El régimen comunista chino ha conseguido «perfeccionar» su máquina de represión contra los grupos religiosos a lo largo de los años y ahora busca exportar su modelo autoritario a todo el mundo, advirtió el embajador de Estados Unidos para la libertad religiosa internacional, Sam Brownback.
El régimen se promociona a sí mismo como un líder global, «sin embargo, lidera al mundo en la persecución; son los líderes globales en persecución», dijo Brownback en una entrevista reciente con el programa «American Thought Leaders» de The Epoch Times.
Brownback dijo que las sucesivas campañas de persecución del Partido Comunista Chino (PCCh) hacia los practicantes de Falun Dafa, budistas tibetanos, cristianos y, más recientemente, hacia los musulmanes uigures en la región de Xinjiang, han permitido que el régimen ajuste sus métodos y tecnologías utilizados para el control y opresión.
“Realmente estamos viendo que el futuro de la opresión es que [hayan] menos personas dentro de los campos de concentración y más personas controladas en una sociedad con sistemas de vigilancia las 24 horas y que limita lo que las personas pueden hacer en esa sociedad”, agregó.
El embajador dijo que las recientes sanciones de la administración Trump contra los funcionarios chinos y contra un grupo de construcción paramilitar involucrado en abusos de derechos humanos en Xinjiang, demuestran que Estados Unidos está decidido a enviar un mensaje a Beijing. El departamento de comercio de Estados Unidos también incluyó en la lista negra a más de 30 empresas y entidades gubernamentales chinas por su rol en apoyar la represión de los uigures en la región.
Brownback expresó su preocupación de que el PCCh esté buscando exportar su modelo de represión de alta tecnología.
“Ellos van a comenzar a comercializar y vender este tipo de sistemas de control autoritarios a otros regímenes autoritarios en todo el mundo que (…) buscan controlar a su población mediante el uso de estas tecnologías avanzadas”, dijo.
El PCCh, un régimen ateo, ha estado en contra de la fe desde su fundación, dijo el embajador.
“[El régimen] no tiene espacio para creer en una autoridad moral superior”, dijo. «La autoridad moral más alta es el Partido Comunista».
Brownback dijo que podría parecer que el régimen difama y persigue a los grupos minoritarios, pero sus tácticas no se detienen allí.
“Eso ha sido cierto a lo largo de la historia. Si no te enfrentas al matón, ellos seguirán atacando”, dijo.
Por ejemplo, durante muchos años el mundo se hizo la vista gorda ante las acusaciones de que el PCCh estaba sustrayendo a la fuerza los órganos de los practicantes de Falun Dafa encarcelados para el mercado de trasplantes, dijo Brownback. Pero «la evidencia circunstancial estaba ahí», dijo, y agregó que ahora hay instituciones veraces que dicen que se está llevando a cabo una sustracción de órganos autorizada por el estado.
En 2019, un tribunal popular independiente, luego de una investigación de un año, concluyó que la sustracción forzada de órganos se había llevado a cabo en China «en una escala significativa» y que continúa en la actualidad. Se concluyó también que la principal fuente de órganos eran los practicantes de Falun Dafa encarcelados.
“Solo piensa en esto mentalmente, que estás atrapando y persiguiendo a estos individuos. Vas a matarlos y luego sustraer sus órganos para venderlos. Es horrendo [lo que] está sucediendo”, dijo Brownback.
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