El plan del presidente electo argentino Javier Milei para abolir el banco central podría no ser un «hoyo en uno», advirtió el excongresista y tres veces candidato presidencial Ron Paul.
Milei, un economista libertario, lanzó una campaña para desmantelar el banco central, dolarizar la economía argentina y reducir el tamaño y alcance del gobierno. Si bien algunos reportajes de los medios sugieren que Milei podría estar en las primeras etapas de dar marcha atrás en algunas de sus propuestas, su equipo ha insistido en que este tipo de «terapia de choque» es «no negociable».
Algunos observadores no creen que esté garantizado que Milei pueda derribar la institución debido a la intensa oposición dentro del gobierno.
«Habrá algunas reacciones histéricas porque de eso dependen. Dependen de la planificación económica central, de la manipulación de las tasas de interés, de echar a la gente a gritos, y todas estas cosas ocurren en estas condiciones», le dijo Paul a The Epoch Times. «No creo que sea pan comido».
Haciéndose eco de los sentimientos de otros expertos económicos de tendencia libertaria, el autor de los best sellers «End the Fed» (Fin de la Fed) y «The Revolution: A Manifesto» (La Revolución: Un manifiesto) cree que la transición del peso al dólar no será tan difícil porque la nación sudamericana ya no tiene una moneda funcional.
El peso ha perdido gran parte de su valor frente al dólar estadounidense mientras el país ha soportado una tasa de inflación del 143 por ciento. Además, los inversores argentinos se están preparando para una devaluación del 44 por ciento del tipo de cambio oficial del país después de que Milei tome posesión.
Los expertos afirman que abandonar el peso por el dólar puede estabilizar un barco que se hunde. Sin embargo, Paul advirtió que adoptar el dólar también representa algunos problemas futuros para Buenos Aires.
«Esto los haría algo vulnerables debido a los ataques al dólar», explicó Paul. «Si el dólar sufre un fuerte golpe, eso también perjudicaría a los argentinos. Por lo tanto, sería una operación complicada».
Durante los últimos 18 meses, la campaña global de desdolarización, un esfuerzo mundial coordinado para destripar la hegemonía del dólar, ha entrado a toda marcha. Aunque el dólar sigue siendo la moneda de reserva internacional, varios países, particularmente China y Rusia, han empleado diversos métodos para destronar al dólar. Hasta ahora, la herramienta más utilizada ha consistido en liquidar el comercio bilateral en monedas locales.
Al final, el principio debería ser abolir el banco central y considerar el respaldo de la moneda en oro o plata, señaló Paul.
Un nuevo jefe del Banco Central
La oficina del presidente electo confirmó que Milei nombró a Santiago Bausili como nuevo jefe del banco central. Bausili es un aliado cercano del ministro entrante de Economía, Luis Caputo. Su nominación debe ser aprobada por el Senado.
Los informes sugieren que Milei está potencialmente adoptando una forma más gradual de gobernar, aunque afirmó que no aceptaría el «gradualismo» para sus objetivos de políticas públicas poco convencionales. Sin embargo, hay reportajes que insinúan que el equipo económico que se está construyendo indica la prioridad de las reformas fiscales en lugar de erradicar un organismo monetario y adoptar el dólar estadounidense.
El nombramiento de Bausili podría resultar esencial para un gobierno entrante que podría estar trabajando en un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En 2019, lideró un equipo que completó un acuerdo con el FMI, que luego abandonó el actual presidente Alberto Fernández.
El mes pasado, Milei sostuvo una reunión virtual con la directora del FMI, Kristalina Georgieva, y confirmó en X que la institución global «mostró su cooperación para financiar las soluciones estructurales que Argentina necesita». Reiteró el compromiso del FMI «de apoyar los esfuerzos para reducir de forma duradera la inflación, mejorar las finanzas públicas y aumentar el crecimiento liderado por el sector privado».
Argentina es actualmente el mayor deudor del FMI, con una deuda de aproximadamente USD 45,000 millones.
Temores de estanflación
Milei ha declarado que convocará al Congreso a una sesión extraordinaria el 11 de diciembre, un día después de su toma de posesión. Presentará a los legisladores sus planes para reforzar las finanzas del país.
Debido a estos «ajustes fiscales», Milei le dijo a una estación de radio local la semana pasada que la economía podría enfrentar estanflación (una combinación de inflación alta y crecimiento estancado), ya que podría tomar hasta 24 meses controlar la inflación.
«Va a haber estanflación, porque cuando se hace un reordenamiento fiscal, tendrá un impacto negativo en la actividad económica», afirmó. «Lo que estamos haciendo es crear todos los mecanismos para frenar la emisión de dinero para que en un lapso de 18 a 24 meses acabemos con la inflación».
Los economistas dicen que Argentina caerá en una recesión el próximo año, ya que se proyecta que la economía se contraiga hasta un 3.5 por ciento.
En cuanto a sus esfuerzos de dolarización, también podrían quedar en un segundo plano debido a las agotadas reservas de divisas del banco central. Durante la última década, la institución ha impuesto controles de capital según el edicto de la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Esta política limitó la capacidad de comprar y vender divisas y exacerbó las distorsiones económicas. Los críticos calificaron estas medidas como un «instrumento de tortura».
La dolarización podría parecer una herramienta para la estabilidad, pero algunos analistas bancarios afirman que el objetivo principal debería ser reconstruir las reservas del banco central compensando pérdidas y creando incentivos.
Con una inflación de tres dígitos descontrolada y devastando hogares en todo el país, Gabriela Calderón de Burgos y Daniel Raisbeck, del Instituto Cato, escribieron en un artículo el verano pasado que «la dolarización debería seguir estando en la vanguardia del debate político».
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