El régimen chino despidió el 8 de abril a Gong Yunzun, jefe del partido en el suroeste de Ruili, por las cifras de pacientes diagnosticados con la COVID-19 en la ciudad.
«[El brote del virus del PCCh (Partido Comunista Chino) en Ruili] tuvo un grave impacto y socavó la situación general de la prevención y el control de la epidemia en todo el país y la provincia, (…) ha causado graves consecuencias y efectos adversos», declaró el régimen en un anuncio en el que explicaba por qué había despedido a Gong.
El jueves, Ruili anunció que había una docena de pacientes diagnosticados que eran portadores asintomáticos, lo que hizo que Gong perdiera su puesto. Sin embargo, este número puede no representar la verdadera magnitud del brote.
«El número real de infecciones debe ser mayor», concluyó el 7 de abril el analista de asuntos chinos Zhong Yuan tras analizar los datos anunciados oficialmente.
Zhong señaló que los datos nacionales anunciados por la comisión de salud son incluso menores que los datos de la ciudad que fueron publicados por el régimen de Ruili, lo que es lógicamente imposible. Al mismo tiempo, el régimen de Ruili anunció cifras contradictorias y no explicó la fuente y el significado de los datos.
Ruili dijo que 8162 personas de la ciudad estaban en cuarentena en centros de cuarentena u hospitales el 7 de abril, mientras que la comisión nacional de salud solo anunció 7423 personas en cuarentena en todo el país.
Ruili, una ciudad de nivel cinco en la provincia de Yunnan, tiene una superficie de 364 millas cuadradas y 205,000 residentes (aproximadamente una diezmilésima parte de la población nacional).
Jefe del Partido
El régimen chino ha enmascarado deliberadamente las infecciones totales en un intento por salvaguardar su imagen tanto a nivel nacional como internacional. Por lo tanto, el hecho de que un funcionario pueda prevenir y controlar una epidemia es clave para evaluar su actuación general.
El caso de Gong muestra a otros funcionarios chinos la importancia de ocultar la verdad al público.
Gong, de 46 años, es el jefe del partido en Ruili desde abril de 2018, según su curriculum oficial. Si no hubiera anunciado el brote del virus del PCCh en Ruili, Gong podría haber sido candidato a un ascenso el próximo año.
No está claro si a Gong se le permitirá ocupar un nuevo puesto en el futuro. En la actualidad, ha sido despedido de todos los puestos del régimen, aunque mantiene un rango de investigador de primer nivel. Esto significa que puede ganar el mismo salario que antes, pero no tiene poder de mando.
En el sistema del PCCh, los funcionarios de mayor nivel nombran a los de menor nivel, y los jefes del partido tienen un rango superior al de los alcaldes.
Encubrimiento de las verdaderas cifras
Si el régimen no informa con precisión de las cifras, es difícil conocer la verdadera magnitud del brote del virus del PCCh en China.
Recientemente, algunos residentes de Ruili dijeron a The Epoch Times en entrevistas telefónicas que estaban encerrados en casa y que solo reciben información oficial de las noticias de los medios de comunicación estatales. Por otro lado, reciben información de muchos amigos y familiares pero no están seguros de cuál es la verdad real.
Zhong comparó los anuncios sobre el brote de Ruili y los de las autoridades comunistas. Expresó su preocupación por los ciudadanos de Ruili en una columna publicada en la edición en chino de Epoch Times el 8 de abril.
Zhong señaló que el régimen anunció el miércoles un total de 114 individuos infectados, que tuvieron 4594 contactos cercanos en los últimos 14 días. Dichos contactos cercanos interactuaron con 3568 personas más.
«De media, un infectado había contactado con más de 40 personas en 14 días, y con 31 personas más de forma indirecta (…) Es increíble que estas personas tengan contactos tan amplios», escribió Zhong.
Zhong no creía que los chinos comunes y corrientes se pusieran en contacto con decenas de otras personas en el transcurso de dos semanas, especialmente en el marco de la pandemia. Creía que los contagios reales y declarados debían ser mucho más que los datos anunciados.
El 8 de abril, el régimen de la ciudad no eliminó la política de bloqueo, como estaba previsto, y no informó a la gente de cuándo iba a desbloquear la ciudad. El 6 de abril, ordenó la segunda ronda de cribados masivos a todos los residentes. Las primeras rondas se realizaron el 31 de marzo y el 1 de abril.
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