El 13 de abril, el Grupo Farmacéutico Fosun de Shanghai (Fosun Pharma) anunció que el primer lote de vacunas de Pfizer había llegado a China y que las aplicaciones clínicas iban a ser estrictamente supervisadas por la Administración Nacional de Productos Médicos de China (NMPA). Muchos internautas planearon obtener la vacuna importada de Pfizer, incluso renunciando a la aplicación gratuita de la vacuna nacional.
La vacuna Pfizer fue desarrollada inicialmente por la empresa alemana BioNTech. Pfizer se asoció con BioNTech para respaldar los ensayos clínicos, la logística y la fabricación de la vacuna. Se informó que Fosun Pharma, socio chino de BioNTech, recibió el derecho de comercializar la vacuna en China, Hong Kong, Macao y Taiwán.
El Partido Comunista Chino (PCCh) bloqueó la noticia de la llegada de la vacuna Pfizer tan pronto como apareció en Internet.
El PCCh se niega a anunciar reacciones adversas a las vacunas nacionales
Al 28 de marzo, las estadísticas oficiales del PCCh muestran que se han administrado más de 100 millones de dosis de la vacuna china en China, pero no se han informado públicamente reacciones adversas graves o muertes.
El 21 de marzo, el Mecanismo Conjunto de Prevención y Control del Consejo de Estado del PCCh realizó una rueda de prensa. Se le preguntó a Wang Huaqing, experto en jefe del Programa Nacional de Inmunización del Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades, sobre las reacciones adversas a las vacunas domésticas y si los datos podrían divulgarse al público de manera regular. Dijo que las reacciones adversas incluyen dolor, enrojecimiento, hinchazón y nódulos duros, pero explicó que «la incidencia general de reacciones adversas es relativamente baja» y que «no se han producido casos inusuales». Agregó que hay otras reacciones relativamente más comunes como dolor de cabeza, fatiga y fiebre baja, pero no abordó la pregunta acerca de la publicación de datos relevantes sobre reacciones adversas.
La respuesta de Wang provocó acaloradas discusiones entre el público chino. Muchas personas revelaron algunas de sus reacciones después de recibir la vacuna, como dolor muscular, dolor en el brazo durante varios días y dolor de garganta.
Muchos chinos no quieren vacunas domésticas
Muchos chinos temen recibir vacunas domésticas debido al largo historial de mala seguridad alimenticia y farmacéutica en China y la falta de información transparente.
El Sr. Wu, residente de Wuhan, provincia de Hubei, le dijo a The Epoch Times que no quiere vacunas domésticas.
“Debido a que la eficacia de las vacunas domésticas es menor que la de las vacunas europeas y americanas, existen muchas contraindicaciones y posibles reacciones adversas. Además, no hay protección para los derechos de las personas que tienen reacciones adversas graves a estas vacunas, por lo que es difícil para las personas recibirlas con confianza”, dijo el Sr. Wu.
El Sr. Wu dijo que su padre es un funcionario del sistema local, pero que «también es reacio a recibir la vacuna porque cree que es innecesaria y teme que la vacuna no sea segura».
Un funcionario retirado de Beijing le dijo a The Epoch Times que él tampoco quiere la vacuna. Le preocupan los “efectos adversos tras la vacunación, como discapacidad o muerte a los pocos días de la vacunación, o cualquier secuela. No me atrevo a vacunarme. El público en general tiene esta preocupación (de los efectos secundarios), y yo también”, dijo.
El PCCh convirtió la vacunación en una tarea política
En China, la vacunación contra el virus del PCCh, comúnmente conocido como el nuevo coronavirus, ha pasado de ser voluntaria a obligatoria y se ha convertido en una tarea política en las empresas estatales, con presiones e incentivos a distintos niveles. Los medios oficiales del PCCh también lanzaron una campaña de propaganda, pidiendo a todos que se vacunen.
Para lograr esta tarea política, muchos lugares han adoptado medidas de incentivo, siendo la entrega de huevos a las personas que se vacunan la más común, y en algunas áreas se ofrece un incentivo en efectivo de USD 15 a USD 30. Algunos vecindarios en Beijing ofrecen beneficios como boletos de entrada al Palacio Yonghe, días de descanso o mejores evaluaciones anuales de desempeño.
Además, los beneficiarios de la vacuna deben firmar acuerdos de confidencialidad y se les prohíbe divulgar información sobre sus vacunas.
En respuesta, muchas personas comentaron por Internet que, para ayudar a los chinos a tener confianza en las vacunas domésticas, «los líderes deben recibir primero (las vacunas domésticas)».
Las exportaciones masivas de vacunas nacionales de China reciben continuamente críticas negativas
El PCCh ha estado involucrado en la diplomacia de las vacunas y ha estado suministrando vacunas domésticas a varios países de todo el mundo, pero esta iniciativa se ha estado encontrando permanentemente con noticias negativas.
Celestino Aos, el arzobispo de Santiago de Chile, y el obispo auxiliar Alberto Lorenzelli dieron positivo al virus del PCCh después de recibir dos dosis de Sinovac, una de las vacunas chinas pioneras, dijo la Iglesia Católica Romana de Chile en una publicación de Twitter el 10 de abril.
El 7 de abril, el comandante del Grupo de Seguridad Presidencial (PSG) de Filipinas, el general de brigada, Jesús Durante III, confirmó que 126 miembros del PSG habían dado positivo en las pruebas del virus del PCCh tras recibir la vacuna inactivada de Sinopharm.
En Hong Kong, 14 personas han muerto después de recibir la vacuna Sinovac desde su lanzamiento, el 26 de febrero, y muchas otras han sufrido parálisis facial y accidentes cerebrovasculares. En otros países que recibieron la vacuna china, como Chile, Turquía y Pakistán, el número de casos positivos de virus del PCCh ha aumentado en lugar de disminuir.
Historial de vacunas defectuosas de PCCh
Ya en 2010, China Economic Times, un diario oficial del PCCh, informó que cientos de niños en la provincia de Shanxi habían muerto o se habían enfermado a causa de los efectos secundarios de las vacunaciones durante un período de tres años. El gobierno provincial de Shanxi no solo negó que las vacunas fueran defectuosas, sino que también destituyó al editor que expuso el incidente.
En 2016, se destapó un caso de vacunas ilegales en la provincia de Shandong. Se vendieron en todo el país vacunas mal almacenadas o caducadas por valor de unos 88 millones de dólares.
El 29 de octubre de 2017, la Administración de Alimentos y Medicamentos (CFDA) del PCCh retiró dos lotes de cientos de miles de dosis de vacunas DPT (una combinación de vacuna contra la difteria, el tétanos y la tos ferina) producidas por Changsheng Bio-Technology cuya eficacia no había sido probada. Sin embargo, el incidente fue ocultado por el PCCh y solo salió a la luz nueve meses después. Una investigación oficial del PCCh reveló que la empresa había estado produciendo vacunas antirrábicas falsas desde abril de 2014.
En noviembre de 2017, el Instituto de Productos Biológicos de Wuhan (WIBP) vendió 400,520 dosis de vacunas DPT, de calidad inferior, a la ciudad de Chongqing y a la provincia de Hebei.
Durante esta ola de vacunas ilegales, Changsheng detuvo la producción y más de una docena de sus ejecutivos y accionistas principales fueron arrestados. WIBP, que está afiliada a la empresa central (grandes empresas estatales supervisadas directamente por el gobierno central del PCCh), recibió un «castigo administrativo» y reanudó la producción más tarde. Los altos ejecutivos y accionistas principales de WIBP no han sido arrestados.
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