El panel de la Cámara de Representantes formado para investigar la irrupción del 6 de enero en el Capitolio de Estados Unidos emitió sus primeras citaciones para cuatro miembros de la administración del expresidente Donald Trump, dijo el jueves el presidente del panel.
El presidente del comité, el congresista demócrata Bennie Thompson, dijo en un comunicado que el panel, que no recibió el respaldo de los miembros del liderazgo republicano de la Cámara de Representantes, emitió una ronda de citaciones para obtener documentos y testimonios para el exjefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, el ex jefe adjunto de gabinete de comunicaciones de la Casa Blanca, Daniel Scavino, el exfuncionario del Departamento de Defensa, Kashyap Patel, y el exasesor de Trump, Stephen Bannon.
Thompson dijo que los cuatro tienen vínculos estrechos con el expresidente y que trabajaban o tenían comunicaciones con la Casa Blanca, en o en los días previos a la irrupción del 6 de enero en el edificio del Capitolio de Estados Unidos.
«El Comité Selecto está investigando los hechos, las circunstancias y las causas del ataque del 6 de enero y las cuestiones relacionadas con el traspaso pacífico del poder, para identificar y evaluar las lecciones aprendidas y recomendar leyes, políticas, normas de procedimiento o regulaciones correctivas», escribió el congresista demócrata de Misisipi, destacando la autoridad del comité del 6 de enero establecida por la Resolución 503 de la Cámara.
Bannon, Meadows, Scavino y Patel han sido citados a declarar a mediados de octubre. No está claro qué documentos se han solicitado. The Epoch Times se puso en contacto con Meadows, Scavino y Patel para que hicieran comentarios. Bannon no pudo ser localizado para hacer comentarios a última hora del jueves.
El comité en su carta a Bannon dijo que fue «identificado como presente en el Hotel Willard el 5 de enero de 2021 durante un esfuerzo para persuadir a los miembros del Congreso para bloquear la certificación de las elecciones al día siguiente, y en relación con otras actividades el 6 de enero».
Bannon dejó la Casa Blanca en agosto de 2017, pero siguió en contacto con Trump.
«También se describe que se comunicó con el entonces presidente Trump el 30 de diciembre de 2020, y potencialmente en otras ocasiones, instándole a planificar y centrar sus esfuerzos en el 6 de enero. Además, se le cita diciendo, el 5 de enero de 2021, que ‘todo el infierno se va a desatar mañana'», escribió el comité.
La carta del comité a Meadows alega que mientras trabajó como jefe de gabinete de Trump, «se comunicó directamente con los más altos funcionarios del Departamento de Justicia solicitando la investigación de asuntos de fraude electoral en varios estados».
«Se informó que usted participó en múltiples elementos de los esfuerzos de planificación y preparación para impugnar la elección presidencial y retrasar el recuento de los votos electorales», escribió.
El panel en su solicitud a Scavino destaca varios tuits que supuestamente fueron escritos desde la Casa Blanca el 6 de enero.
«Y antes del 6 de enero de 2021, usted promovió, a través de sus mensajes en Twitter, la Marcha por Trump del 6 de enero, que animaba a la gente a ‘ser parte de la historia'», escribió el comité, alegando que el exjefe de comunicaciones estuvo «con el presidente Trump o cerca de él el 6 de enero y es un testigo respecto a su actividad ese día».
Para Patel, la solicitud cita documentos que muestran que puede tener información sobre la respuesta del Departamento de Defensa a la irrupción del Capitolio del 6 de enero. También alega que los documentos muestran «la participación personal en la planificación de los acontecimientos del 6 de enero y la transferencia pacífica del poder».
Según el Departamento de Justicia, más de 570 personas han sido detenidas en casi todos los 50 estados de EE.UU. por delitos relacionados con la irrupción del 6 de enero en el Capitolio de EE.UU., incluidas más de 170 personas acusadas de agredir o impedir el cumplimiento de la ley.
La irrupción tuvo lugar durante una sesión conjunta del Congreso en la que los legisladores se reunían para certificar los votos electorales presentados por los estados. Los terrenos y el edificio del Capitolio fueron irrumpidos por manifestantes y algunos alborotadores, algunos de los cuales querían expresar su postura contra la negativa del entonces vicepresidente Mike Pence a intervenir en el proceso de certificación. Miles de manifestantes pacíficos permanecieron en el exterior.
En junio, el director del FBI, Christopher Wray, dijo en una audiencia de supervisión celebrada por el Comité Judicial de la Cámara de Representantes que la agencia policial consideraba que los acontecimientos que se desarrollaron el 6 de enero eran un acto de «terrorismo doméstico». Cuando el representante Eric Swalwell (D-Cali.) le preguntó si los eventos podrían ser considerados una «insurrección», Wray dijo que sería inapropiado describir la irrupción como tal, diciendo que el término tiene un significado legal y podría afectar a los casos criminales en curso.
Los legisladores demócratas impulsaron la narrativa de que la irrupción del 6 de enero fue una «insurrección», en gran medida durante el esfuerzo de impugnación de enero contra el entonces presidente Donald Trump. Thompson en su declaración del jueves también describe los eventos que se desarrollaron en enero como una insurrección.
Nadie que haya participado en la irrupción ha sido acusado de insurrección.
El presidente del Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes dijo a principios de este año que estaba preparado para emitir citaciones y presentar demandas en caso de que cualquier testigo del 6 de enero se negara a comparecer.
Thompson dijo a The Guardian en julio que quería entrevistar a los funcionarios de la antigua administración Trump que estuvieron presentes en el Despacho Oval el 6 de enero, desde Meadows hasta la hija de Trump, Ivanka.
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