Cuando una cachorra de 6 semanas de edad que vivía con su familia adoptiva en California parecía haber perdido la capacidad de caminar, también perdió su oportunidad de vivir. Sus dueños, convencidos de que estaba paralizada, la llevaron al veterinario local y le preguntaron si podían dormirla.
El veterinario, sin embargo, no se apresuró en hacer un diagnóstico.
El veterinario realizó una serie de pruebas a la pequeña cachorra, originalmente llamada Bo, y los resultados fueron reveladores. Bo no solo no estaba paralizada, sino que su condición era fácilmente tratable. No había absolutamente ninguna necesidad de sacrificarla.
Bo, a quien poco tiempo después se le cambió el nombre por Bella, tenía hipoglucemia (bajo nivel de azúcar en la sangre). El veterinario llamó a Piper Wood, fundadora de la organización de rescate de California Hand in Paw, y le explicó la situación de la cachorra. Piper aceptó inmediatamente llevarla al centro de rescate.
This puppy’s family abandoned her at the vet because she was ‘paralyzed’ – but hours later she was walking again. https://t.co/r9SSNHfk4j pic.twitter.com/oAfw1iraZO
— The Dodo (@dodo) 15 de julio de 2017
¿Pero por qué le pasó eso a Bella? «Tal vez no la alimentaban lo suficiente», le señaló Piper a The Dodo, «y su nivel de azúcar en sangre era demasiado bajo». Supuestamente, también habían arrebatado a Bella de su madre demasiado pronto, lo cual era una vía segura de adquirir numerosos problemas de salud. Healthy Pets aconseja que los cachorros permanezcan con sus madres durante al menos dos meses antes de ser llevados a casa.
«Era muy callada, especialmente para ser una cachorra», explicó Piper. «Se notaba que estaba muy asustada», añadió el rescatador de perros, tras observar cómo Bella temblaba en su jaula.
Sin embargo, después de solo dos horas en la clínica veterinaria, algo sorprendente le sucedió a Bella. «Era capaz de ponerse de pie», exclamó Piper. «Estaba un poco temblorosa, pero estaba de pie y comiendo sola». Bella tenía una dolencia menor que arreglar: un caso de «celulitis juvenil», una condición poco común pero tratable de la piel.
Le dieron líquidos por vía intravenosa y el amor que necesitaba para sentirse amada y cómoda. Se recuperó rápidamente. «Fue un arreglo bastante simple», dijo Piper. Todo lo que realmente necesitaba era un diagnóstico preciso y el cuidado y la atención adecuados. El tratamiento de Bella, lejos de ser caro, probablemente costó menos de lo que hubiera costado ponerla a dormir.
Mientras se curaba, la confianza de la dulce perrita regresó. Hand in Paw compartió las actualizaciones con sus amigos, fans y seguidores en Facebook. ¿Pero las mejores noticias? Bella rápidamente encontró su nuevo hogar para siempre.
Piper acompañó al cachorro a su nueva morada y describió el placer de ver a Bella jugar alegremente por primera vez. «Estaba jugando como con 10 juguetes diferentes a la vez», compartió Piper, «corriendo por todos lados, y estaba tan feliz. Ahora se siente como en casa».
Después del extraordinario cambio en la vida de Bella, Piper dio algunos consejos amables pero serios a otros dueños de mascotas: es imperativo explorar la salud de su mascota con un veterinario antes de tomar decisiones. Muchos animales son puestos a dormir por condiciones médicas fácilmente tratables, y no tiene por qué ser así.
«Si usted va a tener un perro o cualquier animal, ellos son un miembro de la familia», aconsejó Piper. «Si no estás preparado para lidiar con los problemas de salud que surgen, y no estás preparado para darles lo que necesitan», continuó el rescatador de animales, «entonces probablemente no deberías tener un animal».
La pequeña Bella es un brillante ejemplo de los milagros que pueden ocurrir si asumimos nuestras responsabilidades como dueños de mascotas. Las mascotas son vulnerables, y les debemos el mejor amor y cuidado cuando las cosas van mal. Gracias a la sigilosa sospecha de un veterinario de que Bella estaría bien, el perrito ahora tiene una «vida hermosa y plena por delante», dijo Piper.
Muchas otras mascotas merecen el mismo final feliz.
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