Varios diplomáticos estadounidenses de alto rango estarán de visita en Damasco el viernes para reunirse con los nuevos gobernantes de Siria, 12 días después de que el presidente Bashar al-Assad fuera derrocado y obligado a buscar refugio en Rusia.
Barbara Leaf, la diplomática de mayor rango del Departamento de Estado estadounidense en Oriente Medio, viaja acompañada por Roger Carstens, enviado presidencial para asuntos relacionados con los rehenes, y Daniel Rubinstein, asesor principal que supervisa el compromiso del Departamento con Siria.
Ellos buscarán nueva información sobre el periodista estadounidense desaparecido Austin Tice, detenido por el régimen de Assad en agosto de 2012.
Aunque Carstens ya ha estado en Damasco, se trata de la delegación gubernamental estadounidense de más alto nivel que visita la capital siria desde que Assad fuera derrocado el 8 de diciembre y una alianza liderada por Hayat Tahrir al-Sham (HTS) asumiera el poder.
HTS, que comenzó como una rama del grupo terrorista Al Qaeda, sigue siendo un grupo terrorista designado por Estados Unidos y por la mayoría de los demás gobiernos occidentales.
Al-Sharaa, anteriormente conocido como Abu Mohammed al-Golani, dirigió una ofensiva de HTS que salió de su bastión en Idlib, noroeste de Siria, a finales de noviembre, capturando las ciudades de Alepo, Hama y Homs.
El Ejército Árabe Sirio del régimen de Assad retrocedió hacia Damasco antes de derrumbarse. El HTS estableció un gobierno de transición que gobernará el país hasta marzo, pero sigue sin estar claro si se propone celebrar elecciones democráticas.
Un portavoz del Departamento de Estado dijo que la delegación discutiría con el HTS la importancia de respetar los derechos de las minorías étnicas y religiosas, algo que el gobierno estadounidense considera importante durante la transición política de Siria.
«Ellos dialogarán directamente con el pueblo sirio, incluidos miembros de la sociedad civil, activistas, miembros de diferentes comunidades y otras voces sirias sobre su visión del futuro de su país y cómo Estados Unidos puede ayudar a apoyarlos», añadió el portavoz.
El 14 de diciembre, funcionarios estadounidenses se reunieron en Aqaba, Jordania, con ministros de Asuntos Exteriores de Turquía y de los países de la Liga Árabe para tratar la situación en Siria. El portavoz del Departamento de Estado de EE. UU. dijo entonces que los temas de esa reunión se compartirían con los nuevos dirigentes sirios.
Siria fue gobernada por Hafez al Assad desde principios de la década de 1970 y luego por su hijo Bashar. En 2021, Assad ganó un cuarto mandato con el 95 por ciento de los votos en unas elecciones presidenciales que los países occidentales calificaron de fraudulentas.
Estados Unidos cortó sus lazos diplomáticos con Siria y cerró su embajada en Damasco en febrero de 2012, seis meses después de que el presidente Barack Obama instara a Assad a dimitir.
Durante la guerra civil siria, Estados Unidos apoyó a las Fuerzas Democráticas Sirias, un grupo dominado por los kurdos que controlaba amplias zonas del noreste de Siria y desempeñó un papel clave en la derrota del grupo terrorista ISIS.
Las Fuerzas Democráticas Sirias cuentan con la oposición del gobierno turco, que respalda al rival Ejército Nacional Sirio. El Ejército Nacional Sirio se ha enfrentado en repetidas ocasiones a las Fuerzas Democráticas Sirias y las ha expulsado de la ciudad de Manbij.
HTS era conocido anteriormente como Frente al-Nusra (FNA). El 16 de mayo de 2013, el Departamento de Estado de Estados Unidos designó a Al-Sharaa como «terrorista global especialmente designado» y ofreció 10 millones de dólares por su captura.
El sitio web de Recompensas por la Justicia del Departamento de Estado afirma que, bajo su liderazgo, «el FNA ha llevado a cabo múltiples atentados terroristas en toda Siria, a menudo dirigidos contra civiles».
«En abril de 2015, FNA habría secuestrado, y posteriormente liberado, a unos 300 civiles kurdos en un puesto de control en Siria. En junio de 2015, la FNA reivindicó la masacre de 20 residentes en el pueblo druso de Qalb Lawzeh, en la provincia siria de Idlib», agregó.
El presidente Joe Biden, que deja el cargo el 20 de enero, describió el derrocamiento de Assad como un «momento de oportunidad histórica» para el pueblo sirio.
A principios de esta semana, diplomáticos británicos, franceses y alemanes visitaron Damasco para mantener conversaciones con los nuevos dirigentes.
Con información de Reuters
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