El gobierno de Joe Biden continuó su lucha por mantener bajo control la frontera entre Estados Unidos y México con un nuevo récord de detenciones en el mes de noviembre.
El mes pasado se practicaron 173,620 detenciones, según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU.
Es la cifra más alta para un mes de noviembre en la historia del país.
La Casa Blanca no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios y no ha comentado el número de aprehensiones.
La actualización de la situación fronteriza «refleja una increíble cantidad de trabajo en nombre del pueblo estadounidense para mantener las drogas y los productos peligrosos fuera de nuestras comunidades, para facilitar los viajes y los miles de millones de dólares en el comercio y para mantener la seguridad a lo largo de nuestras fronteras», dijo Chris Magnus, el recién confirmado comisionado de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), a través de una declaración.
El motivo del número de detenciones fue el aumento de las unidades familiares y de los niños inmigrantes ilegales no acompañados, es decir, los menores que llegan sin un adulto responsable, con el objetivo de quedarse en Estados Unidos.
Los 43,157 inmigrantes ilegales que llegaron con miembros de alguna familia supusieron un aumento del cinco por ciento con respecto a octubre, mientras que los casi 14,000 menores inmigrantes ilegales representaron un aumento del nueve por ciento con respecto al mes anterior.
Los agentes de la CBP se encontraron con un total de 127,653 personas diferentes, un aumento del 10 por ciento respecto a octubre. Algunos inmigrantes ilegales habían sido previamente detenidos más de una vez.
La administración Biden revocó una serie de políticas clave de la era de Trump poco después de que el presidente asumiera el cargo, incluyendo la detención de la construcción del muro fronterizo, el fin del programa «Permanecer en México» y la restricción del uso de los poderes de la pandemia, permitiendo que todos los niños inmigrantes ilegales que llegan sin un adulto responsable permanezcan en Estados Unidos.
Esos cambios desencadenaron la mayor oleada de inmigración ilegal que jamás haya visto Estados Unidos, según algunos expertos. Bajo la presidencia de Joe Biden, Estados Unidos ya batió el récord de detenciones de inmigrantes ilegales tanto en un año fiscal cómo en un año natural.
La inmigración ilegal suele seguir un patrón estacional, alcanzando un máximo en mayo y disminuyendo durante el resto del año antes de empezar a repuntar de nuevo en enero del año siguiente.
La situación en la frontera probablemente empeorará en los próximos meses, según Andrew Arthur, exjuez de inmigración que ahora es miembro residente en derecho y política del Centro de Estudios de Inmigración, partidario de niveles más bajos de inmigración.
«Todas las cifras clave (aprehensiones totales y aprehensiones de familias y niños extranjeros no acompañados) están aumentando, en un momento del año en el que deberían estar disminuyendo», escribió Arthur en un blog.
Aunque la administración Biden por órdenes judiciales relanzó el programa «Permanecer en México», «está considerando otras políticas que simplemente convertirán el desastre de la frontera suroeste en una catástrofe total», añadió el exjuez.
Funcionarios de varios estados han tomado cada vez más el control de la inmigración en sus manos debido a la postura relajada del gobierno.
A principios de este año, las fuerzas de seguridad de Texas empezaron a detener a los inmigrantes ilegales por cargos tales como allanamiento de morada y con fondos del estado empezó a construir partes del muro fronterizo, anunció la semana pasada el gobernador Greg Abbott.
Las autoridades de Florida, por su parte, publicaron el 10 de diciembre una norma que prohíbe emitir o renovar licencias a cualquier entidad que albergue a niños inmigrantes ilegales, casi al mismo tiempo que el alcalde de Yuma, Arizona, declaró el estado de emergencia por la afluencia de extranjeros ilegales.
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