Estados Unidos pospuso el lanzamiento de un misil de prueba para tratar de demostrar que no tiene intención de entrar en una guerra nuclear, dijo el ejército el 2 de marzo.
“En un esfuerzo por no tener la intención de participar en ninguna acción que pueda ser ma entendida o malinterpretada, el secretario de defensa ordenó que nuestro lanzamiento de prueba de misiles balísticos intercontinentales Minuteman III, programado para esta semana, se posponga”, dijo el portavoz del Pentágono, John Kirby, a los periodistas en Washington.
El lanzamiento iba a ser realizado por la Fuerza Aérea. Los oficiales militares se negaron a decir cuándo o dónde se habría llevado a cabo.
Hasta el momento, no hay nueva fecha para el lanzamiento.
Kirby dijo que la medida tenía como objetivo demostrar “que somos una potencia nuclear responsable” y que los futuros lanzamientos de prueba podrían o no cancelarse. El secretario de Defensa, Lloyd Austin, sigue confiando en que la actual postura nuclear es adecuada para defender a Estados Unidos y sus aliados, agregó, explicando por qué no se modificaron los niveles de disuasión nuclear de Estados Unidos.
Durante el fin de semana, el presidente ruso Vladimir Putin colocó a las fuerzas de disuasión nuclear de su país en alerta máxima, varios días después de que sus fuerzas invadieran Ucrania.
Putin dijo que la medida se debió a las «declaraciones agresivas» que la Organización del Tratado del Atlántico Norte estaba haciendo con respecto a Rusia, además de las sanciones que impusieron, las cuales describió como ilegales.
Funcionarios ucranianos dijeron que el anuncio tenía como objetivo presionarlos para que aceptaran un acuerdo de paz con malas condiciones, lo que prometieron no hacer.
Estados Unidos no había tomado ninguna medida concreta antes del miércoles en respuesta al anuncio, aunque los funcionarios criticaron la medida. El presidente Joe Biden dijo el lunes a los periodistas que los estadounidenses no deberían preocuparse por la perspectiva de una guerra nuclear.
Kirby dijo que en este momento no hay indicios que sugieran que Putin planea lanzar armas nucleares y pidió a Moscú que reduzca su postura en respuesta a que Estados Unidos pospuso el lanzamiento de prueba.
“Tanto Estados Unidos como Rusia han acordado durante mucho tiempo que el despliegue nuclear podría tener consecuencias devastadoras. Y ambos acordamos, más recientemente este año, que una guerra nuclear no se puede ganar y nunca se debe pelear”, dijo Kirby. La “retórica provocativa” de Putin y los “posibles cambios en la postura nuclear”, agregó, “son inaceptables”.
Kirby habló luego que el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, dijera que una tercera guerra mundial “sería nuclear y destructiva”.
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