Beijing establecerá una agencia de seguridad en Hong Kong, lo cual le permitirá aumentar su control sobre el territorio, de acuerdo con un esbozo de una nueva ley de seguridad nacional presentada el 20 de junio.
El régimen comunista de China establecerá una oficina especializada del gobierno central en la antigua colonia británica responsable de analizar los llamados riesgos de seguridad en la región, supervisar al gobierno de Hong Kong para «cumplir con sus deberes de proteger la seguridad nacional», recolectar inteligencia relevante y procesar casos, dijo el medio estatal chino Xinhua el sábado.
Hong Kong también establecerá un consejo de seguridad nacional encabezado por la directora ejecutiva Carrie Lam bajo la dirección de Beijing, con un asesor en la junta asignado por Beijing.
La ley también otorgará poder a Lam, quien reiteró el apoyo «inquebrantable» a la ley poco después de la emisión del borrador, para nombrar jueces encargados de escuchar casos relacionados con la seguridad nacional de China. La ley anularía las leyes locales en cualquier área de conflicto. Nuevas unidades de investigación y policía también se establecerán para hacer cumplir la ley.
La ley, que fue aprobada el mes pasado por la Asamblea Popular Nacional (APN); el parlamento títere del régimen, marca la injerencia más profunda en la promesa de autonomía otorgada a Hong Kong por el régimen comunista cuando el territorio regresó al dominio chino en 1997. Los críticos temen que la ley permita a Beijing atacar a los críticos del Partido Comunista Chino (PCCh) bajo el manto de la llamada seguridad nacional.
Los nuevos detalles de la ley planificada, publicados después de una revisión inicial por el Comité Permanente de la APN, provocaron una reacción inmediata.
Alvin Yeung, abogado y líder del Partido Cívico prodemocrático local de Hong Jong, comparó el anuncio con una «penetrante espada en los órganos judiciales y administrativos de Hong Kong» en una conferencia de prensa.
Tam Yiu-chung, un representante de Hong Kong en el Comité Permanente de la APN, dijo que aquellos que violen la ley podrían enfrentar una sentencia de tres a 10 años.
El activista por la democracia de Hong Kong, Joshua Wong, dijo que la ley socavaría la independencia judicial de Hong Kong y le daría a Beijing, «el país con el historial de derechos humanos más pobre», el poder de interpretar lo que constituye una violación de la seguridad nacional.
«Todas estas supuestas ‘protecciones de los derechos humanos’ simplemente desaparecerán con el aire», escribió Wong en un tweet. «No se olviden, una vez que Beijing intervenga, los infractores pueden ser enviados a China continental para juicios y cárceles».
«Partido-estado»
La nueva agencia de seguridad de Beijing en Hong Kong «elimina las nociones restantes de la autonomía de la región», dijo en un correo electrónico Dan Garrett, autor de un libro que relata la historia de las protestas prodemocráticas en la región. Él describió a la agencia como «una segunda tubería de estufa para ‘gobernar’ Hong Kong».
Mientras tanto, cualquier juez designado por el gobierno de Hong Kong seguramente habría sido «examinado por el partido-estado» de Beijing, dijo Garrett, calificando la medida de un «completo teatro político comunista chino».
«Es una farsa», dijo.
Muchas deliberaciones pueden ocurrir a puerta cerrada para garantizar que los juicios se muevan de acuerdo a los planes de Beijing, proporcionando «transparencia simbólica» en un intento de evitar el escrutinio de la sociedad internacional, agregó.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, sugirió el viernes que el grado de privilegios comerciales especiales de Hong Kong con Estados Unidos sería proporcional a la libertad política de la que goza. Las elecciones legislativas en septiembre, dijo, serían una señal reveladora.
El mes pasado, el presidente Donald Trump anunció que su administración comenzaría el proceso de eliminar el tratamiento especial de Hong Kong en respuesta a la «sofocación» de la autonomía de Hong Kong del PCCh.
“Tenemos muchos acuerdos que son únicos entre los Estados Unidos y Hong Kong, separados y diferentes de los que tenemos con Beijing. Nos alejaremos de cada uno de ellos», dijo Pompeo en la Cumbre online de la Democracia de Copenhague.
Garrett se burló de la promesa del régimen de equilibrar los derechos humanos con la seguridad nacional en la implementación de la nueva ley.
«El Partido Comunista Chino está manipulando a los habitantes de Hong Kong (que saben mejor) y la comunidad internacional (que debería saber mejor) utilizando una lógica comunista retorcida», dijo, citando los abusos contra los derechos de los musulmanes uigures en la región china de Xinjiang y su manejo de las protestas masivas en Hong Kong durante el año pasado contra Beijing, aumentando la invasión de cómo se maneja la ciudad.
Bajo el régimen comunista, «solo los patriotas comunistas tienen derechos, pero solo en la medida en que sirvan a los intereses del PCCh», dijo.
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