Los niños no acompañados que cruzan solos la frontera de EE. UU. son puestos en situaciones potencialmente peligrosas debido a la escasa investigación de los adultos a los que son entregados, dice un denunciante que trabaja con una empresa que transporta a los menores por todo Estados Unidos.
Un niño no acompañado que cruzó la frontera de Estados Unidos ilegalmente sin un padre o tutor es procesado por la Patrulla Fronteriza y luego transferido a los Servicios de Salud y Humanos (HHS, por sus siglas en inglés). La Oficina de Reasentamiento de Refugiados del HHS es la responsable de colocar al niño con un padrino autorizado en Estados Unidos, normalmente uno de sus padres o un familiar, pero no siempre, dice el denunciante.
«No hay una investigación adecuada que diga: ‘Oye, estos niños están realmente emparentados con esta persona’. No. Podría ser un delincuente infantil, un delincuente sexual que quiere acoger a uno de estos niños en su casa, y el gobierno lo permite», dijo el denunciante a Savanah Hernandez, una reportera de Texas que realiza un podcast llamado Rapid Fire.
El denunciante alega en la entrevista que trabaja para MVM, Inc, una empresa de seguridad privada con sede en Virginia que tiene contratos con el gobierno federal para escoltar a los niños en todo Estados Unidos desde las regiones fronterizas.
Calcula que la empresa transporta actualmente entre 2000 y 5000 niños cada semana desde Texas a padrinos de todo el país. Suelen viajar de noche y a aeropuertos pequeños y regionales.
«Así nadie nos ve», dijo. «Intentamos evitar al público».
Una afluencia abrumadora
El HHS comenzó a publicar datos sobre el número de menores no acompañados que albergaba en marzo de 2021, ya que el volumen desbordaba las instalaciones fronterizas, que no están diseñadas como albergues para niños.
En abril del año pasado, más de 20,000 niños estaban bajo la custodia del HHS al mismo tiempo, esperando ser colocados con un padrino, con un costo para los contribuyentes de al menos 60 millones de dólares por semana.
El HHS tuvo que abrir varios centros de custodia de emergencia, incluyendo la adaptación de centros de convenciones en Dallas, San Antonio y San Diego, bases militares en estados fronterizos y estructuras en estados del interior como Pensilvania y Michigan.
«El objetivo de esta Administración es trasladar a los menores no acompañados que llegan a nuestras fronteras fuera de la custodia del DHS [Departamento de Seguridad Nacional] y a las instalaciones del HHS, y en última instancia, colocarlos con miembros de la familia investigados o padrino de la forma más rápida y segura posible», afirma el HHS en un correo electrónico que acompaña a sus estadísticas.
Una vez en la custodia del HHS, un niño no acompañado proporcionará a un trabajador social el nombre y el contacto de su padrino y el trabajador se pondrá en contacto con el padrino para verificarlo, dijo el denunciante.
«Cuando investigan a la persona, si ven que no es pariente, no les importa, no lo prueban. Y envían al niño a esta persona. Y el padrino nos dirá: ‘Oh, no soy un familiar, no soy el padre del niño, no soy la madre del niño, no soy pariente de sangre'», dijo el denunciante.
«Es solo un amigo. Y eso hace que te preguntes, ¿qué quieres decir con solo un amigo? ¿Quién es usted?».
«Pero no se nos permite sacar estas cosas. Mientras sea una persona que se presenta y te da la documentación adecuada, dejamos al niño».
Dice que los niños le dicen que conocen a su padrino a través de Facebook, o de una app de redes sociales.
«La semana pasada una compañera de trabajo tuvo que llevar a una adolescente con un padrino varón de unos 40 años al que no conocían. Solo se comunicaron por FaceTime un par de veces mientras ella estaba en el refugio [del HHS]», dijo el denunciante a The Epoch Times vía Hernandez el 25 de agosto.
«El tráfico sexual de niños es la cosa número uno que todos tememos».
En otro caso, una mujer de unos 30 años llegó a recoger a dos niños no relacionados entre ellos en San Antonio.
«De alguna manera siguen teniendo el mismo padrino. Y ya sabes, las cosas se te pasan por la cabeza y te dices: ‘Oye, no son parientes. ¿Cómo se conocieron?», dijo.
«Cuando empezamos a hacer esto, siempre eran miembros de la familia. Y muchas veces ahora, los chicos dicen —o nosotros mismos descubrimos— que no son parientes».
«Al principio, podemos decir fácilmente que era la familia, porque lloraban, los abrazaban. Pero ahora ya hay llanto, ni abrazos, solo se dice: ‘Oye, vengo a buscarte’. Y eso es todo. No mirarán al niño. Estarán molestos por tener que presentarse en el aeropuerto».
El denunciante dijo que trabajadores como él pueden alertar a su supervisor en MVM si creen que un padrino no es adecuado o no está debidamente investigado, pero «casi nunca escuchan nuestras preocupaciones cuando se trata de padrinos. Les gusta recordarnos que nuestro trabajo es acompañar y ya está».
MVM dijo a The Epoch Times que «cualquier pregunta sobre la investigación de las familias o los patrocinadores debe dirigirse al gobierno federal».
El HHS no respondió a las preguntas de The Epoch Times.
En un correo electrónico de estadísticas diarias, el HHS afirma que «en más del 80 por ciento de los casos» el niño tiene un miembro de la familia en los Estados Unidos y «en más del 40 por ciento de los casos ese miembro de la familia es un padre o tutor legal».
El HHS señala en su página web que los padrinos deben someterse a una comprobación de antecedentes y a una comprobación de registros públicos penales, «y en la mayoría de los casos, a una comprobación del registro de delincuentes sexuales».
Según la política, también se toman las huellas dactilares a los padrinos que no tienen relación con el niño o que no son familiares directos.
La agencia afirma que a veces también realiza comprobaciones de otros adultos que viven en el hogar.
Una vez que el niño es colocado con un padrino, pasa a los procedimientos de inmigración.
«Al principio iba muy bien. Pero desde el gobierno de Biden, con el paso del tiempo, es demasiado… Es un lío. No hay manera de explicar lo que está pasando aquí, excepto que es un gran lío», dijo el denunciante.
«Los chicos dicen: ‘Oye, nos prometieron 2000 dólares después de dos o tres meses de estar con mi padrino, y no puedo esperar a que me compren esto con ese dinero'».
El aumento del número de menores no acompañados hace temer que se repita un incidente de 2014 en el que la Oficina de Reasentamiento de Refugiados del HHS puso a ocho niños en manos de traficantes, según un informe del Subcomité Permanente de Investigaciones del Senado, publicado en 2018.
«Los traficantes pusieron a los niños a realizar trabajos forzados en una granja de huevos en Marion, Ohio», señala el informe. «Los niños trabajaban sin remuneración durante 12 horas al día, de seis a siete días a la semana, y vivían en condiciones deplorables. Los traficantes los amenazaban a ellos y a sus familias con violencia si los niños no cumplían con ellos».
Los traficantes atrajeron a los niños a Estados Unidos durante un periodo de cuatro meses, con promesas de educación y una vida mejor, según el informe.
Menores no acompañados
El gobierno de Biden ha sido criticado por alimentar una carrera hacia la frontera después de anular rápidamente muchas de las medidas que el gobierno de Trump había puesto en marcha para frenar la inmigración ilegal.
«La Administración Biden-Harris está comprometida a implementar un sistema de inmigración que sea humano, ordenado y legal. La Administración está vigilando la frontera y reuniendo a todos los sectores del Gobierno para encontrar soluciones compasivas y justas», señala un correo electrónico del HHS.
Desde que el presidente Joe Biden asumió el cargo, el número de niños no acompañados detenidos en la frontera se disparó hasta casi quintuplicar el número encontrado en 2020.
Los agentes de la Patrulla Fronteriza han detenido a un número récord de más de 257,000 niños no acompañados en la frontera desde enero de 2021 hasta julio de 2022.
La gran mayoría (80 por ciento) proceden de los países centroamericanos de Guatemala, Honduras y El Salvador, según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés).
Los ciudadanos mexicanos representan el 15% de la población de menores no acompañados, y el resto procede de otros países que la CBP no identifica en su página web. Dos tercios de los menores no acompañados son varones y el 72% tiene 15, 16 o 17 años, según datos del HHS.
En la mayoría de los casos, los padres del menor ya viven ilegalmente en Estados Unidos y han pagado a un contrabandista para que traiga a su hijo a través de la frontera.
«Los niños nos lo cuentan todo el tiempo. La semana pasada escuchamos una historia en la que un padrino tuvo que pagar el doble para que no violaran a su sobrina», dijo el denunciante.
El denunciante dijo que el aumento del número de niños no acompañados que requieren transporte en todo el país también ha significado que MVM ha apresurado su proceso de contratación.
Dijo que algunos nuevos empleados no se someten a una verificación de antecedentes hasta meses después de haber sido contratados. Según el denunciante, su propia verificación de antecedentes tardó más de seis meses en completarse.
«Mucha gente es contratada y sus antecedentes aún no han llegado. Reciben correos electrónicos al mes o a los dos meses de empezar el trabajo diciendo: ‘Oye, tienes que comprobar tus antecedentes'», dijo.
«Es una locura, porque podrían ser delincuentes infantiles o malas personas. Y tienen acceso a los niños todos los días».
MVM respondió a las acusaciones sobre el retraso en la verificación de antecedentes, diciendo que son «simplemente falsas».
«En lo que respecta a nuestro personal, todos nuestros empleados son investigados, incluida la comprobación de antecedentes, y formados antes de empezar a trabajar», declaró MVM en un correo electrónico a The Epoch Times.
MVM tiene actualmente 117 ofertas de trabajo en LinkedIn, la mayoría en regiones fronterizas, pero también busca personas bilingües (español) para trabajos de gestión de casos en Boston, Detroit, Filadelfia, Nueva York, Chicago, Denver, Miami y Orlando.
El denunciante dijo que los empleados de MVM también han estado entregando niños a adultos que no son el padrino designado en la documentación proporcionada por el HHS.
«Estos niños están siendo enviados con vecinos, con personas que no tienen ninguna relación con estos niños», dijo, «porque el padrino no tenía ganas de ir».
Un supervisor de MVM recientemente envió un correo electrónico recordando a los empleados que se aseguren de que los niños solo se entreguen a los padrinos designados y que su identificación se compruebe adecuadamente, según el correo electrónico proporcionado por el denunciante y revisado por Hernandez.
En respuesta a esta acusación, MVM dijo a The Epoch Times: «En el desempeño de esta responsabilidad, seguimos protocolos rigurosos para garantizar la seguridad de todos los individuos que están temporalmente bajo nuestro cuidado, incluyendo la verificación de la identidad de todos los patrocinadores antes de la transferencia de la custodia».
No son niños
Los agentes de la Patrulla Fronteriza en la región de El Paso, en Texas, han descubierto más de 665 extranjeros ilegales adultos que intentaron hacerse pasar por menores no acompañados para conseguir una entrada rápida a Estados Unidos en los últimos 10 meses, según la CBP.
A menudo, los adultos tienen documentos falsos que demuestran su edad como menores. Los agentes de El Paso detuvieron recientemente a siete adultos de entre 19 y 26 años que intentaban hacerse pasar por niños.
El denunciante dijo que transporta a menores que parecen adultos y que otros niños le dicen que mintieron sobre su edad.
«No hay forma de saberlo, muchas veces tienen más vello facial que yo. Tienen tatuajes», dijo.
«Muchas veces los niños nos dicen que tiraron sus papeles [antes de cruzar la frontera entre México y Estados Unidos] porque tienen más posibilidades de entrar en el país sin sus papeles».
El HHS descubrió 105 niños que la agencia determinó posteriormente que eran en realidad adultos durante el año fiscal 2021, según su sitio web.
Los niños no acompañados están actualmente bajo la custodia del HHS durante un promedio de cuatro semanas antes de ser entregados a un padrino. Los niños son alojados en una de las aproximadamente 200 instalaciones y programas con licencia estatal en 22 estados.
Durante los últimos dos años, casi 30,000 menores no acompañados han sido colocados con padrinos en Texas, mientras que Florida y California recibieron más de 20,000 menores cada uno, según datos del HHS.
Durante el mismo periodo, entre 10,000 y 14,800 niños no acompañados han sido colocados en cada uno de los estados de Nueva York, Nueva Jersey, Virginia y Maryland.
En el año fiscal 2021, se transfirieron 2140 millones de dólares al programa de menores no acompañados dentro del HHS, según el sitio web de la agencia.
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