Tres israelíes fallecieron y otros ocho resultaron heridos en un ataque armado contra un autobús y varios vehículos en Samaria, también conocida como Cisjordania, según informó este 6 de enero el servicio de rescate israelí Magen David Adom.
El ataque se produjo cerca de la ciudad judía de Kedumim, próxima al pueblo árabe de Jit, donde el 15 de agosto colonos judíos encapuchados perpetraron un ataque en el que incendiaron automóviles y edificios, causando la muerte de un residente.
Entre las víctimas mortales se encontraban dos mujeres septuagenarias y un hombre de aproximadamente 40 años.
Los terroristas dispararon desde un vehículo en marcha al pasar por el pueblo de Funduk antes de huir del lugar.
Las víctimas Rachel Cohen, de 73 años, y Aliza Reiss, de 70, trabajaban como consejeras escolares. Cohen dejó cinco hijas, mientras que Reiss también tenía hijos.
La otra víctima, Elad Yaakov Winkelstein, era sargento mayor de la policía israelí, según Magen David Adom.
Cohen y Reiss viajaban en uno de los automóviles atacados, mientras que Winkelstein conducía otro de los vehículos. Un conductor de autobús de 63 años sufrió heridas graves.
Una organización terrorista autodenominada «Fuerzas de Galilea-Lobos Solitarios» se atribuyó la responsabilidad del atentado.
Hamás elogió el ataque calificándolo como «una respuesta heroica contra los continuos crímenes de la ocupación».
El portavoz de Hamás, Abu Ubaida, declaró en redes sociales que «Israel nunca gozará de seguridad» a menos que el pueblo palestino también la tenga.
El ataque se produce en medio de la reciente violencia en Cisjordania y la continuación de la guerra en Gaza.
Dos palestinos de Cisjordania murieron a manos de las fuerzas israelíes el 5 de enero, uno cerca de Yenín y otro en el campo de Askar, en Naplusa.
La Autoridad Palestina, que administra gran parte del territorio ocupado por Israel, intensificó el mes pasado sus acciones contra la actividad de Hamás y la Yihad Islámica en Yenín, bastión de la actividad terrorista. La autoridad busca reafirmar su control sobre Cisjordania.
Cisjordania es el epicentro de numerosas tensiones.
Las fuerzas de seguridad israelíes temen el contrabando de armas desde Irán a través de Siria y Jordania hacia la zona para su uso en atentados terroristas.
A los palestinos les preocupa la incesante expansión de los asentamientos judíos, promovida principalmente por los miembros de la coalición del primer ministro Benjamin Netanyahu: Itamar Ben Gvir, ministro de Seguridad Nacional, y Bezalel Smotrich, ministro del Tesoro.
Estos presionaron, con Netanyahu en el poder, para desarrollar la presencia judía en Cisjordania mediante la construcción de nuevas urbanizaciones, la mejora de carreteras y la designación de nuevos terrenos para futuros asentamientos.
Los palestinos consideran que estas acciones reducen las posibilidades de establecer un futuro Estado palestino independiente.
Los residentes de ambas comunidades se acusan mutuamente de violencia.
Los palestinos señalan incidentes como el ataque de Jit, mientras que también perpetraron numerosos tiroteos, apuñalamientos y ataques con vehículos contra israelíes.
Los líderes israelíes respondieron con firmeza tras el incidente.
Netanyahu prometió «encontrar a los despreciables asesinos y hacerlos rendir cuentas».
El ministro de Defensa, Israel Katz, informó que ordenó a las Fuerzas de Defensa de Israel «actuar con contundencia en todos los lugares donde conduzcan las huellas de los asesinos».
Smotrich, residente de Kedumim, solicitó una reunión urgente del gabinete «para discutir un cambio de estrategia y erradicar definitivamente el terrorismo».
La Radio del Ejército israelí informó que los militares establecieron un cerco alrededor de todos los pueblos de la zona para buscar a los sospechosos.
Associated Press y Reuters contribuyeron con este reportaje.
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