El 8 de septiembre, un juez desestimó la demanda presentada por el expresidente Donald Trump contra Hillary Clinton y otras personas.
Trump demandó a Clinton, al exespía británico Christopher Steele y a varias docenas de personas más en marzo por acusaciones de colusión rusa, alegando violaciones de la Ley de Organizaciones Corruptas e Influenciadas por Extorsión (RICO, por sus siglas en inglés). En una demanda enmendada varios meses después, amplió las acusaciones de conspiración.
Pero el juez de distrito Donald Middlebrooks, nominado por Bill Clinton, dijo que la extensa demanda «no establece que el demandante tenga derecho a ninguna reparación» y que las reclamaciones presentadas en ella «no están justificadas bajo la ley existente».
«Destaco aquí solo dos problemas flagrantes de la Demanda Enmendada. Hay muchos otros. Pero éstos son emblemáticos de la audacia de las teorías jurídicas del demandante y de la forma en que contravienen claramente la jurisprudencia vinculante. En primer lugar, la respuesta de la demanda enmendada a la moción de los demandados para desestimar la demanda original, en la que los demandados señalaban la falta de delitos determinantes de la ley RICO, fue añadir otro delito determinante: el fraude electrónico», escribió Middlebrooks, que se negó a recusarse del caso, en una orden de 65 páginas.
Trump tampoco «tiene en cuenta el requisito de la Corte Suprema de que para obstruir la justicia debe haber un nexo con un procedimiento judicial o del gran jurado», añadió después.
El juez dijo que la forma en que se caracterizaron muchos eventos en la demanda enmendada «son inverosímiles porque carecen de cualquier alegación específica que pueda proporcionar apoyo fáctico a las conclusiones alcanzadas», incluyendo la caracterización de que el exdirector del FBI James Comey y otros funcionarios del gobierno «apuntaron de forma demasiado insistente» a Trump.
Trump y su campaña fueron investigados por el FBI durante años por el dossier recopilado por Steele, que fue pagado por Clinton y otros demócratas. El dossier contenía muchas afirmaciones que han permanecido sin fundamento hasta el día de hoy. La operación del FBI se llamó Crossfire Hurricane. Los investigadores cometieron graves errores y omisiones en su investigación, según ha descubierto el organismo de control del Departamento de Justicia, incluida la manipulación de un correo electrónico.
Aunque la denuncia enmendada hacía referencia correctamente al informe del organismo de control, no reconocía la conclusión de que «no encontramos pruebas documentales o testimoniales de que la parcialidad política o las motivaciones impropias influyeran en su decisión; encontramos que Crossfire Hurricane se abrió con un propósito de investigación autorizado y con suficiente fundamento fáctico», dijo Middlebrooks.
Desestimó la denuncia sin perjuicio, lo que significa que Trump puede volver a presentarla en el futuro.
«Estamos vehementemente en desacuerdo con el dictamen emitido hoy por el tribunal. No solo está plagado de aplicaciones erróneas de la ley, sino que ignora las numerosas investigaciones gubernamentales independientes que corroboran nuestra afirmación de que los acusados conspiraron para implicar falsamente a nuestro cliente y socavar las elecciones presidenciales de 2016. Apelaremos inmediatamente esta decisión», dijo Alina Habba, abogada de Trump, a The Epoch Times en un correo electrónico.
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