Una niña fue uno de los cientos de millones de bebés abortados o abandonados durante la época de la política china de un solo hijo, una ley aplicada entre 1980 y 2016. Por suerte, una mujer estadounidense de buen corazón la adoptó cuando era pequeña. Agradecida de que su madre biológica eligiera la vida, ahora se dedica al movimiento provida y aboga por un cambio que proteja a los bebés no nacidos.
Shaohannah nació en la región autónoma de Guangxi, en el sur de China, y creció en Minnesota tras ser adoptada. Hoy vive en las afueras de Washington D.C. y trabaja como coordinadora regional de Estudiantes por la Vida de América (SFLA, por sus siglas en inglés) en el área metropolitana de Washington.
En declaraciones a The Epoch Times, Shaohannah cuenta que fue abandonada en una pequeña caja en la región de Guangxi, en una ciudad llamada Beihai, cuando solo tenía unos meses.
«Conocía la política china del hijo único desde que tengo uso de razón», dijo. «La presión que ejercen sobre la gente para que tenga un solo hijo, y especialmente en una sociedad dirigida por hombres, para que tengan un varón. Sabía que yo era una de las muchas niñas que fueron abandonadas y básicamente dejadas morir por culpa de esa política».
En un esfuerzo coordinado por rescatar a los bebés no nacidos, Shaohannah participará activamente en las protestas que la SFLA llevará a cabo en marzo en todo el país contra las franquicias CVS y Walgreens, que optan por vender píldoras abortivas químicas sin receta médica.
Dana Stancavage, especialista en prensa y editora en línea de SFLA y también amiga y mentora de Shaohannah, dijo «Se trata de un fármaco muy peligroso que se vende sin receta médica. Afecta a nuestras redes públicas de suministro de agua, afecta a las mujeres, que tienen cuatro veces más probabilidades de sufrir lesiones por infertilidad, y hay un desafortunado número creciente de muertes por el uso de estas píldoras… desde luego, no deberían estar en tu farmacia local».
Abandonada a su suerte
Shaohannah siempre se ha sentido triste por su historia de origen y se ha preguntado cómo podría haber sido su vida, pero no guarda ningún resentimiento hacia su familia biológica.
«Entiendo que en un país como China haya mucha presión del gobierno», afirma. «Las decisiones que tuvieron que tomar quizá no fueran las que ellos hubieran querido para mí. Pero estoy muy agradecida de que eligieran una opción en la que pude ser rescatada y vivir».
«[Mi madre biológica] me hizo este regalo al permitirme tener la vida que tengo ahora. No tendría nada de lo que tengo ahora si no fuera por ella, o por haber tomado las decisiones que tomó, que estoy segura no fueron fáciles».
La madre adoptiva de Shaohannah, Sheila, era soltera pero quería tener un hijo cuando inició el proceso de adopción en el extranjero a través de Minnesota Children’s Home Society. China era la elección obvia, ya que Sheila había estudiado en el extranjero y se había enamorado del pueblo chino.
Se puso en contacto con Shaohannah en su orfanato cuando la niña tenía poco más de un año.
Por lo que Shaohannah sabe, su familia biológica sigue en China, pero aún no ha conseguido contactar con ellos mediante pruebas genéticas. Sin embargo, ha conocido a otros adultos que fueron abandonados durante la aplicación de la política china del hijo único. Muchas son mujeres, como ella, que quizá fueron abandonadas porque su familia prefería un varón.
De abandonada a defensora
A medida que Shaohannah cursaba la secundaria y la universidad, aumentaba su interés por el activismo. Pensaba especializarse en ciencias políticas y trabajó en la Asamblea General de Maryland antes de pasar a trabajar a tiempo completo como activista provida para SFLA.
SFLA organiza concentraciones ante la Corte Suprema de EE.UU. y recientemente ha celebrado una jornada de presión en Washington D.C. a favor de la Ley de Protección de los Nacidos Vivos. Asisten diariamente a los campus universitarios para que los miembros de la SFLA puedan relacionarse cara a cara con los estudiantes proabortistas y compartir información, como Standing With You en el campus, un directorio nacional para poner en contacto a las mujeres con recursos para el embarazo, incluido el apoyo a la adopción.
En julio de 2022, cuando el Consejo de Washington pretendía aprobar una ley para proteger a las personas que hubieran ayudado en cualquier aborto autogestionado y para proteger a cualquiera que hubiera participado en ello, Shaohannah testificó en nombre de la SFLA y preguntó: «¿Cuánto vale un niño como yo?».
Shaohannah dio un ejemplo de una estudiante cuya opinión sobre el aborto cambió tras una conversación en el stand del campus de SFLA.
«Estaba organizando una exposición en la Universidad Mount St. Mary cuando se nos acercaron un par de mujeres jóvenes interesadas en la exposición. Les preguntamos cuándo creían que debían empezar los derechos humanos, y tras ver modelos de fetos que demuestran la humanidad de los niños antes de nacer, estuvieron de acuerdo en que el aborto no debe ser legal durante los nueve meses… nos emocionó ver que estas chicas se daban cuenta de que el movimiento provida está aquí para ofrecer apoyo y recursos que afirman la vida», cuenta.
En el controvertido caso de las mujeres que conciben en una violación, Shaohannah conoce su postura.
«No asignamos calificaciones al certificado de nacimiento de alguien en función de las circunstancias de cómo fue concebido», afirma. «La violación es horrible, es lo peor que le puede pasar a otra persona, pero no tiene sentido darse la vuelta y cometer otro acto de violencia contra otra persona inocente. Si no discriminaríamos y devaluaríamos a un niño pequeño concebido en una violación, no deberíamos hacer lo mismo con un bebé antes de nacer».
«La vida es un regalo»
Shaohannah dice que muchas veces la han acosado por sus creencias provida, pero no pierde de vista que el objetivo de la SFLA es fomentar el diálogo y compartir información científicamente exacta sobre las vidas humanas antes de nacer. Cree en lo que hace.
«Me encanta poder hacer algo que me apasiona. Tengo la suerte de contar con un equipo maravilloso, formado por personas de distintos orígenes… pero todos podemos unirnos en torno al hecho de que el aborto acaba con la vida humana, y vamos a trabajar para que el aborto sea impensable durante nuestra vida», afirmó.
La política china del hijo único se derogó oficialmente en 2016. Según Shaohannah, el Partido Comunista Chino ha afirmado haber «evitado o puesto fin» a 300 millones de nacimientos, una cifra que le parece horrible ya que «nunca, nunca es moralmente correcto en ninguna circunstancia poner fin a las vidas».
«Se trata de esta cultura de la muerte. Han creado esta devaluación de la vida en el vientre materno, y eso también lo tenemos aquí. No es algo nuevo», dijo. «Para mí, por eso parte de esta lucha por las vidas de los nonatos es tan importante, porque es adoptar una postura contra esta cultura de la muerte… la insensibilización y la deshumanización».
«[Roe contra Wade] fue el obstáculo que superamos para que el aborto no solo fuera ilegal, sino también insumergible. Tenemos un cartel, un proyecto… queremos que las mujeres se sientan apoyadas porque las mujeres no necesitan el aborto para tener éxito, no necesitan el aborto para ser iguales. Pueden tener sus carreras, sus sueños y también sus hijos. Pero para ello, necesitamos apoyarlas».
La próxima batalla de Shaohannah es abogar por leyes estadounidenses que protejan la vida de los nonatos desde el momento de la concepción. También se está preparando para llevar material de protesta contra la píldora abortiva química en una gira de primavera por los campus universitarios de Maryland y Washington D.C.
«Un mensaje que quiero transmitir es que la vida es un don. Es un regalo que se me ha dado y por el que puedo seguir luchando, y conseguir que se valore más que cuando yo nací», afirmó.
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