El grupo de la junta escolar nacional que generó fuertes reacciones en todo el país con una carta que compara a padres con terroristas nacionales se puso en contacto con funcionarios de la administración de Biden antes de publicar la carta a fines del mes pasado, según muestran los correos electrónicos recién publicados.
La Asociación Nacional de Juntas Escolares (NSBA) instó el 29 de septiembre al presidente Joe Biden a tomar medidas para detener lo que describió como “amenazas y actos de violencia” contra juntas escolares, maestros y otras personas involucradas en la esfera de la educación pública.
Cinco días después, el fiscal general Merrick Garland anunció que los funcionarios federales tomarían medidas enérgicas contra los padres acusados de amenazar con violencia o intentar intimidar a los educadores.
Los correos electrónicos recientemente revelados (pdf), obtenidos por Parents Defending Education, muestran que la NSBA estuvo en contacto con la Casa Blanca y otros en la administración antes de la publicación de la carta.
«En conversaciones durante las últimas semanas con el personal de la Casa Blanca, solicitaron información adicional sobre algunas de las amenazas específicas», escribió Chip Slaven, director ejecutivo interino y CEO de la NSBA, en un correo electrónico a los miembros de la junta de la NSBA pocas horas después de que se publicara la carta.
“Entonces, la carta también detalla muchos de los incidentes que han estado ocurriendo”, dijo.
La mayoría de los incidentes que incluyó la junta estaban relacionados con padres que rechazaban enérgicamente enseñanzas o material controvertido, y no con incidentes en los que se hubiera infringido alguna ley.
Varios incidentes finalmente dieron lugar a arrestos en reuniones de la junta escolar, incluido un padre en el condado de Loudoun, Virginia, que estaba molesto porque su hija había sido violada y los funcionarios escolares presuntamente actuaron para encubrirlo.
La NSBA no ha respondido a las solicitudes de comentarios sobre la carta, la orden del Departamento de Justicia, o los correos electrónicos recién publicados.
Viola Garcia, la presidenta del grupo, escribió a los directores de la NBSA el 2 de octubre y les dijo que la asociación «ha estado comprometida con la Casa Blanca y el Departamento de Educación en estos y otros temas relacionados con la pandemia desde hace varias semanas».
La Casa Blanca no respondió a una solicitud de comentarios y no se le preguntó a la subsecretaria de prensa Karine Jean-Pierre sobre los correos electrónicos durante una conferencia de prensa el jueves.
Garland, al testificar ante el Congreso en Washington, dijo que se enteró de la carta al leerla en las noticias y que la Casa Blanca no le había dicho que emitiera el memorando. Dijo que estaba seguro de que la Casa Blanca comunicó sus preocupaciones sobre la carta a su departamento y que eso sería «perfectamente apropiado».
Garland dijo que él mismo no se comunicó con la Casa Blanca, la NSBA, o los dos sindicatos de maestros más grandes del país antes de emitir su memorando. También indicó que el Departamento de Justicia utilizó a la NSBA como su fuente para el reclamo de que ha habido un aumento en el acoso y las amenazas de violencia contra los funcionarios escolares en los últimos meses.
La carta fue firmada por Garcia y Slaven y compartida con la Junta Directiva de la NSBA el 29 de septiembre, el mismo día en que fue enviada a Biden y la noche anterior a su divulgación pública. Algunos miembros de la junta indicaron que no habían estado de acuerdo con el lenguaje de la carta, que incluía decir que los actos de malicia, violencia y amenazas contra funcionarios escolares podrían clasificarse como «el equivalente a una forma de terrorismo doméstico y delitos de odio».
“Estoy de acuerdo con muchos de mis colegas en que se debería haber consultado a la Junta Directiva antes de que se enviara públicamente una carta como esta, y nada menos al presidente de los Estados Unidos y a la prensa nacional”, dijo John Halkias, uno de los directores, a Slaven el 1 de octubre.
“También estoy de acuerdo en que la carta adoptó una postura que fue más allá de lo que muchos de nosotros consideraríamos razonables y usó términos extremos, y solicitó una acción del gobierno federal que muchos de nosotros no solicitaríamos”, dijo, antes de agregar que la carta había «creado una tormenta de fuego nueva y renovada» y había «dado a nuestros críticos más fuertes más municiones para criticarnos».
Las juntas escolares estatales que representan al menos a 20 estados también han dicho que no están de acuerdo con la carta. Algunos renunciaron o se mudaron para dejar la NSBA.
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