El éxodo manufacturero de EE.UU. desde China se pone en marcha

La mudanza es principalmente a Vietnam, Myanmar, Filipinas y Bangladesh, de acuerdo con los datos de inspección del proveedor

Por Emel Akan
08 de junio de 2020 8:04 PM Actualizado: 08 de junio de 2020 8:04 PM

WASHINGTON—La pandemia de coronavirus ha puesto los riesgos del suministro global en el centro de atención, y los recientes datos compilados por una compañía de inspección de cadenas de suministros con sede en Hong Kong muestran que las empresas estadounidenses ya han comenzado a alejar su abastecimiento de China.

Debido a las incertidumbres creadas por la guerra comercial entre Estados Unidos y China el año pasado, un éxodo manufacturero ya estaba en marcha. El virus del PCCh, también conocido como el nuevo coronavirus, ha acelerado esa tendencia y ha alentado a más compañías a reducir su dependencia excesiva de China como único proveedor.

Gran parte de la manufactura se está trasladando al sudeste asiático y al sur de Asia, según un informe de Qima, una compañía de control de calidad e inspección de cadenas de suministros con sede en Hong Kong. El informe de Qima se basa en datos recopilados en decenas de miles de inspecciones de cadenas de suministros realizadas a nivel mundial para marcas y comerciantes minoristas. Las empresas utilizan estos informes de inspección para tomar decisiones sobre si migrar a un nuevo proveedor.

En los primeros dos meses del año, la demanda por inspecciones y auditorías de los compradores norteamericanos aumentó en un 45 por ciento interanual en el sudeste asiático, con Vietnam, Myanmar y Filipinas cosechando los beneficios, de acuerdo con el informe.

Mientras tanto, la demanda por inspecciones de cadenas de suministros aumentó un 52 por ciento en el sur de Asia, con Bangladesh convirtiéndose en un destino más popular, especialmente para las marcas de textiles y prendas de vestir.

Además, una encuesta realizada por Qima con más de 200 empresas a fines de febrero mostró que el 87 por ciento de los encuestados creía que la pandemia desencadenaría cambios significativos en la gestión de su cadena de suministro en el futuro.

Para mitigar los riesgos de escasez de suministros derivados del cierre de fábricas en China, más de la mitad de los encuestados también notaron que ya habían comenzado a cambiar a proveedores que se encontraban en regiones no afectadas por el virus.

La tendencia, sin embargo, se vio interrumpida en los últimos meses a medida que la COVID-19 se extendió a otras partes del mundo. El futuro de la manufactura asiática fuera de China dependerá de la capacidad de los países de la región para sobrevivir a la crisis de salud.

«Luego de un comienzo de año muy fuerte cuando China cerró, también quedaron atrapados en los bloqueos de COVID-19», dijo Mathieu Labasse, director de marketing de Qima, a The Epoch Times en un correo electrónico.

Él dijo que los bloqueos afectaron tanto el lado de la producción como el de la demanda, con el cierre de los mercados mundiales de exportación.

«Vimos que los volúmenes cayeron más del 40 por ciento en abril y mayo año tras año en el sudeste asiático, y hasta un 80 por ciento en el sur de Asia: India, Bangladesh, Pakistán», dijo.

Sin embargo, la compañía de inspección cree que la diversificación del abastecimiento y la tendencia del nearshoring se elevará a nuevas alturas cuando se reanude el comercio mundial.

«Las marcas y comerciantes minoristas que soporten la tormenta probablemente terminen con carteras de proveedores muy reformadas, compuestas por fábricas que logren sobrevivir a los bloqueos», dijo el informe.

La desaceleración de la demanda mundial debido a los bloqueos, particularmente en Europa y los Estados Unidos, también ha afectado a los proveedores chinos.

«De hecho, luego de una breve recuperación a mediados de marzo, cuando las fábricas de China estaban reabriendo, los volúmenes se desplomaron nuevamente en abril y mayo a medida que se cerraron los mercados de exportación», señaló Labasse. «Registramos una caída del 20 por ciento en los volúmenes de inspección en China año tras año durante estos dos meses».

Sin embargo, la situación era completamente diferente para el equipo de protección personal, ya que China es el proveedor global dominante.

«Vimos una afluencia masiva de volúmenes de inspección de máscaras» especialmente a partir de mediados de mayo, dijo Labasse.

En las últimas dos décadas, China se ha convertido en un proveedor global crucial. Según las Naciones Unidas, China representa casi el 20 por ciento del comercio mundial en la fabricación de productos intermedios, frente al 4 por ciento en 2002.

La mayoría de las grandes empresas estadounidenses han invertido mucho en instalaciones y recursos humanos en China para obtener acceso al mercado chino, y ya han renunciado a su propiedad intelectual como precio de entrada.

Sin embargo, la pandemia, junto con el sentimiento agrio contra el régimen comunista chino en los últimos meses, han obligado a muchas juntas corporativas a repensar sus relaciones con China.

En un esfuerzo por diversificar su cadena de suministro, Apple solicitó el año pasado a sus principales proveedores que consideren trasladar ciertos volúmenes de su producción al sudeste asiático desde China. La compañía también comenzó el proceso de trasladar la fabricación de los AirPods, sus populares auriculares inalámbricos, a Vietnam desde China.

Al menos 50 compañías multinacionales, incluidas empresas estadounidenses, japonesas y taiwanesas, anunciaron el año pasado planes para trasladar la manufactura fuera de China para evitar los aranceles estadounidenses.


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