México toma medidas contra migrantes ante ola de haitianos

Por Charlotte Cuthbertson y Zachary Stieber
21 de septiembre de 2021 11:57 AM Actualizado: 21 de septiembre de 2021 12:43 PM

ACUÑA, México —Las autoridades mexicanas han comenzado a bloquear el paso de los autobuses de migrantes para que no lleguen a las comunidades de la frontera entre Estados Unidos y México y planean comenzar a deportar a los haitianos a su país de origen.

El gobierno mexicano planea comenzar el martes a deportar a los migrantes, principalmente a los haitianos, dijo el alcalde de Piedras Negras, Claudio Bres, al medio de comunicación mexicano Zócalo el lunes.

Bres y otros funcionarios tienen previsto reunirse el martes con sus homólogos de Eagle Pass, Texas, que se encuentra justo al otro lado de la frontera de su ciudad, mientras Estados Unidos se esfuerza por hacer frente a una crisis migratoria que no muestra signos de desaceleración.

En los últimos días, más de 10,000 inmigrantes ilegales se han concentrado en Del Río, Texas, a unos 100 km al noroeste de Piedras Negras y Eagle Pass. La mayoría proceden de Haití.

Más de 6500 han sido expulsados de la zona por las autoridades fronterizas estadounidenses. Otros se han trasladado al otro lado del río Grande, a Acuña, México, para pensar sobre sus opciones.

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Inmigrantes ilegales se bañan y juegan en el lado estadounidense del Río Grande, la frontera internacional con México, en Del Río, Texas, el 18 de septiembre de 2021. (Charlotte Cuthbertson/The Epoch Times)

Las autoridades mexicanas también decidieron un acuerdo durante el fin de semana para que todos los autobuses extranjeros que lleven migrantes sean devueltos si intentan dirigirse a Piedras Negras o Acuña, dijo Bred en una conferencia de prensa el domingo. Se están imponiendo multas de 500 a 1000 dólares a cualquiera que intente ayudar a los migrantes.

El capitán Carlos Solís, del Ejército de Salvación, dijo a The Epoch Times en Acuña el lunes que estaba en una misión para ver qué podía hacer el grupo ya que no podían operar en este momento en Piedras Negras.

Dijo que los funcionarios hicieron bajar y caminar a los migrantes de aproximadamente 200 autobuses el domingo, aunque ninguno estaba siendo deportado, según tenía entendido.

«Esto es una crisis total. Son personas que lo han dejado todo», dijo, y estimó que se necesitaría una semana para desplegar los recursos para alimentar a unos 500 migrantes por día.

Bres dijo que 71 autobuses extranjeros llenos de migrantes pasaron por Piedras Negras desde el viernes hasta el sábado. En uno de los casos, los migrantes se bajaron y comenzaron a ponerse agresivos con los inspectores fronterizos y policías. Todos fueron detenidos, incluido el conductor.

«El objetivo es que esta ola —porque es una gran ola de transportes extranjeros, y los contamos por cientos— no llegue a la frontera», dijo.

Los inmigrantes ilegales que lograron llegar a Del Río dijeron a The Epoch Times que tomaron autobuses en al menos una parte de su viaje.

Bres dijo más tarde que la orden contra los autobuses se debió a la avalancha de migrantes que han viajado a través de México hacia Estados Unidos desde que el presidente estadounidense Joe Biden asumió el cargo en enero y modificó drásticamente las normas de aplicación de la ley de inmigración.

«Se dan una serie de situaciones que quizás muchos de nosotros en México no comprendamos» con respecto a lo que el Congreso de Estados Unidos ha considerado y la Casa Blanca ha implementado, dijo a Zócalo.

«No quisiera entrar en detalles de esto, pero que provocó que desde entonces empezase a haber una cantidad importante de éxodo de migrantes que buscaban el asilo en la frontera de los Estados Unidos», agregó.

Otros países en la ruta hacia Estados Unidos también han señalado su descontento con el estado actual de las cosas. Erika Mouynes, ministra de Asuntos Exteriores de Panamá, dijo el sábado en una reunión regional que hace unos meses solo pasaban por el país 800 migrantes hacia Estados Unidos. La cifra se ha disparado a más de 20,000.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, no mencionó ningún acuerdo en una conferencia de prensa celebrada el lunes en la Ciudad de México, pero sí dijo que había escrito una carta al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pidiéndole a su homólogo que renovara sus esfuerzos en materia de inmigración.

Biden ha presidido la que va camino de ser la peor crisis fronteriza de la historia en cuanto al número de inmigrantes que los agentes y oficiales estadounidenses han encontrado tras entrar ilegalmente en Estados Unidos. La cifra superó los 200,000 en julio y agosto.

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Inmigrantes ilegales llevan provisiones desde Acuña, México, a Estados Unidos a través del Río Grande, la frontera internacional con México, en Del Río, Texas, el 18 de septiembre de 2021. (Charlotte Cuthbertson/The Epoch Times)

López Obrador dijo a Biden que Estados Unidos debería invertir inmediatamente en los países del Triángulo del Norte, tres países desde los que muchos inmigrantes inician su viaje, alegando que «con estos dos programas estaríamos atendiendo en menos de seis meses a 330 mil personas que verían como una esperanza esta acción conjunta de los gobiernos de Guatemala, Honduras, El Salvador y Estados Unidos». El presidente mexicano ha ordenado anteriormente a la Guardia Nacional de México que disuelva algunas caravanas de migrantes, pero que ha hecho poco para detener la ola de presión hacia Estados Unidos.

Un funcionario del gobierno mexicano dijo a The Associated Press que los vuelos de deportación saldrían esta semana de ciudades cercanas a la frontera con Estados Unidos, así como cerca de la frontera sur del país con Guatemala. Los vuelos llevarían a los ciudadanos haitianos de vuelta a Haití, dijo el funcionario.

Funcionarios de migración en Haití dijeron al medio que seis vuelos de deportación estaban programados para aterrizar en el país el martes, incluyendo tres en Puerto Príncipe, donde los funcionarios estadounidenses han deportado al menos tres aviones que transportaban haitianos.

El secretario de Seguridad Nacional de EE. UU., Alejandro Mayorkas, dijo a los periodistas en Del Río el lunes que la Administración de Biden «está trabajando con los países de origen y de tránsito en la región para aceptar a las personas que residían previamente en esos países».

La Casa Blanca ha ordenado a las agencias estadounidenses correspondientes que trabajen con el gobierno de Haití y otros gobiernos regionales para proporcionar asistencia y apoyo a los deportados, añadió.

Las autoridades estadounidenses siguen afirmando que la frontera no está abierta, incluso cuando Estados Unidos registra altos niveles de inmigración ilegal. Algunos de los inmigrantes ilegales son expulsados en virtud de la ley federal o de los poderes del Título 42 relativos a la pandemia, pero a otros se les permite quedarse con una orden para comparecer ante un tribunal más adelante.

Estados Unidos concedió un estatus de protección temporal a los ciudadanos haitianos que estaban en Estados Unidos antes del 29 de julio, pero ese estatus no se aplica a ninguno de los inmigrantes que han invadido Del Río.

Con información de Ileana Alescio.


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