La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo que Estados Unidos no busca un conflicto con China, luego de que el jefe de Naciones Unidas expresó su preocupación por una posible nueva guerra fría entre las dos grandes potencias.
Psaki respondió a Antonio Guterres, el secretario general de la ONU, quien recientemente imploró a los dos países que repararan su relación «completamente disfuncional» y evitaran «a toda costa» una guerra fría que, según él, podría causar daños en otras partes del mundo.
Guterres cree que los dos países deberían cooperar en el clima y la vacunación, y participar en «negociaciones serias» sobre comercio y tecnología, incluso si persisten las tensiones sobre los derechos humanos y la soberanía en el Mar de China Meridional.
«Desafortunadamente, hoy solo tenemos confrontación», dijo a The Associated Press el 18 de septiembre antes de la reunión anual de los líderes mundiales de la ONU. Agregó que tal confrontación podría dividir al mundo, al estar Estados Unidos y China creando «dos conjuntos de reglas, dos Internet, dos estrategias e inteligencia artificial».
Psaki dijo el lunes que una guerra fría con China «no es el objetivo ni la política de Estados Unidos».
“La opinión del presidente y la opinión de esta administración es que nuestra relación con China no es de conflicto, sino de competencia. Así que no estamos de acuerdo con la caracterización de la relación”, dijo a los periodistas en una conferencia de prensa regular.
«Si bien podemos estar en desacuerdo con algunas formas en las que participan en el mundo, también tenemos áreas en las que queremos seguir trabajando juntos», dijo, y agregó que el presidente Joe Biden se reunirá con el jefe de la ONU más tarde en la noche.
Biden, en su próximo discurso ante la Asamblea de la ONU el martes, “dejará absolutamente claro que no está buscando perseguir un futuro, una nueva Guerra Fría con ningún país del mundo”, dijo Psaki.
Ella citó la reciente llamada telefónica de Biden con el líder chino Xi Jinping, donde Biden discutió las medidas de seguridad «para garantizar que la competencia no se convierta en un conflicto», según un comunicado de la Casa Blanca en ese momento.
“Fue una conversación que fue sincera, pero ciertamente no fue elevada”, dijo Psaki.
La versión mucho más larga de Beijing de la llamada de 90 minutos mostró que Xi culpó a las políticas recientes de Estados Unidos de tensar los lazos bilaterales y condicionó el diálogo futuro al «respeto mutuo de los intereses fundamentales». Si bien el comunicado chino no dio más detalles, Beijing ha esbozado previamente una lista de demandas que Estados Unidos debería cumplir a cambio de la cooperación del régimen.
En una reunión virtual el 2 de septiembre, el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, dijo al enviado de Estados Unidos para el clima, John Kerry, que «la cooperación climática entre China y Estados Unidos no puede separarse del entorno más amplio de las relaciones entre China y Estados Unidos». Eso requiere que Estados Unidos reduzca las críticas sobre el manejo de China de Xinjiang, Tíbet y Hong Kong, según Wang.
La semana pasada, Beijing acusó a Estados Unidos, junto con Reino Unido y Australia, de tener una “mentalidad de suma cero de guerra fría”, cuando los tres países anunciaron una nueva alianza de seguridad trilateral para fomentar una región Indo-Pacífico libre y abierta. En una conferencia de prensa el 16 de septiembre, Psaki dijo de manera similar que la administración da la bienvenida a la «dura competencia» pero «no busquen conflictos» con China, y agregó que «estamos comprometidos a mantener un diálogo abierto de alto nivel entre los líderes».
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