El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, dijo este miércoles que habrá «efectivamente un boicot diplomático» a los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing, afirmando que no hay planes para que ningún ministro asista a los juegos.
Sin embargo, el primer ministro no llegó a calificar oficialmente el boicot, ya que Johnson sostiene que el gobierno no apoya los boicots deportivos.
En el Parlamento, durante el turno de preguntas al Primer Ministro, se instó a Johnson a que se uniera a Estados Unidos y a otros países en boicotear al evento deportivo por el notorio historial de derechos humanos del régimen comunista chino.
«Como dije antes, no apoyamos los boicots deportivos, pero no hay planes para que los ministros asistan a los Juegos Olímpicos de Invierno», dijo Johnson, respondiendo a la solicitud de la diputada del Partido Nacional Escocés, Kirsten Oswald.
En su declaración sobre el boicot, cuando se le pidió ir más allá para «dar una ventaja a los derechos humanos» respondió al exlíder del Partido Conservador, Sir Iain Duncan Smith, que «efectivamente habrá un boicot diplomático de los Juegos Olímpicos de Invierno en Beijing».
«No se espera que ningún ministro asista (…) y ningún funcionario», añadió.
«Pero lo que yo puedo decir ante la cámara es que no creo que los boicots deportivos sean sensatos. Esa sigue siendo la política del Gobierno».
Duncan Smith celebró el anuncio de Johnson y dijo que esperaba que «muchos otros países sigan su ejemplo».
Los comentarios de Johnson dejaron abierta la posibilidad de que los miembros de la familia real puedan asistir. Ana, la Princesa Real, es presidenta de la Asociación Olímpica Británica y miembro del Comité Olímpico Internacional.
Cuando le preguntaron sobre si el Reino Unido boicotea oficialmente los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing 2022 y si algún miembro de la familia real asistirá, un funcionario de prensa de Downing Street, la oficina del Primer Ministro, remitió a The Epoch Times las declaraciones del primer ministro en el Parlamento.
Estados Unidos y Australia anunciaron boicots diplomáticos por el historial de Beijing en materia de derechos humanos, en particular el trato a la comunidad musulmana uigur de la provincia de Xinjiang.
El primer ministro australiano, Scott Morrison, dijo que anunciaba el boicot porque es «lo correcto».
En el caso de Australia, no solo fueron las preocupaciones por los derechos humanos las que desencadenaron la medida, sino también una serie de disputas políticas con Beijing, incluido el pacto Aukus con el Reino Unido y Estados Unidos sobre los submarinos de propulsión nuclear.
Morrison dijo que su gobierno estaba muy contento de hablar con China sobre sus diferencias «pero el gobierno chino no ha aceptado consistentemente esas oportunidades para que nos reunamos».
Lituania y Nueva Zelanda también dijeron que no enviarán funcionarios a los juegos olímpicos. Nueva Zelanda citó a COVID-19 como la razón principal.
La Oficina del Gabinete y el ministerio de Asuntos Exteriores no respondieron a las solicitudes de comentario de The Epoch Times en el momento de la publicación.
Con información de The Associated Press.
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