La familia de una víctima de asesinato demandará a agencias públicas por permitir entrada en EE.UU. de presunto miembro de MS-13

Por Ryan Morgan e Ileana Alescio
19 de enero de 2024 10:33 PM Actualizado: 19 de enero de 2024 10:46 PM

Los familiares de una mujer violada y asesinada en 2022 se disponen a demandar al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y al Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS o DHHS), alegando que ambos actuaron con «negligencia operativa» al permitir que el sospechoso del asesinato, un inmigrante ilegal con conocidos vínculos con pandillas, ingresara en Estados Unidos desde la frontera sur.

Kayla Hamilton, una mujer autista que había cumplido 20 años tres días antes del crimen, fue violada y asesinada el 27 de julio de 2022 en Aberdeen, Maryland.

Los investigadores del Departamento de Policía de Aberdeen creen que el responsable de este ataque mortal es un inmigrante ilegal vinculado a la pandilla salvadoreña MS-13, que fue detenido previamente en la frontera sur.

La identidad del sospechoso de asesinato no ha sido revelada públicamente porque tiene 17 años y las leyes de Maryland prohíben identificar públicamente a menores sospechosos de cometer delitos.

El abogado Brian Claypool, radicado en Pasadena, California, anunció el miércoles que su bufete se prepara para representar a la madre de Hamilton, Tammy Nobles, en una demanda por homicidio culposo contra el Departamento de Seguridad Nacional y el Departamento de Salud y Servicios Humanos.

La demanda solicitará una indemnización de 100 millones de dólares por las acciones de los funcionarios del DHS y el HHS que presuntamente contribuyeron a la muerte de la Sra. Hamilton a manos del inmigrante ilegal sospechoso del crimen.

El Sr. Claypool dijo que los empleados del DHS no tomaron varias precauciones cuando encontraron al sospechoso de asesinato en la frontera sur de EE.UU., incluyendo la comprobación de si tenía tatuajes relacionados con pandillas o ponerse en contacto con el gobierno de El Salvador para confirmar si tenía afiliaciones con pandillas.

«Los empleados del DHS, de forma negligente, imprudente y/o atroz, no inspeccionaron visualmente al agresor levantándole la camisa para comprobar si tenía tatuajes relacionados con pandillas. Si los empleados del DHS hubieran realizado una rudimentaria inspección visual del cuerpo del agresor, habrían visto tatuajes relacionados con la pandilla MS-13 en su cuerpo, lo que le habría inhabilitado para entrar en suelo estadounidense», dice la declaración del Sr. Claypool.

«Los empleados del DHS, de forma negligente, imprudente y/o flagrante no hicieron una simple llamada telefónica al gobierno de El Salvador para verificar si el agresor estaba en una lista de afiliación a la pandilla MS-13. De haberlo hecho, los funcionarios del gobierno de El Salvador habrían confirmado que el agresor era un conocido miembro de la pandilla MS-13 con antecedentes penales».

El Sr. Claypool explicó con más detalle la demanda contra los funcionarios del HHS en un posteo de redes sociales, en el que afirmó que funcionarios de dicho departamento eran los responsables de colocar al sospechoso de asesinato con un patrocinador antes de permitirle entrar a Estados Unidos.

«El DHHS colocó indebidamente al asesino con un patrocinador no verificado que no era un familiar. Un mes después, [el asesino] huye y un casero, que también era inmigrante ilegal, le permite alquilar una habitación con Kayla», se lee en el posteo del Sr. Claypool en las redes sociales.

La crisis de menores no acompañados en la frontera

Debido a que el sospechoso es menor de edad, los agentes de la Patrulla Fronteriza que lo atraparon en la ciudad de Río Grande, Texas, tras cruzar la frontera en marzo de 2022, lo entregaron al HHS, la agencia encargada de procesar a los menores no acompañados y encontrarles patrocinadores dentro de EE. UU.

Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) no reveló si el sospechoso fue evaluado en la frontera antes de ser entregado al HHS, ni cómo verificó su edad.

Según la ley, el HHS tiene hasta 72 horas para procesar a los menores y entregarlos a un patrocinador o enviarlos a un centro de migrantes. El patrocinador normalmente es un familiar que vive en EE. UU.

En el caso del sospechoso, este identificó a una mujer de Frederick, Maryland, como su tía, según la policía de Aberdeen. No se sabe si el HHS verificó si la mujer efectivamente era su familiar.

Los niños no acompañados cruzando la frontera sur han alcanzado niveles récord en los últimos años. En el año fiscal 2022, cuando el sospechoso llegó a EE. UU., la HHS recibió casi 129,000 menores no acompañados, según estadísticas de la agencia.

Muchos pandilleros y criminales aprovechan que el sistema migratorio está colapsado para ingresar a Estados Unidos haciéndose pasar por menores.

«Alrededor del 30% de los miembros de la MS-13 arrestados en los últimos años por el ICE ingresaron originalmente a EE. UU. como menores no acompañados», dijo Jessica Vaughan del Centro para Estudios de Inmigración.

La madre de Kayla espera que su caso ayude a evitar otros similares.

«Para mí no es una cuestión política, es una cuestión de seguridad para cualquiera que viva en Estados Unidos. Podría haber sido la hija de cualquiera. No quiero que ningún otro padre viva la pesadilla que yo estoy viviendo», añade la última declaración preparada de la Sra. Nobles.

«Ahora soy su voz y voy a luchar con todo lo que tengo para que se cuente su historia y se tome conciencia del problema en la frontera».


Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo clic aquí


 

Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando

¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.