Legisladores estadounidenses y líderes europeos condenaron la aprobación formal de una nueva ley de seguridad nacional para Hong Kong por parte de Beijing, anunciando una era de endurecimiento del control comunista sobre la ciudad.
A través de votos ceremoniales, el comité permanente de la legislatura títere de China aprobó la ley el 30 de junio, la cual los críticos temen que sea utilizada para reprimir a los que critican al Partido Comunista Chino (PCCh). El texto de la legislación no se hizo público hasta una hora antes del 23º aniversario del traspaso de la ciudad de la administración británica al régimen chino.
La medida tuvo efecto inmediato.
En virtud de la ley, quienes sean declarados culpables de los delitos de secesión, subversión, terrorismo y colusión con fuerzas extranjeras, se enfrentan a penas de hasta cadena perpetua. También proporciona el establecimiento de un organismo de seguridad del PCCh en la ciudad para investigar e implementar la ley. Los miembros del organismo «no están bajo la jurisdicción de la región administrativa especial de Hong Kong» y «no están sujetos a inspección, registro y detención por parte de los oficiales de policía» de Hong Kong.
La Presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi (D-Calif.), dijo que la aprobación de la ley «señala la muerte del principio de ‘un país, dos sistemas'», refiriéndose al marco en el que Beijing se comprometió a gobernar Hong Kong al momento de su traspaso. La miniconstitución del territorio, la Ley Básica, garantiza la autonomía; las libertades de expresión, prensa y reunión; y un poder judicial independiente, lo cual no está permitido en China continental.
«El propósito de esta brutal y arrolladora ley es asustar, intimidar y suprimir a los hongkoneses que reclaman pacíficamente las libertades que se les prometieron», dijo Pelosi en un comunicado.
La presidenta de la Cámara pidió al gobierno de Trump que hiciera rendir cuentas al régimen sancionando a los funcionarios del PCCh responsables de abusar de los derechos en Hong Kong bajo la Ley Global Magnitisky y la Ley de Derechos Humanos y Democracia de Hong Kong.
El presidente Donald Trump anunció el mes pasado que la administración, en respuesta a las acciones de Beijing, iniciaría el proceso de eliminar el tratamiento especial de la ciudad bajo la ley estadounidense y tomaría medidas para sancionar a los funcionarios chinos involucrados en «sofocar» las libertades de la ciudad. Desde entonces, Washington ha implementado restricciones de visa a los funcionarios del PCCh responsables de menoscabar los derechos y libertades en Hong Kong, y ha decretado que Hong Kong también estaría sujeto a las leyes de control de las exportaciones que antes solo se aplicaban a China continental.
El senador Pat Toomey (R-Pa.) dijo a NTD, afiliada a The Epoch Times, que la medida era «muy preocupante» y tenía por objeto privar al pueblo de Hong Kong de las libertades elementales prometidas en la Ley Básica.
El Senado aprobó la semana pasada por unanimidad un proyecto de ley, la Ley de Autonomía de Hong Kong, copatrocinada por Toomey, que impondría sanciones obligatorias a los individuos o empresas que apoyen los esfuerzos de China para restringir la autonomía de Hong Kong. También incluye sanciones secundarias a los bancos que hagan negocios con cualquiera que se encuentre respaldando cualquier medida enérgica contra la autonomía del territorio. Se ha presentado un proyecto de ley complementario en la Cámara de Representantes.
El representante Ted Yoho (R.-Fla.) dijo que la última acción del régimen tendrá ramificaciones no solo para el pueblo de Hong Kong, sino para la comunidad empresarial internacional.
«Ellos [las empresas] van a ver cómo China trata las leyes y los acuerdos internacionales. Y van a entender que no pueden simplemente confiar en los comunistas», dijo Yoho a NTD. «Y va a haber una desinversión masiva de Hong Kong en los negocios y el comercio internacional».
Yoho, quien presentó la versión de la Cámara de la Ley de Autonomía de Hong Kong, tenía la esperanza de que el proyecto de ley fuera aprobado y firmado como ley antes del final de esta sesión del Congreso a finales de julio.
El representante Scott Perry (R-Penn.) no se sorprendió por el rápido proceso de finalización de la ley en Beijing, calificándolo de otro ejemplo en la «larga lista de ocasiones en que el Partido Comunista Chino no ha estado a la altura de sus propias expectativas, de los acuerdos, de las promesas que ha hecho».
«Debemos seguir haciéndole saber a China, y toda la comunidad mundial debe hacerle saber a China, que esto es completamente inaceptable», dijo Perry a NTD.
Fuera de Estados Unidos, Gran Bretaña, la Unión Europea, Japón, Taiwán, y otros han criticado la medida de Beijing.
El primer ministro británico Boris Johnson dijo que Reino Unido estaba «profundamente preocupado» por la aplicación de la ley de seguridad nacional, mientras que el Presidente del consejo de la Unión Europea, Charles Michel, dijo: «Deploramos la decisión».
El secretario de Relaciones Exteriores de Reino Unido, Dominic Raab, dijo que la medida es un «paso grave, el cual es profundamente preocupante».
«A pesar de la insistencia de la comunidad internacional, Beijing ha decidido no dar un paso atrás en la imposición de esta legislación. China ha ignorado sus obligaciones internacionales con respecto a Hong Kong», dijo Raab.
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Hong Kong se preocupa por su futuro tras aprobación de ley china
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