El ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, dio al enviado estadounidense para el clima, John Kerry, una serie de indicaciones que Estados Unidos debería seguir si la administración Biden busca la cooperación de Beijing en materia de cambio climático.
Kerry se encuentra actualmente en la segunda etapa de su viaje por Asia para negociaciones sobre acción climática. Primero viajó a Japón antes de llegar a la ciudad portuaria china de Tianjin, el 31 de agosto, para una visita de tres días. El enviado tiene previsto reunirse con Xie Zhenhua, enviado especial de China para asuntos relacionados con el cambio climático.
El 1 de septiembre, Kerry y Wang mantuvieron una reunión virtual para discutir la cooperación bilateral en materia de cambio climático. Durante las conversaciones, Wang se adentró en las preocupaciones políticas generales del Partido Comunista Chino (PCCh) y advirtió a Kerry de que «la cooperación climática entre China y Estados Unidos no se puede separar de un contexto más amplio de las relaciones chino-estadounidenses», según una declaración del ministerio de Asuntos Exteriores chino.
Wang culpó a Estados Unidos del deterioro de las relaciones chino-estadounidenses en los últimos años e instó a Washington a «dejar de ver a China como una amenaza y un rival».
En cuanto a cómo mejorar las relaciones bilaterales, Wang pidió a Kerry que «preste atención y responda proactivamente a las ‘dos listas’ y ‘tres líneas de fondo’ de China».
Wang se refirió a las listas y las tres demandas que Beijing entregó a fines de julio a la vicesecretaria de Estado estadounidense, Wendy Sherman, cuando visitó Tianjin. Una de las listas pide a Estados Unidos que corrija sus «errores», incluida la revocación de las sanciones impuestas a los funcionarios del PCCh, indicadas por Estados Unidos en respuesta a los abusos de los derechos humanos ampliamente denunciados.
Entre sus demandas, el PCCh pide a Estados Unidos que no «infrinja» la «soberanía» de China en las conflictivas regiones de Xinjiang, Tíbet y Hong Kong. Muchos gobiernos occidentales, incluido el de Estados Unidos, denunciaron al PCCh sus violaciones de derechos humanos en estas tres regiones, especialmente por la detención de más de un millón de uigures en Xinjiang.
Wang había enumerado las mismas peticiones al Secretario de Estado Antony Blinken días antes, cuando ambos discutieron por teléfono la cooperación bilateral sobre Afganistán.
Según un breve vídeo de la reunión, publicado por CGTN, la rama internacional de la cadena estatal china CCTV, Kerry dijo a Wang en el encuentro que «China, amigo mío, desempeña un papel supercrítico» en los trabajos para combatir el cambio climático.
La declaración oficial del Departamento de Estado dice que Kerry y Wang discutieron «los esfuerzos bilaterales y multilaterales para elevar los objetivos climáticos y abordar la crisis climática mundial». Kerry instó a China a «tomar medidas adicionales para reducir las emisiones».
La declaración no mencionó las peticiones de Wang a Estados Unidos.
Los diplomáticos del PCCh adoptaron una postura más dura —un estilo agresivo apodado diplomacia del «guerrero lobo«— desde que el presidente Joe Biden asumió el cargo en enero.
El responsable de la política exterior china, Yang Jiechi, en una reunión virtual celebrada en febrero, organizada por el Comité Nacional sobre las Relaciones entre Estados Unidos y China, organización sin ánimo de lucro con sede en Nueva York, advirtió a la administración Biden que no cruce la «línea roja» de Beijing.
En marzo, Wang y Yang fustigaron a Blinken y al asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, durante una reunión en persona en Anchorage, Alaska. Yang arremetió contra Estados Unidos por lo que, según él, es una democracia en dificultades que da un mal trato a las minorías, al tiempo que criticó sus políticas de asuntos exteriores y comerciales.
El viceministro de Asuntos Exteriores de China, Xie Feng, continuó en esta línea atacando a Sherman con quejas y acusaciones durante su visita a fines de julio.
El 31 de agosto, el recién nombrado embajador de China en Estados Unidos, Qin Gang, en otro acto organizado por el Comité Nacional para las Relaciones entre Estados Unidos y China, amenazó con «consecuencias desastrosas» si los políticos estadounidenses pretenden «reprimir» a China con el «manual de la Guerra Fría».
Algunos miembros del Congreso expresaron su preocupación por los esfuerzos de Kerry para buscar la cooperación del PCCh en materia de cambio climático. El representante Michael McCaul (R-Texas), el republicano de mayor rango en la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, advirtió que Kerry no debería vincular las necesidades energéticas de Estados Unidos con el régimen chino.
«Las acciones para abordar las preocupaciones climáticas no pueden beneficiar al trabajo forzado y no pueden vincular nuestras necesidades energéticas y cadenas de suministro a la RPC [República Popular China], ni el enviado especial Kerry debe confiar en la palabra de un régimen genocida con un historial de ignorar los acuerdos internacionales», escribió McCaul en una declaración.
«No debemos sacrificar nuestros valores ni olvidar el historial de compromisos fallidos con el PCCh».
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