto riesgo, lo cual permitió su uso aunque no se habían completado las pruebas clínicas.
El regulador de salud de Brasil recientemente encontró que CoronaVac tiene una efectividad del 50.4 por ciento, lo suficiente para pasar el umbral del 50 por ciento establecido por la Organización Mundial de la Salud para la aprobación regulatoria. La cifra es mucho más baja que las afirmaciones iniciales anunciadas la semana pasada, las que pregonaban una tasa de eficacia del 78 por ciento.
El gobierno brasileño hizo un trato para comprar hasta 100 millones de dosis de CoronaVac.
Dado que los posibles riesgos para la salud solo se dieron a conocer hace poco en China, no está claro si los ciudadanos que tomaron la vacuna se enteraron de antemano de todas las contraindicaciones.
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