Un hombre de Inglaterra, cuyos médicos le advirtieron que moriría en cinco años si no adelgazaba, se ha quitado de encima la impresionante cantidad de 111 kg (245 libras) aumentando sus pasos diarios de 50 a 21,000 y eliminando la Coca-Cola de su vida.
Decidido a cambiar, Bryn Penrose, de 48 años, que llegó a pesar 193 kg (425 libras), ha perdido más de la mitad de su peso corporal.
Antes de iniciar su viaje para perder peso, la dieta del Sr. Penrose consistía en un desayuno inglés completo; patatas fritas y sándwiches para comer; seis latas de coca-cola, barritas de chocolate, patatas fritas y galletas para merendar; y comida para llevar, que incluía pizza o comida india, para merendar.
Además, el Sr. Penrose no caminaba lo suficiente. Sólo caminaba entre 50 y 100 pasos al día, ya que su peso y la depresión le impedían salir de casa.
«Estuve atrapado en casa durante cuatro años. No salía porque estaba gordo, pero luego estaba gordo porque no salía», dijo. «Si iba a algún sitio y alguien empezaba a reírse, siempre suponía que se reían de mí por mi tamaño».
Reflexionando sobre aquella época, el Sr. Penrose se da cuenta de que probablemente la gente no se reía realmente de él, pero como no estaba bien, supuso que sí.
«Estaba deprimido e incluso diría que me odiaba a mí mismo», dijo.
A pesar de saber que quería hacer algo para cambiar la situación, el Sr. Penrose no dio realmente ningún paso hasta que un chequeo médico rutinario en 2021 lo sacudió. Los médicos le dijeron que corría el riesgo de sufrir un infarto mortal o un derrame cerebral si no cambiaba drásticamente su estilo de vida.
Así que el Sr. Penrose empezó a caminar en un circuito alrededor del jardín de su casa en Leeds, West Yorkshire. Poco a poco fue aumentando sus pasos, primero caminando hasta el final de la calle y volviendo un par de veces al día y luego yendo a un parque local.
Algunos expertos afirman que es necesario dar al menos 10,000 pasos al día para obtener beneficios para la salud, como pérdida de peso, mejor movilidad y mejor estado de ánimo.
Sin embargo, el Sr. Penrose dijo que al principio sólo daba 2000 pasos al día, pero aun así empezó a ver un cambio drástico en su mentalidad.
Siente que caminar «le libera de todas las tensiones cotidianas».
«Te da tiempo para relajarte y desestresarte de la vida, es como un reinicio», dijo. «Ahora voy andando al centro de Leeds y vuelvo; antes tomaba taxis y autobuses para ir a todas partes, pero ahora llevo año y medio sin subirme a un autobús».
Además de dar pasos para perder peso, el Sr. Penrose también ha cambiado su dieta y ha eliminado el pan, la pasta, el alcohol y las bebidas gaseosas.
«Investigué lo que comía después de ir al médico y descubrí que una lata de Coca-Cola contiene 12 cucharadas de azúcar, cosa que antes no sabía», dijo el Sr. Penrose. «Me tomaba seis al día, de lo que ahora me avergüenzo un poco».
Ahora su dieta consiste en batidos de proteínas para el desayuno y la comida, acompañados de fruta por la tarde. Un pequeño plato de pollo y verduras para merendar, y ha eliminado por completo los tentempiés de su dieta.
Admitió que había intentado adelgazar antes mediante diversas dietas, pero que siempre le había costado. Sin embargo, desde que divide sus porciones en trozos, le ha resultado más fácil adelgazar y también se ha agobiado menos.
«En vez de pensar que tengo que perder mucho peso de una vez, empecé perdiendo 2 kilos [28 libras o 12.7 kilogramos] y luego 5 kilos [70 libras o 32 kilogramos] y luego 7 kilos [98 libras o 44.4 kilogramos]», dijo el Sr. Penrose.
Con los cambios que ha hecho, el padre de tres hijos pesa ahora 82.5 kilos (182 libras) y ha pasado de usar camisetas 9XL a XL.
Desde que adelgazó, el Sr. Penrose dice que ha sido mejor padre para sus tres hijos, Harry, de 17 años, y los gemelos Charlotte y William, ambos de 13.
«Siento que me ha convertido en un mejor padre para mis hijos: me ha hecho estar mucho más cerca de ellos, y ahora puedo hacer cosas con ellos», dijo. «Puedo llevarlos al cine, pero antes no me atrevía a ir al cine porque los asientos eran demasiado pequeños, y yo ni siquiera cabía en ellos».
Además, el Sr. Penrose ha empezado a jugar tenis y fútbol con sus hijos, deportes que, según dice, antes no podía practicar.
«Antes no podía hacer nada. Incluso utilizaba un inhalador de cualquier cosa entre tres y cinco veces al día cuando estaba en mi mejor momento», dijo. «Me está gustando mucho poder hacer cosas con ellos».
El único reto de este nuevo cambio, dijo, es tener que ir cambiando de ropa, ya que siempre tiene que comprar nueva.
Sin embargo, ha podido donar su ropa vieja a organizaciones benéficas para, con suerte, ayudar a otra persona que la necesite, ya que es muy difícil comprar y permitirse ropa más grande.
Con información de Epoch Times Staff.
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