Las autoridades francesas dijeron el viernes que docenas de trastornos cardíacos han sido relacionados con la hidroxicloroquina, un tratamiento contra la malaria y el lupus que está siendo explorado como una forma de tratar la COVID-19 y que fue calificado como la «terapia más efectiva» para la enfermedad por los médicos en una encuesta mundial.
Una red de vigilancia de los efectos adversos vinculados a los tratamientos de COVID-19 encontró 100 casos de reacciones adversas, incluidos 82 casos graves con cuatro muertes.
La mayoría de las reacciones adversas notificadas se han vinculado a la hidroxicloroquina o a los medicamentos para el VIH lopinavir y ritonavir, dijo la Agencia Francesa para la Seguridad de los Productos Sanitarios. De los 43 incidentes cardíacos vinculados a la hidroxicloroquina, las autoridades encontraron siete casos de muerte súbita, incluidos tres pacientes que fueron reanimados.
«Esta evaluación inicial muestra que los riesgos asociados a estos tratamientos, en particular cardiovasculares, están muy presentes y potencialmente aumentados en los pacientes de COVID-19. Casi todas las declaraciones proceden de establecimientos sanitarios», declaró el organismo.
Los expertos americanos, al anunciar un ensayo clínico para la hidroxicloroquina, advirtieron esta semana de sus efectos secundarios, incluyendo convulsiones y latidos irregulares.
«Muchos hospitales de EE.UU. actualmente están utilizando la hidroxicloroquina como terapia de primera línea para los pacientes hospitalizados con COVID-19 a pesar de los datos clínicos extremadamente limitados que apoyan su eficacia», dijo en una declaración el Dr. Wesley Self, médico de medicina de emergencia en el Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt y líder del ensayo. «Por lo tanto, se necesitan urgentemente datos sobre la hidroxicloroquina para informar la práctica clínica sobre el tratamiento de COVID-19».
La COVID-19 es una enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), comúnmente conocido como el nuevo coronavirus.
La hidroxicloroquina es uno de los varios medicamentos existentes que se están explorando contra la COVID-19, que no tiene un tratamiento o vacuna probados. La droga se ha recetado en todos Estados Unidos y se ha utilizado en varios otros países, entre ellos India, Hungría y Reino Unido. Se están realizando ensayos clínicos en Francia, EE.UU. y otros países.
Dos estudios realizados por investigadores franceses han sugerido que la droga contra la malaria es efectiva en el tratamiento de pacientes con COVID-19, y el presidente de Francia Emmanuel Macron se reunió esta semana con el líder de los estudios, Didier Raoult, director del Instituto de Infecciones del Mediterráneo (IHU).
Los expertos en lupus también han dicho que pocos pacientes con lupus están infectados con COVID-19, señalando el uso potencial de la hidroxicloroquina como profiláctico.
El mes pasado, la India recomendó a los trabajadores de la salud involucrados en el cuidado de los casos sospechosos o confirmados de COVID-19 que tomaran la droga. El país prohibió su exportación pero aflojó las reglas después de que el primer ministro Narendra Modi habló con el presidente de Estados Unidos Donald Trump.
Trump dijo que los primeros resultados sobre la hidroxicloroquina y la estrechamente relacionada cloroquina eran «muy alentadores» y que el 28 de marzo la Administración de Alimentos y Fármacos aprobó ambos para los pacientes hospitalizados por COVID-19. Informes dispersos de pacientes atribuyen las recuperaciones a las drogas.
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