Estadounidenses que prefirieron ser despedidos antes que vacunarse comparten sus historias

Por Nick Ciolino
06 de octubre de 2021 2:17 PM Actualizado: 06 de octubre de 2021 2:26 PM

Craig Smith dice que pronto podría estar llevando a cabo su último turno de trabajo a bordo del West Vella, un buque de perforación en aguas ultraprofundas que opera en el Golfo de México. Smith es un optimizador de perforaciones que lleva 15 años trabajando para Seadrill, un contratista de perforaciones en aguas profundas para la industria petrolera.

Smith le dijo a The Epoch Times que Seadrill, al igual que muchas empresas, exige la vacuna anti-COVID como condición para los empleados, y él está optando por perder su trabajo unos 10 años antes de su jubilación en lugar de recibir la vacuna. Dice que su empleador le dijo que, si no estaba completamente vacunado para el 30 de noviembre, ya no tendría un puesto en Seadrill.

«Nunca me han despedido de ningún trabajo en mi vida», dijo Smith, de 52 años. «Y pensar que con un historial perfecto aquí… que realmente me van a despedir por no tomar una vacuna sobre la que simplemente no me siento cómodo recibiéndola».

Smith dice que no se opone a las vacunas y que ha aceptado otras por su trabajo en el pasado, pero le gustaría tener la opción de esperar un poco e investigar los posibles efectos a largo plazo de las vacunas anti-COVID antes de comprometerse a tomar una.

Los nuevos requisitos para vacunarse están afectando a los trabajadores en todo el país y el impacto se está sintiendo en diferentes industrias, tanto en el sector público como en el privado.

Las nuevas reglas emitidas por las empresas, los estados y el gobierno federal, que exigen que los trabajadores se apliquen la vacuna o pierdan su trabajo, han sido mayoritariamente cumplidas. Las tasas de vacunación se han disparado por encima del 90 por ciento en muchas empresas que han establecido reglas de vacunación y, en todo el país, alrededor de 185 millones de estadounidenses están ahora completamente vacunados.

La Casa Blanca, junto con el liderazgo de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), promociona la creciente tasa de vacunación como evidencia de que los recientes requisitos de vacunación son efectivos.

«Cada día de esta semana, a medida que las organizaciones van cumpliendo sus plazos de vacunación, tenemos nuevos datos que demuestran que los requisitos de vacunación funcionan», dijo la semana pasada el consejero del presidente, Jeffrey Zients, en una rueda de prensa del Equipo de Respuesta COVID-19 de la Casa Blanca.

Sin embargo, aunque las tasas de vacunación sean altas, muchos estadounidenses, como Smith, están optando por cambiar de profesión en lugar de vacunarse.

«Voy a volver a la industria de los camiones», dijo Smith.

Northwell Health, un gran sistema de salud en Nueva York, dijo el 4 de octubre que despidió a 1400 trabajadores porque se negaron a recibir una vacuna anti-COVID, eso se suma a los miles más en todo el estado que han sido puestos en licencia, sin goce de sueldo, tras la fecha límite del 27 de septiembre en Nueva York para que los trabajadores sanitarios se vacunen.

United Airlines dijo la semana pasada que tiene previsto despedir a 593 empleados que han optado por no cumplir con el requisito de vacunación de la compañía. Southwest también anunció recientemente los requisitos de vacunación para sus más de 54,000 empleados antes de la implementación de una regla federal, que se espera para las próximas semanas, la cual requerirá que todas las empresas con más de 100 empleados implementen requisitos de vacunación.

La cantidad de ofertas de trabajo que piden la vacuna anti-COVID aumentó 20 veces en los últimos dos meses, según LinkedIn.

Los trabajadores del sector público también están dejando sus puestos de trabajo debido a las nuevas reglas. Los requisitos de vacunación para maestros y para otros empleados del sistema de escuelas públicas de la ciudad de Nueva York entraron en vigencia el 4 de octubre.

Orline Borno, profesora de historia en la escuela secundaria Benjamin N. Cardozo, en un mitin contra los mandatos de vacunación, en Brooklyn, Nueva York, el 4 de octubre de 2021. (Petr Svab/The Epoch Times)

Orline Borno, de 51 años, ha enseñado historia en la escuela secundaria Benjamin N. Cardozo, en Bayside, Queens, durante tres décadas. Actualmente la despojaron de su trabajo por rechazar la vacuna.

«Yo lo llamo tiranía médica», le dijo a The Epoch Times, agregando que considera el mandato como «inconstitucional» e «inmoral».

“Me duele”, dijo Borno, lamentando el repentino final de su carrera. «Le di 26 años al Departamento de Educación, a mis alumnos, a una profesión maravillosa, y que simplemente nos dieran la espalda a nosotros, educadores dedicados… Me siento traicionada».

Borno dice que sus estudiantes quedaron “devastados” al enterarse de su partida, mientras que los padres han respaldado su decisión.

«Ellos entienden. Nos apoyan”, dijo.

Opina que la vacunación no debería ser obligatoria, porque los profesores son capaces de garantizar un nivel de seguridad suficiente a pesar de todo, como lo hacían antes de la aparición de la vacuna, con el uso de mascarillas y las pruebas para detectar infecciones.

«Lo estábamos haciendo bien», dijo.

Borno dice que aún no está convencida de la seguridad de la nueva vacuna, que fue aprobada en un tiempo récord. Y la información que está disponible, Borno dice que la ha encontrado politizada.

“Es ciencia política ahora. No es ciencia real lo que está sucediendo en este momento. Están provocando una división”, dijo.

Sugirió que los esfuerzos para contener el virus han ido demasiado lejos al limitar las libertades de las personas. También dijo que las autoridades pueden querer conservar esa forma de actuar.

«Si no detenemos esto ahora, nunca terminará», dijo.

Kara Lindstrom en una foto con su padre, Kris.

Kara Lidstrom, de 30 años, es pasante en el Centro de Desarrollo Humano en Cloquet, Minnesota, y trabaja para convertirse en una consejera licenciada en alcohol y drogas. Ella le dijo a The Epoch Times que el mes pasado su empleador anunció sus requisitos de vacunación. Ella dice que está eligiendo no vacunarse; pasará por lo que el centro llama «terminación voluntaria» y, en última instancia, cambiará su trayectoria profesional.

Lindstrom dice que ya ha tenido COVID y le preocupa que una vacuna anti-COVID afecte su fibromialgia.

«El COVID sí afectó mi corazón, y algunos médicos dicen que, si te ponen la vacuna, tal vez la mejore, pero luego están surgiendo otras historias en las que [la vacuna] está empeorando las cosas», dijo Lindstrom.

«Además de eso, es mi elección».

La orden ejecutiva del presidente Joe Biden, anunciada el 9 de septiembre, obliga a todos los empleados y contratistas federales a vacunarse, así como a los trabajadores médicos del CMS. También está previsto que se exija a todos los trabajadores de empresas privadas con 100 empleados o más que se vacunen contra el COVID-19 o muestren una prueba negativa semanal.

Muchos de los requisitos de vacunación del sector privado se están adelantando a una Norma Temporal de Emergencia de la Administración de Salud y Seguridad Ocupacional, norma que se espera que se implemente en las próximas semanas.


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