El representante Andy Biggs (R-Ariz.) presentó una legislación el jueves que prohibiría a las agencias federales crear los llamados «pasaportes de vacunas», credenciales que podrían tomar la forma de una app o un documento físico que indican si alguien ha sido vacunado contra el virus del PCCh, que causa la enfermedad COVID-19.
El proyecto de ley, llamado Ley No Pasaportes de Vacunas (pdf), establecería prohibiciones legales que eviten que las autoridades federales emitan en el futuro cualquier documentación estandarizada que pueda usarse para certificar el estado de vacunación contra COVID-19 a terceros, como aerolíneas o restaurantes.
«Una agencia no puede emitir un pasaporte de vacuna, pase de vacuna u otra documentación estandarizada con el propósito de certificar el estado de vacunación contra COVID-19 de un ciudadano de Estados Unidos a un tercero, o publicar o compartir cualquier registro de vacuna contra COVID-19 de un ciudadano de Estados Unidos, o información de salud similar”, dice el proyecto de ley.
El proyecto de ley prohibiría también que la prueba de la vacunación contra COVID-19 sea un requisito para acceder a propiedades y servicios federales o del Congreso, dijo la oficina de Biggs en un comunicado.
«Mis decisiones de atención médica privada—y las suyas—no son asunto de nadie más», dijo Biggs en un comunicado, y agregó: «Los pasaportes de vacunas no ayudarán a nuestra nación a recuperarse del COVID-19, sino que simplemente impondrán más vigilancia del Big Brother en nuestra sociedad».
La Casa Blanca dijo el martes que la administración Biden se opone a los mandatos federales de pasaportes de vacunas. A razón de la propuesta de Biggs, The Epoch Times se puso en contacto con la Casa Blanca para confirmar que nada ha cambiado a este respecto, pero no recibió una respuesta a la edición.
La motivación legislativa de Biggs se produce entorno a una creciente controversia sobre los sistemas de pasaportes de vacunas, los cuales se han propuesto en algunos países y algunos estados y regiones de EE. UU. que han considerado su adopción. Hawái planteó la idea de imponer un pasaporte de vacunas para viajes entre islas, y el estado de Nueva York implementó su sistema «Excelsior Pass» que requerirá que las personas demuestren que fueron vacunadas al intentar ingresar a ciertos eventos y lugares.
Los pasaportes de vacunas han sido objeto de criticas por grupos de libertades civiles, quienes dicen que esto potencialmente violaría los derechos de privacidad de los estadounidenses al negar servicios clave a las personas que no están vacunadas.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo el martes que la administración Biden no desarrollará ni respaldará pasaportes de vacunas, un anuncio que se generó luego de que varios gobernadores republicanos emitieron órdenes ejecutivas prohibiéndolos.
“El gobierno no está actualmente, ni apoyaremos un sistema que requiera que los estadounidenses porten una credencial. No habrá una base federal de datos de vacunas ni un mandato federal que obligue a todos a obtener una única credencial de vacunación”, dijo Psaki a los periodistas en la Casa Blanca.
El mes pasado, Psaki respondió a los rumores de que la administración estaba trabajando con empresas privadas para crear un sistema de pasaportes, diciendo que la administración proporcionaría orientación.
“Nuestro interés es muy simple desde el gobierno federal, el cual es que la privacidad y los derechos de los estadounidenses deban protegerse para que estos sistemas no se utilicen injustamente contra las personas”, aclaró Psaki el martes. Y además dijo que el gobierno proporcionaría orientación acerca de las preocupaciones de privacidad relacionadas con las vacunas.
Mientras tanto, el gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, emitió una orden ejecutiva el lunes que prohibirá su uso.
“El gobierno no debería exigir a ningún texano que muestre prueba de vacunación y revele información médica privada solo para continuar con su vida diaria”, dijo Abbott en una declaración.
Por otro lado también, el gobernador republicano de Florida, Ron DeSantis, emitió una orden similar (pdf) la semana pasada.
Otros gobernadores republicanos han expresado recientemente su preocupación por los pasaportes de vacunas, como el gobernador de Georgia, Brian Kemp, dijo que no apoya y «no apoyará ningún tipo de pasaporte de vacunas exigido por el estado».
Con información de Jack Phillips.
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