WASHINGTON- Estados Unidos utilizará los intereses de seguridad nacional para dar forma a su política sobre la China comunista e impondrá restricciones a la inversión y sanciones cuando sea necesario, dijo el Departamento de Estado a The Epoch Times.
«Dejamos claro al gobierno chino —la secretaria lo dejó claro, el presidente lo dejó claro— que seguiremos tomando esas medidas cuando sea en interés de nuestra seguridad nacional hacerlo», dijo el portavoz del departamento Matthew Miller durante una rueda de prensa el 13 de diciembre.
Miller respondía así a una pregunta de The Epoch Times sobre una propuesta bipartidista del Comité Selecto de la Cámara de Representantes sobre el Partido Comunista Chino que pedía un «restablecimiento» de las relaciones con China que pusiera la seguridad nacional y los valores estadounidenses en el centro de la toma de decisiones.
Algunas de las cerca de 150 recomendaciones políticas del comité son elevar los aranceles sobre los productos fabricados en China, restringir las inversiones salientes a China, obligar a desinvertir o prohibir las plataformas de redes sociales controladas por adversarios extranjeros, como la aplicación de propiedad china TikTok, eliminar proveedores de telecomunicaciones de «alto riesgo» como Huawei, y reservar fondos adicionales para compensar los daños de las represalias económicas de China sobre los trabajadores estadounidenses.
Aunque el Departamento de Estado no quiso dar más detalles sobre sus propuestas específicas, el Sr. Miller dijo que la administración impuso restricciones a las salidas de capital y sanciones y controles a la exportación que «apuntan a sectores específicos de la economía china» cuando el departamento observó «actividades inapropiadas».
«Pero al mismo tiempo, queremos tener la capacidad de trabajar con China tanto en cuestiones de interés mutuo entre nuestros dos países como en cuestiones globales más amplias, cuando tenga sentido hacerlo», dijo.
La administración Biden describió su estrategia hacia China como una estrategia de cooperación, competencia y confrontación.
Para rebajar la tensión bilateral, altos funcionarios de la administración, como el secretario de Estado Antony Blinken y la secretaria del Tesoro Janet Yellen, viajaron a China para dialogar con sus homólogos chinos. Más recientemente, el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el líder del régimen chino, Xi Jinping, se reunieron a las afueras de San Francisco en su primer encuentro en persona en un año, en el que abordaron cuestiones como las comunicaciones entre militares, el fentanilo y Taiwán.
Pero los legisladores que piden que se corten los lazos económicos con China dijeron que tienen pocas esperanzas de que el régimen comunista chino cumpla las normas.
«Pasamos mucho tiempo hablando del orden mundial basado en normas. Pero aquí tenemos un patrón de incumplimiento de las normas por parte de un país en el transcurso de dos décadas que está socavando ese mismo orden», dijo a los periodistas el representante Mike Gallagher (republicano de Wisconsin), que preside la comisión de la Cámara de Representantes, durante una conferencia de prensa.
Añadió que su informe «representa un argumento que no deberíamos haber desperdiciado ni un día, y mucho menos una década, en esa vieja apuesta».
«Es una estrategia que, por supuesto, implica compromisos, pero creo que una estrategia que se basa en el reconocimiento, aunque sólo sea, que el statu quo no está funcionando».
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